El papa Francisco envió un mensaje a Colombia, que fue entregado a través de la la Nunciatura del país, en el que “encomendó a la misericordia de Dios a las víctimas mortales”.

El mensaje, según el Vaticano, es un claro rechazo a la violencia y su cercanía con el pueblo colombiano, manifestó el papa Francisco al enviar un mensaje al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Óscar Urbina.

La misiva, firmada por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, está fechada para el 29 de marzo de 2021, y llega tras una escalada de tensión en diversos sectores del país en el contexto de la crisis social desatada por la pandemia.

El documento dice así:

“Monseñor Óscar Urbina Ortega

Arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia:

Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región pacífico suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento.

Asimismo, Su Santidad Francisco eleva su oración al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, e invocando la maternal intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición apostólica.

Cardenal Pietro Parolin

Secretario de Estado”.

Vale la pena recordar que hace una semana, en un llamado a silenciar las armas se concentró este domingo el papa Francisco, durante la celebración pascual, en la que fue crítico al señalar que “es escandaloso que los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan”. Esto, en medio de una pandemia que aún está en curso y que ha debido dejar lecciones a la humanidad.

Sin embargo, agregó el pontífice, “hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo”, incluso durante la pandemia, por lo que pidió a Dios “que nos ayude a superar la mortalidad de la guerra”.

Antes de la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), el papa Francisco se refirió a los más vulnerables, a los enfermos de covid-19, a los migrantes, a las personas que debido a la pandemia viven en la precariedad y las poblaciones que sufren las guerras.

En su duro mensaje, el jerarca de la iglesia católica enumeró algunos de los conflictos más devastadores en el mundo, como los de Siria, Yemen y Libia.

Tras sus aseveraciones, el pontífice pidió hacer cesar “el clamor de las armas en la querida y atormentada Siria, donde millones de personas viven actualmente en condiciones inhumanas, así como en Yemen, cuyas vicisitudes están rodeadas de un silencio ensordecedor y escandaloso, y en Libia, donde finalmente se vislumbra la salida a una década de contiendas y enfrentamientos sangrientos”.

Jorge Bergolio, quien desde que asumió el papado se ha caracterizado por enviar mensajes críticos e inesperados, se refirió además a los birmanos, territorio en el que hace dos meses se produjo un golpe de Estado y los militares reprimen con sangre las protestas, “están comprometidos con la democracia, haciendo oír su voz de forma pacífica”.

En su intervención, el papa pidió a la comunidad internacional ayudar al “pueblo libanés, que atraviesa un período de dificultades e incertidumbres” y que “israelíes y palestinos vuelvan a encontrar la fuerza del diálogo para alcanzar una solución estable”, insistiendo en una solución con dos Estados independientes.