Múltiples aplausos se ha llevado una valerosa acción de la Policía en la ciudad de Ibagué, donde uniformados le salvaron la vida a un niño de apenas tres años de edad.
El menor de edad convulsionó cuando iba en un bus de transporte público junto a su madre. La mujer, desesperada, bajó del vehículo en la carrera quinta con calle 60 y pidió auxilio, pues no sabía qué hacer. Estaba conmocionada.
El pedido de ayuda llevó a la escena al intendente Pedro Márquez y la auxiliar Yara Blanco. Los uniformados se apersonaron de la situación e hicieron lo necesario para atender al menor.
Los conocimientos de salud de la auxiliar resultaron fundamentales para salvarlo. “Notamos una angustia muy fuerte de la mamá, sentía dolor porque el niño estaba sufriendo, así que tomé al niño en brazos y le presté la atención necesaria de primeros auxilios, conocimientos que adquirí al estudiar enfermería en Montería, mi ciudad natal. Logré estabilizarlo porque el niño estaba sufriendo demasiado, botó espuma por la boca. Cuando el niño lloró, nos alegramos porque sabíamos que estaba estable”, explicó Blanco.
El niño fue trasladado en un vehículo de la Policía hasta un centro asistencial. Los especialistas siguieron el proceso iniciado por los uniformados y lo sacaron de peligro. Ahora, el pequeño se recupera satisfactoriamente.
“En una acción valerosa, rápida y oportuna lograron salvarle la vida a un menor de edad, quien tenía una grave afectación de salud. Estos son actos silenciosos sobre los cuales podemos dar partes de satisfacción”, dijo Sandra Liliana Rodríguez Castro, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué.
La madre del niño elogió a los uniformados por la fundamental ayuda. “Les agradezco porque esto no lo hace cualquiera. Estoy muy agradecida, espero que lo sigan haciendo. No hay nada más valioso que salvar una vida”, afirmó.
Recientemente, la Policía de Ibagué, en otra noble acción, ayudó a una trabajadora informal, quien labora cerca de la estación de esta institución, a celebrarle los 15 años a su hija. A los uniformados les movió la fibra saber que la adolescente tenía mucha ilusión, pero no recursos, para llevar a cabo el festejo.
Fue así como decidieron unirse para hacer una colecta de dinero y hasta pusieron a su servicio la orquesta de la institución para amenizar la fiesta.
La colecta permitió llevarle una serenata a la joven, contratar un DJ y comprarle una torta. Además, con ayuda de los comerciantes de Ibagué, le dieron un vestido acorde al festejo.