Lo que usualmente ocurre en las tragedias griegas es que los héroes terminan enfrentados a situaciones de las cuales no es posible salir sin ser sacrificados. Algo similar pareciera ocurrirle en estos días a la administración del presidente Andrés Pastrana con el proceso de paz. Luego de que las Farc congelaran los diálogos a la espera de acciones concretas del Estado contra los grupos paramilitares se hizo evidente esa situación trágica. Es así como, si el gobierno abre una mesa de diálogo con los paramilitares, el proceso de paz con la guerrilla fracasaría de manera irremediable. Pero si no lo hace, los paramilitares harán todo lo que esté a su alcance para llevar al gobierno a que reconsidere esa posición. Y todo lo que esté a su alcance podría llegar a ser un reto tan grande como el que ha significado la guerrilla en los últimos años, como bien lo muestran las últimas cifras de muertes por actividad de los paras.Lo que resulta curioso es que se llegó a esa situación luego de que pocos días antes el mismo presidente Pastrana expresara, durante una rueda de prensa en Cuba, su aspiración a "iniciar negociaciones con los paramilitares en una mesa distinta, aparte a la que estamos realizando con las Farc y a la que vamos a comenzar con el ELN". La respuesta de la guerrilla no se hizo esperar. Un día antes de que el gobierno y las Farc se sentaran a debatir el espinoso tema del canje de guerrilleros por soldados, Raúl Reyes dio lectura a un comunicado, firmado por todos los miembros del secretariado de las Farc, en el cual el movimiento insurgente se refería a las acciones militares de las autodefensas en el norte del país y "congelaba" los diálogos hasta tanto no se hicieran evidentes las acciones del Estado en contra de los paras. Así se llevó a cabo el segundo 'plantón' de las Farc al gobierno. El Gobierno respondió con represalias: aplazó la reunión sobre el canje y expresó su decisión de asistir a las reuniones programadas para el lunes 25 y el martes 26. Además de eso dejó en claro su decisión de "intensificar el combate contra los grupos de autodefensa y justicia privada con total independencia del proceso de paz". Dos días después el presidente Pastrana dijo que las circunstancias aconsejaban estudiar la posibilidad de llevar los diálogos al exterior y que quizá no sería mala idea juntar todos los temas en las mesas de diálogo, incluyendo el del canje y el de los paramilitares.Lo que ocurre, en últimas, es que el diálogo con las Farc se lleva a cabo alrededor de los temas que le preocupan a la guerrilla y no de aquellos que conciernen al Estado. Lo primero fue el despeje territorial. Lo segundo el canje de prisioneros. Lo tercero el tema paramilitar.Dos pájaros de un tiroAl igual que el despeje y el tema del canje de soldados retenidos por guerrilleros procesados, el asunto de los paramilitares resulta crucial para la guerrilla. Y lo es por razones de seguridad, consideraciones militares y motivos de naturaleza política. El tema de seguridad se remonta a la desaparición de casi un millar de integrantes de la Unión Patriótica luego de la firma de los acuerdos de Casa Verde con el gobierno de Betancur. Durante los años siguientes a 1984 la UP fue eliminada de manera sistemática por fuerzas de ultraderecha. Ese fantasma aún visita a los líderes de las Farc y determina muchas de sus decisiones. La inasistencia de 'Tirofijo' a la ceremonia en San Vicente del Caguán encontró, por parte de la guerrilla, justificación en la seguridad personal de su comandante. Y si bien para la opinión pública no resulta en modo alguno creíble que alguien que cuenta con 5.000 hombres armados controlando un municipio olvidado del territorio colombiano tenga preocupaciones de seguridad, para las Farc la más insignificante información de inteligencia fue suficiente para no tomar riesgo alguno. Pero también hay razones puramente militares. No de otra manera se explica el apoyo que las Farc le otorgaron al ELN en San Lucas en días pasados, hecho que no tiene antecedentes en la historia de la colaboración entre movimientos insurgentes en Colombia. El crecimiento de los paramilitares y de su capacidad bélica es hoy el mayor reto que enfrenta la guerrilla para su expansión militar. Y llevar a que el Estado dedique sus esfuerzos militares contra los paras logra para la guerrilla un doble propósito. Por un lado aleja la acción del Ejército de zonas de influencia insurgente y lo obliga a concentrarse en las zonas de los paras y, por otro, hace que su enemigo principal se repliegue para evitar el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas. Con lo cual mata dos pájaros de un tiro sin tener que dispararlo. Pero a pesar de que los temas de seguridad y los de naturaleza militar son definitivos para las Farc, son los aspectos puramente políticos los que hoy definen su decisión de congelar los diálogos para llamar la atención sobre los paras. Al hacerlo de esa manera, luego de las masacres de la semana pasada , las Farc aprovecharon una oportunidad sin igual para lograr apoyo en la comunidad internacional y para arrojar luz sobre los desmanes de los grupos de justicia privada. Con ello las Farc buscan transformar una imagen afectada por las prácticas terroristas, el uso masivo del secuestro de civiles y la connivencia con el narcotráfico. Pero además el otorgamiento de cualquier estatus político para los paramilitares significaría para la insurgencia el reconocimiento de que existe, separada del Estado, una actividad civil contrainsurgente, como la llama Carlos Castaño, jefe de las autodefensas. Lo cual es inadmisible para las Farc. Impedir a toda costa que el gobierno le otorgue estatus político a los paras es uno de los ejes centrales de la estrategia de las Farc. Así como, si no hay canje, no habrá diálogo, si no hay una claridad absoluta sobre el tema del estatus político a los paras el diálogo seguirá en el congelador.Paras: como ser escuchadosLo que ha hecho el Presidente no ha sido otra cosa que reconocer un hecho irrefutable: los paras son hoy una realidad inocultable en el escenario de la confrontación armada. Es por ello que Pastrana ha hablado de mesas paralelas cuando ha podido; de ponerle fin a todas las formas de violencia, incluida la que ejercen las autodefensas, cuando no puede ir más lejos; y, en todo caso, de la necesidad de recuperar para el Estado el monopolio legítimo de la fuerza cuando sólo se puede apelar a la retórica tradicional. Y si son pocos los que negarían que en su origen los paramilitares contaron con apoyo subrepticio o abierto de algunos mandos del Ejército y la financiación de ganaderos y, en algunos casos, de narcos dueños de fincas en zonas de influencia guerrillera, hoy las relaciones entre los paras y el Ejército no son en modo alguno orgánicas. Es evidente que Ejército y grupos de autodefensa tienen un enemigo común, que es la guerrilla, pero eso no lleva de ninguna manera a que una orden del alto mando militar tenga influencia sobre el estado mayor de los grupos de autodefensa: ni se daría tal orden ni tendría efecto alguno.Pero lo que sí puede suceder, ahora que el gobierno se encuentra entre la espada y la pared, es que la acción más eficaz de las Fuerzas Militares contra los paras tenga como consecuencia un cambio dramático en la estrategia de aquellos. Y a pesar de que hace un año Carlos Castaño, le dijo a María Cristina Caballero que él no es de los que "al sentirse atacado reacciona de manera incoherente", lo cierto es que hay quienes piensan que, dadas las circunstancias, el país podría verse sometido a una ofensiva paramilitar de otro calibre, más centrada en secuestros de carácter político y terrorismo urbano que en ataques contrainsurgentes. Todo para lograr el reconocimiento del estatus político que el gobierno ha otorgado ya a los archienemigos de Castaño.Hay quienes afirman que Castaño está demostrando fuerza para obligar a la guerrilla a mantenerse en la mesa del diálogo. Pero quienes conocen a este antioqueño de 33 años, que lleva 17 dedicado a la lucha contra la guerrilla, dicen que no cesará en sus actividades militares sino hasta tanto el Estado decida sentarse a dialogar con él. Se sabe que rechaza la idea del canje de prisioneros, que le repugna la idea de que se le reconozca a la guerrilla la condición de 'delincuentes políticos', que vaya a existir algún tipo de indulto para sus integrantes "por haber atacado al gobierno y haber sido enemigos del Estado", y que opina que a las autodefensas no se les puede considerar como delincuentes comunes "por haber estado alineados al actual sistema". Y es evidente que para un hombre que lleva tanto tiempo en la lucha contra la guerrilla, que ha sacado a las Farc de un territorio enorme del país, que ha debilitado al ELN , que ha luchado contra la organización más temible que ha existido en Colombia, como lo fue el cartel de Medellín, y que cuenta, por ese mismo motivo, con buenas relaciones con los Rodríguez Orejuela, no parece existir el verbo "desmontar". Por eso cuando le preguntaron los periodistas de El Tiempo hace apenas seis meses de qué manera una negociación entre gobierno y guerrilla podría afectar a los paramilitares, él respondió con una sola frase: "De antemano, que como condición para iniciar los diálogos, se pida que el gobierno nos erradique".Eso es precisamente lo que la guerrilla decidió pedirle a Pastrana la semana pasada. nEl diálogo se lleva a cabo hoy sobre los temas de la guerrilla: canje y paramilitaresLas relaciones entre paras y Ejército no son en modo alguno orgánicasFiscales contra paramilitares Regionales Procesos Preli Presos Vin F.P O.C ACUS.Bogotá 19 7 34 1 38 3Oriente 7 34 7 6Barranquilla 9 91 44 10 1Medellín 54 300 79 9 82 12Cúcuta 20 30 17 4 12 16Cali 3 8 12 1Der.Hum. 76 58 266 68 225 165 TOTAL 188 528 459 82 374 197 Vin F.P. Vinculados fuerza pública OC Orden CapturaAcus Acusaciones ProferidasLAS FRASES DE CASTAÑO" Nosotros no hemos combatido por más de 15 años contra la guerrilla para ser sólo espectadores en ese procesoSemana, julio 9 , 1996." Siempre hemos considerado que en la mesa de negociación deberíamos estar los tres actores del conflicto pero el doctor Pastrana considera inconveniente que en esta primera etapa estemos las autodefensasEl Tiempo, junio 28, 1998. "He dicho mil veces que existe una simpatía entre el patrullero de las autodefensas y el oficial o suboficial subalterno en el campo de batalla y eso nadie lo podrá corregir El Tiempo. septiembre 28, 1997."Un despeje debe comprometer a la guerrilla con tres aspectos: libertad a todos los secuestrados, abolir esta práctica y cesar los atentados contra la infraestructura productivaEl Tiempo, septiembre 29, 1997." Esta es una guerra irregular y yo tengo que usar los mismos métodos que ellos. Si no, me muero" A nosotros nos juzgan con base en una legislación para juzgar las mafias narcoterroristas mientras a los guerrilleros los crímenes más atroces se los esconden bajo un manto de rebeliónSemana, agosto 17, 1998.Cambio 16. diciembre 22 , 1997