El peligro está latente por cuenta del paro armado que anunció y ejecutó el grupo criminal del Clan del Golfo, como respuesta a la extradición de alias Otoniel, el máximo cabecilla de esa organización al margen de la ley. Varios departamentos en Colombia han soportado en las últimas 36 horas una andanada de acciones criminales con un saldo lamentable.
Recientemente, un conductor, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia, tuvo que lidiar casi que con su vida las consecuencias de este paro armado. Los delincuentes lo abordaron y, como lo hicieron en otras oportunidades con otras víctimas, le advirtieron que pretendían quemar su vehículo. El conductor se negó.
La negativa del conductor tuvo una respuesta violenta, incluso con la amenaza de iniciar la conflagración con el hombre dentro de la camionera. Los delincuentes al mando del Clan del Golfo no se detuvieron; la misión era clara: causar terror entre la población, así cobre la vida de inocentes.
Prendieron fuego con el conductor al interior del vehículo, que trató de aguantar hasta donde la razón le permitió; luego salió y logró informar a sus familiares lo que había pasado, cómo lo abordaron los criminales y cómo escapó de su propia muerte, solo por proteger su medio de sustento y el de su familia.
Fuentes de la Policía en el departamento de Antioquia advirtieron que el hombre está fuera de peligro, pero que efectivamente la dinámica criminal de este paro armado se extendió hasta el municipio de Segovia. Allí se está concentrando la presencia de la Fuerza Pública para dar con los responsables de quemar la camioneta y, sobre todo, de quienes promueven las acciones criminales.
El balance de este desafortunado paro armado deja más de 61 vehículos incinerados y 35 municipios afectados. La respuesta del Gobierno sale luego de un consejo de seguridad que se adelantó con la cúpula militar y de Policía, justamente en el departamento de Antioquia, con la presencia del ministro de defensa, Diego Molano.
Del consejo surgió una millonaria recompensa para quien entregue información que permita dar captura a los dos criminales cabecillas de los reductos que quedaron del Clan del Golfo, tras la captura y extradición de alias Otoniel: alias Siopas y alias Chiquito Malo.
“Se ofrece a partir de hoy una recompensa de 5.000 millones de pesos para quien dé información que permita a las autoridades llegar a la captura y judicialización de alias Siopas y alias Chiquito Malo”, advirtió el ministro Molano luego del consejo de seguridad.
Para motivar la denuncia en Antioquia, el ministro también anunció recompensas de hasta 50 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables de las actividades delictivas como la incineración de vehículos, el bloqueo de vías públicas y la afectación a la vida e integridad de los ciudadanos y miembros de la Fuerza Pública.
“Ninguno de los reductos del Clan del Golfo está por encima de la Ley. Nuestra Fuerza Pública, los soldados y policías de Colombia, están del lado de Urabá y de Antioquia (...) No nos vamos a doblegar ante las acciones criminales e intimidatorias de estos reductos”, indicó el ministro Molano. Al tiempo, informó que ese plan de reactivación de la movilidad y la actividad económica tendrá énfasis en nueve municipios del departamento.
La recompensa se extiende por la información que ayude a dar con la captura de los responsables de quemar la camioneta mientras el conductor se negaba a bajar del vehículo.