Colombia ha estado sumida en el paro nacional desde el pasado 28 de abril, cuando las organizaciones sindicales convocaron a la que sería una jornada de 24 horas para rechazar la reforma tributaria que había radicado el Gobierno del presidente Iván Duque Márquez el pasado 15 de abril.

Las manifestaciones se alargaron y, tal y como había convocado por esos días el senador Gustavo Bolívar, integrante de la Colombia Humana, el paro nacional terminó siendo indefinido. Este jueves Colombia completa nueve días de protestas en todo el territorio nacional que ya no van contra la reforma tributaria –porque ya fue retirada del Congreso– sino por otro pliego de solicitudes que le hacen los colombianos al Gobierno nacional.

Lo cierto es que esta ola de protestas, además de dejar un saldo de 24 muertos en el marco del paro nacional y otras 89 personas desparecidas, según el informe entregado por la Defensoría del Pueblo este miércoles, también han provocado múltiples daños en la economía del agro colombiano y los miles de campesinos que conforman el sector.

La situación se ha salido de control. Debido a los múltiples bloqueos en las diferentes carreteras del país, los transportadores de alimentos se han quedado estancados en las vías. Los manifestantes no los dejan pasar e incluso, ya se han reportado denuncias por parte de los transportadores que en algunos puntos habría peajes ilegales para permitir el paso de los vehículos.

El panorama es desolador. Los campesinos han tenido que botar, literalmente, la leche que recogen. Las vacas deben ser ordeñadas a diario porque, de lo contrario, los daños en los animales serían devastadores.

En razón a lo anterior, diferentes autoridades se han unido al llamado de los campesinos, pidiendo a los manifestantes que permitan la circulación de estos vehículos, incluso algunos se han puesto “la camiseta”, como dicen coloquialmente, y han convocado a una lechetón para ayudar al sector lechero de sus regiones.

La Alcaldía de Sibaté (Cundinamarca) convocó este miércoles a los sibateños “a participar de la venta de leche y quesos como apoyo a los campesinos que por la situación nacional no han podido movilizar sus productos”.

La administración municipal explicó que “los productores tienen el espacio habilitado en las carpas del parque principal de Sibaté por la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Económico y Ambiente desde de la 1:00 p.m., seguimos invitando a todos los habitantes a unirse por esta causa y apoyar comprando los productos que tienen los campesinos sibateños por estos días de paro nacional”.

El jefe de la oficina agropecuaria del municipio, Sergio Armando Adames, indicó que, en el marco de esta jornada lograron evacuar cerca de 1.600 litros de leche que tenían represados en la Asociación de Lecheros de San Miguel.

Lo propio hicieron los productores de leche en el municipio de Duitama, ubicado en el departamento de Boyacá. Se estima que en ese departamento hay, por lo menos, 300.000 litros de leche represados como consecuencia del paro nacional, mientras que en Duitama hay 5.000 litros de leche, lo que alentó a los campesinos para salir a las calles del municipio a vender su producto.

La primera jornada se llevó acabo el miércoles y hubo una segunda este jueves, donde los compradores pudieron adquirir la la botella de leche a 900 pesos, el litro a 1.100 pesos, y la cantina a 40.000 pesos. La despensa estuvo ubicada en la Calle 15# 39-42, barrio Simón Bolívar.

La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) reveló este miércoles que las pérdidas del sector lechero en Colombia alcanzan los 93.716 millones de pesos en tan solo una semana, según lo reportado por las empresas y los gremios lecheros de las principales regiones productoras del país. La situación, que es crítica, ha llevado a los campesinos a derramar la leche en las vías y veredas, pues el almacenamiento del producto también llega a su límite.

“La ganadería le cumplió al país y ahora el país debe cumplirle a la ganadería. Le estamos solicitando al Gobierno, que sea con caravanas humanitarias o con el acompañamiento de la fuerza pública, pero no hay derecho a que miles de ganaderos estén atrapados con su producción en sus fincas y no lo puedan llevar a los centros de transformación”, explicó el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.