La urgencia del gobierno por sacar la ley de modernización de las TIC quedó en evidencia con el decreto a sesiones extraordinarias. Fue incluido junto a la ley de financiamiento y la que fortalece la Superintendencia de Salud, a pesar de las numerosas voces que se han levantado en contra del proyecto. En el primer día de sesiones extraordinarias, el gobierno recibió un duro golpe por parte de los congresistas del Partido Conservador, que a pesar de ser bancada de gobierno, le pidieron a la ministra Sylvia Constaín y al presidente Iván Duque aplazar la discusión del proyecto para el próximo año. De esta manera el gobierno se queda sin los 14 votos azules en el Senado y los 21 en la Cámara de Representantes, los cuales parecía tener en el bolsillo. Puede leer: Pese a llamado de Antanas Mockus, Ley de Modernización del Sector TIC avanzó a plenaria Los conservadores tomaron esa decisión después de reunirse en bancada y tras considerar las numerosas críticas que el proyecto de modernización de las TIC ha generado. Piden aplazar el proyecto “con el fin de que se enriquezca el debate y sean escuchados distintos sectores que han mostrado preocupación con este proyecto”. Subrayan los conservadores que no comparten el cambio en las reglas de juego a las puertas de que se cumpla el plazo para el pago de las nuevas concesiones de los canales privados de televisión. También consideran necesario que en la discusión de este proyecto se establezcan condiciones que eviten la posición dominante en el mercado de algunas empresa de telecomunicaciones. “Queremos que haya mayor debate, mayor profundidad y examinar temas como la concentración de poder. Esta es una ley transversal a cualquier gobierno, hoy puede ser el gobierno que estamos apoyando, mañana puede ser otro. Lo que queremos es que se den todas las garantías necesarias. Hay muchas dudas, muchas preguntas y nos parece sano escuchar a los medios de comunicación, a productores, a la academia”, dijo el senador Efraín Cepeda. Le puede interesar: El SOS de Yamid Amat, la batalla que libra la televisión pública “No vamos a pupitrear un proyecto de tanta importancia, tampoco queremos hundirlo, pero sí dejarlo vivo y que en los tres meses de receso del Congreso se socialice mejor”, aclaró el senador Juan Diego Gómez. Antanas Mockus fue el primero en pedir el aplazamiento de la ley de modernización de las TIC, lo hizo un mes atrás con argumentos similares. Sin embargo, nadie le hizo caso y los partidos, entre ellos el Conservador, votaron el proyecto en sus dos primeros debates. La semana pasada había sido el Partido Liberal el que anunció que por nada del mundo votará el proyecto del gobierno, tras detectar “graves fallas” y “serias desventajas para que la televisión pública continúe existiendo frente al tratamiento que se le brinda a los canales privados”. Una de las mayores polémicas del proyecto es que le otorga beneficios a los actuales operadores de televisión privada, como Caracol y RCN Televisión a quienes se les extendería la licencia por 20 años liberandolos de los 12.800 millones que debían pagar por la licencia, mientras que a los canales públicos se les mantenía las actuales condiciones, lo que pone en riesgo el futuro de la televisión pública, que estaría en desventaja. Senadores de oposición como Gustavo Petro, incluso, han afirmado que podría tratarse de una retaliación del uribismo con Noticias Uno, informativo que fue uno de los más críticos al gobierno de Álvaro Uribe. Otro de los asuntos que han generado preocupación es el nuevo ente regulador de las telecomunicaciones para suplir a la Autoridad Nacional de Televisión. La nueva entidad estaría integrada por cinco comisionados, pero dos de estos serán designados por el presidente de la República. Esa circunstancia ha generado inquietud por la independencia y autonomía que pudieran tener frente a los gobiernos de turno, y por la puerta que se abre para que los contenidos sean determinados por el Ministerio de las TIC. Tras la decisión de los conservadores, el gobierno no la tendrá fácil en su intención de sacar esta ley en los tres días de sesiones extras. Aún falta que Cambio Radical y la U definan su posición, pero el hecho de que los conservadores le den la espalda al proyecto de las TIC es un fuerte golpe para el gobierno: se queda sin su más fuerte aliado.