Martes 29 de mayo de 2018. Dos días después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El Partido Liberal había quedado en el último lugar con su candidato Humberto de la Calle, y el expresidente César Gaviria se reunió con los congresistas del partido para tomar decisiones. Fue en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, en Bogotá, y allí dirigió al trapo rojo a sumarse a la campaña del uribista Iván Duque.Ese día, Gaviria, jefe máximo del liberalismo, confesó que el candidato Iván Duque lo había llamado para sostener una reunión. Ambos se entrevistaron en el norte de la ciudad. “Hablamos del país, invocó sus raíces liberales, las de su padre y recordó que hizo parte de las juventudes santistas cuando estaban en proceso de formación de estatutos…” dijo Gaviria a sus parlamentarios aquel entonces. “A mi me  interesa que el Partido Liberal entre a la coalición, pero que entre ya”, también le dijo Duque. Así se selló una de las alianzas más controvertidas de la política colombiana. Gaviria, uno de los rostros de la oposición a Álvaro Uribe, terminaba apoyando al candidato presidencial del Centro Democrático. Parecía que Duque había armado “un nuevo frente nacional”, en palabras del senador del Polo Jorge Robledo. Porque además de los liberales, el Partido Conservador, La U y Cambio Radical habían decidido sumar fuerzas para elegir a Iván Duque en la segunda vuelta, en la que se enfrentó a Gustavo Petro.Desde entonces se dio por entendido que Duque llegaría a la Casa de Nariño con una poderosa coalición de respaldo. Pero pasaron tres meses para del anuncio de Gaviria para que el Partido Liberal optara por la independencia frente al gobierno del joven mandatario. El próximo 7 de septiembre (según mandato del estatuto de oposición) todos los partidos políticos con representación en el Congreso tendrán que manifestar si se declaran, o aliados del gobierno, o en oposición, o en independencia. Y aunque falta un par de semanas para esa declaratoria, los liberales ya tienen un pie en esa tercera alternativa. Aunque fueron los primeros de la Unidad Nacional en sumarse a Duque, también serán los primeros en marcar distancia. Esta semana, más de la mitad de los senadores del Partido Liberal le enviaron una carta al expresidente Gaviria para que, como director del partido, se declare en independencia frente al gobierno Duque. Señalan los congresistas que ese camino les permitiría revisar con mayor detalle los proyectos que radique el Gobierno y no respaldar aquellos que consideren perjudiciales para los colombianos, como la reforma tributaria que diseña el ministro Alberto Carrasquilla. Mauricio Gómez Amín, quien fue el cabeza de lista de Senado, señaló que el objetivo es “votar lo que le convenga al país y apartarnos de lo que no le convenga a Colombia estos próximos años. Tenemos la intención de rodear al presidente Duque en las iniciativas positivas para la calidad de vida de los colombianos, pero el partido no votará ninguna reforma que afecte la clase media y que beneficie a los empresarios de este país”.Fabio Amín, otro de los senadores influyentes del partido,  advirtió que el gobierno del presidente Duque no ha sido claro si quiere contar o no con el respaldo del liberalismo durante los próximos cuatro años.Esta carta de los senadores liberales, sorprende más aún cuando hace solo una semana, César Gaviria se reunió con los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana y al final del encuentro dieron una declaración, en tono de reconciliación, sobre la necesidad de apoyar al presidente Duque.En contexto: Uribe, Gaviria y Pastrana: sin quererlo, Duque hizo el milagroSegún se ha conocido estos días, en esa reunión (además de la elección de contralor general) Uribe y Pastrana trataron de convencer a Gaviria que se declarara partido de gobierno, pero este  les señaló no veía un proyecto concertado, una propuesta y que lo que conocía hasta el momento del gobierno Duque “le preocupaba”, por lo que lo mejor para el liberalismo sería manejar las relaciones con el jefe de Estado pero desde la independencia.Gaviria les insistió en que no apoyaría proyectos que no se han concertado, que ponen en riesgo el proceso de paz, y les aclaró que la decisión sería asumida por la bancada de congresistas, y que estos consideraban que sin ser coalición de gobierno podría haber un mejor entendimiento. Aumentar la edad de pensión, que los usuarios paguen el fiasco de Electricaribe, gravar a más colombianos con ingresos de 1.9 millones y ajustar la regla fiscal, son temas que Gaviria no respalda. Aunque el expresidente cree que el gobierno Duque tiene buenas intenciones, ha dicho en recientes reuniones de bancada que por ahora no le ve un rumbo claro. Aparte de estos asuntos, la conformación del gabinete de gobierno también es un asunto que ha preocupado a la bancada de parlamentarios liberales. Por ejemplo, esperaban que el presidente Duque les confiara el desarrollo de alguna política pública, pero ven en el gabinete más técnicos y empresarios que dirigentes políticos. Aunque ya se acerca el primer mes del nuevo gobierno, en el Capitolio no se nota el liderazgo del Ejecutivo. Los liberales se han quejado de que no tienen interlocución y que a pesar de las buenas maneras de Duque, no se les ha hecho un reconocimiento por su apoyo en la segunda vuelta. En ese sentido, insisten en ser independientes. Ya Cambio Radical, el partido de Germán Vargas Lleras, había dado señales de independencia. Ahora, el Partido Liberal también manda las suyas. Por lo visto la gobernabilidad de Duque en el Capitolio se ve amenazada. Vueltas que da la vida.