No hay antecedentes en el actual Congreso de la República de una causa que haya unido a todos los partidos políticos. Más allá de sus diferencias, la semana pasada se produjo un hecho particular. Por unanimidad, el Polo Democrático, la Unidad Nacional, los conservadores, los movimientos independientes y hasta el Centro Democrático le dieron el sí a una ley que terminó por unir a todo el país representado en el capitolio. Un año después de su muerte, y por iniciativa del Polo Democrático, el Congreso decidió aprobar la ley de honores del exmagistrado, excongresista y excandidato presidencial Carlos Gaviria, quien falleció en Bogotá el 31 de marzo del 2015.La gaceta del Congreso de las sesiones plenarias de la semana pasada dejará el registro histórico. Es la primera vez que en el actual Congreso una ley es respaldada por los 102 senadores y los 166 representantes a la Cámara.Y aunque la iniciativa fue promovida por Senén Niño Avendaño acompañada por los polistas Iván Cepeda en el Senado, y el representante Alirio Uribe en la Cámara, los anales del Congreso registrarán que esta ley tuvo como coautores congresistas de diversa tendencia como Roy Barreras (La U), Luis Evelis Andrade Casama (Movimiento Alternativo Indígena y Social), Hernán Andrade (conservador), Horacio Serpa (liberal), Doris Vega (Opción Ciudadana), Paloma Valencia (Centro Democrático), Claudia López (A. Verde).El senador Álvaro Uribe también votó a favor de esta ley de honores. A pesar de sus diferencias políticas, que los llevaron a competir por la Presidencia de la República en las elecciones del 2006, el expresidente y congresista del Centro Democrático es de los pocos que se da el lujo de haber sido alumno de Carlos Gaviria. Dos hombres con ideas diametralmente opuestas compartieron aula de clase en la Universidad de Antioquia en los años 1970.Gaviria ya era un consagrado profesor de derecho, mientras Uribe, quien militaba en el liberalismo, se destacaba entre sus compañeros por ser un fuerte opositor de las tesis de izquierda. En la década de 1970 Uribe asistía a la universidad y entre sus clases estaba la de Filosofía del Derecho que dictaba Gaviria.Allí, en medio de la vida universitaria de los convulsionados años 1970, Uribe fue un contradictor a ultranza de las tesis de izquierda. Gaviria, por el contrario, era un defensor de los derechos humanos y daba sus primeros pasos en la defensa del delito político.Cuando Uribe votó a favor de la ley quiso dedicar algunas palabras a su maestro y contradictor.“La única teoría del Estado que se enseñaba era la dictadura del proletariado y Carlos Gaviria fue un gran maestro sobre los elementos constitutivos del Estado de Derecho. Quiero rendirle un homenaje a su espíritu estudioso, combativo, a su cultura jurídica y general, a su erudición. Me siento muy honrado de que hubiera sido mi profesor y también mi contradictor en la elección presidencial del 2006, cuando tuve el inmenso honor de competir con él”.Gaviria, nacido en el municipio antioqueño de Sopetrán, descolló como un defensor de los derechos humanos. Entre 1993 y el 2001 fue magistrado de la Corte Constitucional. Se le recuerda como el ponente de la sentencia que despenalizó la dosis mínima, que luego intentó ser derogada por una reforma constitucional promovida por el entonces presidente Uribe.También fue el que eliminó la tarjeta profesional para periodistas, argumentando el derecho a la libertad de ejercer el oficio, y promovió la mayor participación de la mujer en cargos del Estado. La eutanasia, los derechos civiles de la comunidad LGBTI, y hasta la paz, que el denominaba “duradera”, calificativo que adoptó la Mesa de Conversaciones de Paz en La Habana, siempre fueron sus causas.La ley de honores, que será sancionada por el presidente Juan Manuel Santos en un evento de gala que se llevará a cabo el próximo mes, no se limita simplemente a exaltar la memoria de Gaviria, sino que además contiene algunas medidas adicionales para lograr un mayor impacto en la memoria de los colombianos, según explica uno de sus autores, el representante Alirio Uribe.Por ello, la ley, además de honrar y exaltar la memoria del maestro y exsenador de la República (artículo 1), encarga a la Unidad Administrativa Especial Biblioteca Nacional, la elaboración de una biografía, recopilación y selección de las obras de Carlos Gaviria, incluidas las sentencias en las que fue ponente, para que sean compiladas y publicadas por el Congreso y difundidas ampliamente como docencia democrática.También se autoriza al Gobierno para que a través del Ministerio de Educación, en asocio con la Universidad de Antioquia, publique un libro biográfico e ilustrativo de la vida de Carlos Gaviria Díaz.También se busca homenajear al maestro Carlos Gaviria Díaz garantizando que algunas entidades que tienen entre sus objetivos y funciones la conservación y la difusión del patrimonio cultural de la nación como la Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC) y Señal Colombia realicen una recopilación y circulen su vida y obra. La ley contempla la instalación de imágenes alusivas a la figura de Carlos Gaviria en lugares representativos de su vida y gestión pública, como su municipio natal Sopetrán; el salón de sesiones de la Comisión Primera del Senado, a la cual perteneció; el salón de la Constitución del Capitolio Nacional, y la sede de la Corte Constitucional.Igualmente se autoriza al gobierno nacional para que a través del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, al cual se encuentra vinculada la sociedad pública Servicios Postales S. A., ponga en circulación una emisión de serie filatélica inspirada en la vida y obra de Carlos Gaviria.También incluye la posibilidad de la construcción de esculturas y dar nombre a lugares para homenajear la memoria del exmagistrado y excongresista.Un año después de su muerte, el Congreso decidió homenajear a Carlos Gaviria, y la ley de honores que se diseño para ello puso de acuerdo a todos los sectores, tanto de izquierda como de derecha.