Con una prueba positiva de covid-19 que conocía desde el 23 de diciembre, una mujer que viajaba entre Bogotá y Pasto abordó un avión de la aerolínea Avianca, pero al llegar a su destino empezó a mostrar signos fuertes de la enfermedad.
Así lo informó este martes la Aeronáutica Civil, según la cual el viaje lo hizo la pasajera el 24 de diciembre, pero no informó a la aerolínea hasta que sus síntomas se hicieron evidentes y tuvo que ser hospitalizada.
Según la información suministrada por las autoridades, de inmediato se activó el protocolo de bioseguridad que aplica en estos casos, el cual consiste en aplicar el cerco epidemiológico, que en esta ocasión fue desplegado hacia 8 personas que, según las autoridades departamentales de salud, estuvieron en contacto estrecho con la mujer.
Las personas permanecen en aislamiento, lo que los mantendrá lejos de las celebraciones de fin de año que acostumbran realizar los colombianos.
El caso está en estudio y seguimiento, puesto que hay mucha tela que cortar alrededor de la situación que se presentó.
Por un lado, se cataloga como una irresponsabilidad el hecho de que la pasajera, a sabiendas de que era positiva para el virus SARS-CoV-2, tomó la decisión de hacer el viaje, mientras que la indicación del Ministerio de Salud en estos casos, es que, una vez se conozcan los resultados de la prueba y la persona sea portadora de la enfermedad, debe permanecer en aislamiento estricto durante 14 días.
Entre tanto, la aerolínea Avianca, previo a un pronunciamiento oficial, confirma que la viajera llevaba tapabocas y lo mantuvo durante todo el vuelo, como es la exigencia en estos casos.
Muchos son los interrogantes que surgen de este caso que genera preocupación, pese a que los pasajeros que estuvieron más cerca de la mujer fueron testeados, pero resultaron negativos. En primer lugar, vale la pena preguntarse cómo fue posible que la viajera pasara todos los filtros del aeropuerto internacional El Dorado, en donde se deben realizar una serie de filtros, como toma de temperatura y preguntas concretas al viajero.
En segundo lugar, el estudio y seguimiento de la situación deberá establecer por qué la mujer no notificó acerca de su estado de salud, pues este hecho podría acarrearle sanciones. Los protocolos estrictos de bioseguridad en un vuelo implican inscribirse y suministrar información exacta del estado de salud y antecedentes relacionados con la covid-19.
La viajera, en la actualidad, permanece hospitalizada, según confirmaron los organismos de salud del departamento, mientras que las autoridades, tanto sanitarias como de transporte, procuran revisar los hechos para llegar a conclusiones.
Pasajeros mienten para no perder los vuelos
En repetidas ocasiones, los médicos, que también han sido víctimas de contagio por pacientes que, en actos irresponsables, con el ánimo de no perder una cita médica –por ejemplo– se toman dos pastillas de Acetaminofén para evitar que el termómetro registre algún signo de fiebre. Igual sucede en los vuelos, pues, para no aplazarlos y arriesgarse a perder el cupo en esta temporada, se oculta la información del estado de salud.
Por esas razones, en Colombia se desató una polémica debido a la no exigencia de la prueba covid en los vuelos, medida que estableció el Ministerio de Salud, con el argumento de seguir las indicaciones de los organismos internacionales como la OMS.
En consecuencia, los usuarios del transporte aéreo quedan a expensas de la autodisciplina y la buena fe de los que abordan un vuelo.
Millones de colombianos necesitan trasladarse de un lugar a otros por múltiples razones. Pero la continuidad del transporte aéreo en la coyuntura de la pandemia, que por demás, es clave para la reactivación de la economía, depende de que se mantenga la bioseguirdad.