Una ola de rechazo e indignación en redes sociales se generó a raíz de una grave denuncia que hizo María Fernanda Echeverry en su cuenta de Instagram y otras redes, donde lamenta el fallecimiento de Homero, su perro de raza American Bully, y quien la había acompañado durante algunos años; la joven asegura que todo fue responsabilidad de la aerolínea Easyfly, que le entregó el perro en un guacal y sin vida.
La joven compró un tiquete aclarando que viajaba única y exclusivamente con su perro y “llego al aeropuerto donde me manifiestan que no puedo viajar con él, jamás nos separábamos, siempre viajaba conmigo las horas que fuese necesario”, relató Echeverry.
Así mismo, en su denuncia asegura que la empresa le informó, al parecer de última hora, que su mascota no podía viajar en cabina, sino que debía ir en bodega, esto argumentando que son políticas de la aerolínea. “Les insistí que lo dejaran viajar junto conmigo, les insistí y les insistí pero fue un no rotundo y que, de lo contrario, perdería mi vuelo. Entonces les manifesté que me dieran una solución ya que sin él no viajaba”, señaló la joven.
De acuerdo con Echeverry, en ese momento la aerolínea le ofreció la posibilidad de que Homero viajara en bodega, por lo que ella les recomendó y “exigió” que ubicaran a su mascota en un lugar seguro y viajara en el guacal que había comprado para que estuviera cómodo. Sin embargo, cuando la joven se bajó del avión se enteró de la triste noticia de que su perro había fallecido durante el trayecto.
“Corrí a verlo para recibirlo con ansias y me encuentro con una escena impactante: estaba (Homero) debajo de todas las maletas sin vida, no lo ubicaron como debían y no le dieron el espacio suficiente para poder respirar, en ese instante supe que mi bebé no había sido fijado adecuadamente y puesto en un lugar donde pudiera llegar a salvo”, señaló la joven en su denuncia.
En algunos videos, se ve cómo la joven recibió a su mascota, la cual se encontraba en el guacal y este estaba envuelto en una bolsa verde. La imagen impactante es cuando María Fernanda se acerca a su perro que estaba inmóvil, ya no se podía hacer nada.
Además, recriminó al personal de la aerolínea porque, al parecer, en ese momento no le dieron explicación alguna de por qué su mascota había llegado sin vida al lugar de destino, “simplemente me lo entregaron como cualquier objeto más, evadiendo cualquier tipo de responsabilidad”, denunció María Fernanda.
En ese sentido, agregó que consultó con un veterinario y alguien experto en transporte de animales de esta raza y le confirmó que el avión en el que viajó no deben ir animales en bodega, “ya que a pesar de que la presurizan cuando alcanza 25.000 pies de altura, baja la temperatura generando hipotermia y posteriormente hipoxia, siendo esta la causa de muerte”, sostuvo.
¿Qué responde la compañía?
Una vez Echeverry hizo la denuncia, cientos de internautas reaccionaron al caso y criticaron la gestión y el procedimiento que tuvo la aerolínea. Por su parte, la compañía emitió un comunicado en el que explica lo sucedido con Homero.
La empresa comienza respaldando su gestión frente al viaje de mascotas en sus aviones. “Durante sus 13 años de operación, Easyfly ha transportado centenares de animales que han viajado en óptimas condiciones, sin embargo, lamentamos informar que el día 13 de enero, durante el vuelo 6967, que cubría la ruta Puerto Asís-Cali, se presentó el fallecimiento de Homero a bordo de la bodega del avión”, se lee en el comunicado.
Así mismo, la aerolínea señala que en el caso de este perro, la dueña, es decir María Fernanda Echeverry, “no presentó la documentación requerida para su transporte en la cabina, que incluye certificado médico de apoyo emocional y carnet de vacunas, por lo que la compañía ofreció a la pasajera la opción de transportarlo en la bodega del avión en un guacal, como procede en estos casos”, explicó Easyfly, agregando que la dueña firmó la autorización.
Vale mencionar que para transportar a un perro vía aérea se debe tener en cuenta que para razas grandes es necesario presentar un certificado de apoyo emocional para que puedan viajar en cabina junto al pasajero.
De igual forma, al parecer la aerolínea no le informó a la pasajera que su perro, al ser una raza a la cual se le dificulta normalmente respirar, podía tener altas probabilidades de morir en bodega por la presión de la altura.
No obstante, la compañía indicó que “como transportadores desconocemos las condiciones de salud con las que los animales abordan las aeronaves, así como las condiciones especiales físicas, emocionales, de temperatura o presión, que el animal puede soportar durante el viaje, por lo que son sus dueños las personas idóneas para determinar si previo cumplimiento de las normas aeronáuticas, los animales pueden o no viajar”.