Un reciente informe de la Cámara de Comercio de Bogotá, mostró el visible aumento de la percepción ciudadana con la inseguridad, indicador que aumentó en un 16 %, al pasar de 60 a 76 % de un año a otro (del 2019 al 2020).
Pero la situación parece ir más allá de la simple percepción. Recientemente, el diario El Tiempo publicó el escalofriante testimonio de un ciudadano que abordó un taxi, luego de bajarse de otro vehículo de transporte público en el que iba con amigos. El transbordo se hizo en la Avenida Primero de Mayo con Caracas, al sur de la capital del país.
El hombre relató que, luego de algunos minutos de abordar el auto de servicio público, de pronto, alguien salió del baúl del carro y le puso un arma cerca del lado izquierdo de la boca. Cuando el pasajero, de 50 años, sintió que lo apretaban por el cuello con brutalidad, intentó defenderse, pero los asaltantes orillaron el taxi, un Hyundai amarillo, y lo golpearon.
Acto seguido, le quitaron todas sus pertenencias: “un IPhone 8, una cadena de oro, un reloj y 900.000 pesos en efectivo”, dijo en la publicación.
El ciudadano que fue víctima de un paseo millonario en hechos ocurridos el 29 de enero, solo habló de los estragos físicos que le ocasionaron durante el atraco y lo llevaron al hospital, donde, no obstante, prefirió no permanecer debido a los riesgos de contagio con coronavirus que hay en estos sitios. Pero estos casos, que estarían presentándose en Bogotá, ahora con más frecuencia, en criterio de los expertos en seguridad, son una práctica criminal tremendamente violenta y que deja secuelas que duran por años en la memoria de las víctimas.
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Se trata de una modalidad de hurto que consiste en secuestrar para asaltar a un ciudadano, generalmente cuando aborda un vehículo de servicio público, como taxis o particulares que trabajan a través de aplicaciones.
El tema está en la mira
En el Concejo de Bogotá, el tema de la inseguridad ha ocupado ya varios debates. La preocupación de los integrantes del Cabildo no es solo por la percepción ciudadana en aumento, pues las cifras de delitos parecen disminuir. Los recursos que le asignaron al tema en el presupuesto del Distrito para el 2021, el cual ya fue aprobado por el legislativo, suenan escasos. Se trata de que la gente pueda salir con confianza y sentirse protegida en las calles, en el transporte público, en los sitios de recreación.
El nuevo ministro de Justicia, Diego Molano, también habló este fin de semana, sobre el tema, y enfatizó en que “la inseguridad que vivimos en las ciudades es una derivación del narcotráfico”, tema este que catalogó como la mayor amenaza para Colombia.
La encuesta de la Cámara de Comercio, basada en la percepción, refleja lo que cientos de ciudadanos están experimentando en las calles, al salir de sus casas, independientemente de la hora del día.
Si bien los hechos ocurridos al hombre del paseo millonario que fue golpeado en el sur de Bogotá, ocurrieron a media noche, las dificultades que trajo el coronavirus, que redujo los ingresos de todo el mundo, está llevando a perder la confianza a la hora de salir.
Los ciudadanos en sus casas escuchan los lamentos de personas pidiendo ayuda. Al salir al entorno en su barrio se sienten inseguros, expectantes ante cualquier acecho. Esa es la percepción que recogió la Cámara de Comercio en la encuesta. Afecta más a las mujeres y llevó al secretario de Seguridad del Distrito, Hugo Acero, a anunciar que la administración tomará algunas acciones, como la exigencia de marcación individualizada de los chalecos de los motociclistas.
El informe destacó que “la percepción de seguridad en el barrio presentó un deterioro al reducirse del 44 % al 41 %”. El tema amerita más atención.