Andrés Pastrana emitió este miércoles un comunicado de prensa, en respuesta a la carta de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.
El comunicado dice lo siguiente:
“1. La comunicación no desmiente en ninguno de sus apartes la carta firmada por los Rodríguez Orejuela sobre la financiación del cartel de Cali y otros narcotraficantes a la campaña de Ernesto Samper en 1994. Por el contrario, ratifica una vez más que el narcotráfico compró la Presidencia en ese momento
2. De manera clara, la comunicación ratifica que Ernesto Samper fue interlocutor de los Rodríguez Orejuela aunque “hace muchos años no hablamos con el doctor Samper”. Ya Colombia conocía la cercanía de los Rodríguez Orejuela con Ernesto Samper y esta carta ratifica esa interlocución.
3. Los escándalos de Chambacú y Dragacol se originaron en el gobierno Samper y fueron ampliamente investigados y juzgados por la justicia colombiana, sin que yo haya estado vinculado.
4. En el año 1994, la Fiscalía General de la Nación encabezada por Gustavo de Greiff, padre de la tesorera de la campaña de Ernesto Samper, Mónica de Greiff, fiscal sin visa a Estados Unidos por sus vínculos con el cartel de Cali y muy cercano a Samper, ordenó una severa investigación sobre mi campaña en búsqueda de dineros del narcotráfico. Dicha investigación duró más de dos años y se cerró con la comprobación plena de que a mi campaña no había ingresado ni un solo peso del narcotráfico.
5. Mi campaña en el año 1994 fue manejada de la manera más pulcra por Luis Alberto Moreno, Hernán Beltz y Claudia de Francisco, sobre quienes no cabe una sola duda sobre su honestidad y quienes jamás han estado investigados por vínculos con el narcotráfico.
6. Durante mi gobierno fueron extraditados más de 100 jefes del narcotráfico. Aunque los Rodríguez Orejuela estaban presos por ese mismo delito, no pudieron ser extraditados entonces porque la Constitución del 91 y la ley que el gobierno Samper tramitó no permitía la extradición por hechos anteriores a su expedición.
7. Toda mi vida he luchado contra el narcotráfico; fui secuestrado por Pablo Escobar. En 1994 tuve el valor de denunciar la entrada de dineros del narcotráfico a la campaña de Samper revelando los llamados “narcocasettes”, prueba reina del proceso 8.000. Por eso fui perseguido por ese gobierno y muchos compatriotas me tildaron de apátrida, por haber hablado con la verdad.
8. Como dice el refrán popular, la verdad duele y quienes la hemos mantenido siempre como una línea de actuación enfrentamos con valentía los ataques de quienes se niegan a reconocerla. Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad (Platón)”.