El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, no está pasando por un buen momento político. Hace algunos días la Procuraduría le pidió al gobierno de Iván Duque que designe a un alcalde ‘ad hoc’ en Cali, que se encargue del trámite de la revocatoria del mandato de Ospina.
El segundo periodo del mandatario al frente de la Alcaldía de Cali ha estado plagado de polémicas, incluso cuando aún era candidato por cuenta de una citación ante la Fiscalía ante una presunta irregularidad en un contrato firmado durante su primer mandato (2008-2011).
Ospina es un político hábil. Logró converger alrededor de su candidatura al Partido Verde, Colombia Humana, La U, los liberales y otros movimientos independientes; sin embargo, cada día se queda más solo. Muestra de ello es la reciente discusión que tuvo con la representante a la Cámara por Alianza Verde, Catalina Ortiz, a pesar de haber sido miembros de la misma colectividad.
Todo comenzó cuando el pasado martes Ortiz se pronunció a través de su cuenta de Twitter sobre el robo a dos policías en el cerro de las Tres Cruces, donde fueron despojados de sus armas de dotación mientras hacían una requisa, cuestionando la gobernabilidad de Ospina. ”La falta de gobierno en Cali es en todas las instancias. Si hasta a la Policía en Cali le roban, ¿qué le espera al resto de la ciudadanía? ¿Dónde está el alcalde? Los caleños nos sentimos desprotegidos y sin dirección en esta ciudad”, escribió la representante a la Cámara.
El alcalde Ospina decidió no quedarse callado y criticó a Ortiz por haber estado “ausente” en la crisis social desatada el pasado 28 de abril tras el paro nacional. “Algunos querían ‘solucionar’ el estallido social de abril 28, a punta de sangre y fuego, sangre que por supuesto no sería de ellos. Hoy más que nunca estoy convencido que si esa ruta se hubiese asumido, estaríamos todavía en guerra”, trinó. En ese sentido añadió: “Las críticas de los voceros del odio son superables, pero cargar con la muerte de miles de ciudadanos NO. Estoy orgulloso de alentar el diálogo cuando querían imponer la insensatez de la muerte. Allí, Catalina Ortiz, la historia te juzgará por ausente cuando tu pueblo te necesitaba”.
Sin embargo, la discusión no paró allí. En otra declaración, la congresista calificó de “cobarde” e “incompetente” al mandatario local: “Nada que delate más la incompetencia (y la cobardía), que endilgar la responsabilidad a los demás. Orgullosa de mi labor por Cali y firme con mi gestión por jóvenes y empresas, entre otros. Deje el odio, alcalde @JorgeIvanOspina ¡y gobierne!”, señaló.
Nuevamente, el alcalde Ospina la criticó por haber estado “ausente” para la ciudad e incluso le dijo “patética”.
“¿Odio? Pero para nada, somos amor y responsabilidad, pero ante todo jamás nos escondemos frente a nuestros problemas. Su liderazgo de papel ausente en los momentos más difíciles de nuestra amada Cali, TODOS estuvieron sin importar ideología, ayudando. Usted la señora ausente, PATÉTICA”, aseveró.
Entre tanto, la popularidad del alcalde Ospina apenas ronda el 18 %, según las últimas encuestas. Los caleños no le perdonan realizar una feria virtual y un alumbrado público por más de 23.000 millones de pesos en pleno segundo pico de la pandemia y con la ciudad en quiebra por las medidas restrictivas para frenar el virus.
El lío de esos contratos lo puso en el ojo del huracán, luego de que un grupo de veedores revelara los pormenores de lo firmado. Concejales y hasta contratistas advierten que en los 169 contratos firmados entre enero y diciembre de 2020 hay “irregularidades asombrosas”.