Las autoridades confirmaron el fallecimiento de la patrullera Ludy Marcela Granados Arias, de 22 años, quien se habría suicidado en una sede de la Fiscalía, en Bogotá, en la tarde del martes 29 de noviembre.
De acuerdo con la información recolectada por la Sijín de la Policía, la patrullera falleció dentro de la sede de la Unidad de Delitos contra la Fe Pública de la Fiscalía, en el edificio Manuel Gaona ubicado en la carrera 33 con calle 18, tras haberse disparado dentro de su oficina.
Los testigos del hecho aseguraron que la joven patrullera salió de una reunión con su superior para luego ingresar a una oficina del segundo piso, se sentó en una silla y accionó su arma de dotación, quedando gravemente herida.
En medio de la conmoción, los compañeros de la patrullera la auxiliaron y la trasladaron al hospital Méderi, adonde llegó sin signos vitales.
La joven se encontraba haciendo revisión de casos y consignas durante los últimos minutos antes de su fallecimiento, antes de atender la reunión con su superior. La Policía aseguró que se pronunciará sobre el caso en las próximas horas, mientras que algunas versiones aseguran que una discusión con su superior habría sido la causante de que la joven decidiera quitarse la vida.
Sus demás compañeros aseguraron que no mostraba signos de depresión ni nada parecido.
Hace solo dos semanas se conoció el caso de otro patrullero en Cartagena que apareció ahorcado en su casa.
La Policía Metropolitana de Cartagena informó sobre el hallazgo del cuerpo sin vida del patrullero Iván Darío Robles Corrales. Según la institución, el cadáver fue encontrado a eso de las 6:50 p. m. en la vivienda del uniformado.
“Se destinó un equipo interdisciplinario integrado por un psicólogo y una trabajadora social, para brindar acompañamiento a los familiares”, informó la Policía.
SEMANA conoció que, al parecer, el patrullero se habría ahorcado. Las autoridades, hasta el momento, no han profundizado en lo sucedido.
Robles Corrales tenía tres años en la Policía Nacional y laboraba como integrante del CAI Nelson Mandela de la ciudad de Cartagena de Indias. Residía en el barrio La Central.
“Extendemos un mensaje de solidaridad a la familia del extinto patrullero acompañándolos en estos momentos de dolor, ante la inesperada partida de su ser querido”, expresó la Policía en un comunicado de prensa.
Entre tanto, en octubre de este año, también se conoció el caso de suicidio de un policía de 26 años en Sonsón, Antioquia.
De acuerdo con la información preliminar del Departamento de Policía de Antioquia, el uniformado se habría quitado la vida en la estación de policía, aproximadamente a las 10:30 p. m. del 3 de octubre.
Desde la institución están investigando los hechos que tienen con tristeza a los compañeros y familiares del policía. Sin embargo, desde el Departamento de Policía de Antioquia no han dado más información sobre los hechos ni los motivos que posiblemente lo llevaron a quitarse la vida.
A comienzos de septiembre pasado, un hecho sacudió al pequeño municipio cafetero de Quimbaya, en Quindío: el suicidio de un estudiante de solo 13 años, que fue hallado sin vida en su casa. El menor parecía llevar una vida normal, tenía buenas calificaciones y vivía bajo el cuidado de una madrina.
Era el tercer caso de este tipo que se registraba en apenas cuatro días, lo que encendió las alarmas de las autoridades. Una de ellas, la del gerente del Hospital Mental de Filandia, Jhon Carlos Buitrago, fue la que causó más preocupación. Según denunció, pese a la alta demanda de niños y adolescentes con afectaciones graves de salud mental en el departamento, solo existen dos psiquiatras para la atención de menores en toda la región.