Luego de conocerse el proyecto de ley de Reforma Tributaria del gobierno de Gustavo Petro, el cual fue radicado el lunes 8 de agosto ante el Congreso de la República por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo; el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Motoa, se pronunció al respecto mostrando así su preocupación sobre algunos aspectos del articulado.

Este proyecto buscará recaudar 25,9 billones de pesos, según lo estipulado en su texto, y le apunta, tal y como se había anunciado, a nuevos tributos con los que buscan más de 2.1 billones de pesos para 2023.

El impuesto a bebidas azucaradas se gravará en función del contenido de azúcar por cada 100 mililitros, mientras que el de los alimentos como snacks, embutidos y polvos para preparaciones, entre otros, será del 10 % sobre el valor de cada uno de estos productos.

Así mismo, esta reforma le llegará a las personas cuyos ingresos mensuales superen los 10 millones de pesos, se deja en firme la propuesta de acabar con los días sin IVA, que le estarían costando al país más de 590 mil millones de pesos.

“Es improcedente el impuesto a las personas pensionadas con más de $10 millones. Aunque son un porcentaje pequeño, es injusto que quienes gran parte de su vida trabajaron para lograr un ingreso en su vejez ahora deban someterse a un nuevo impuesto. Ya es suficiente con un aporte del casi del 12% a la salud”, aseguró.

Motoa además consideró que el nuevo impuesto a los combustibles podría afectar gravemente a la cadena productiva y la clase media: “los tenderos, productores y la canasta familiar se verían perjudicados y más en medio de una inflación histórica que vive el país”, explicó el Senador vallecaucano.

Otro cambio que llegará, sí se aprueba esta iniciativa, está con las rentas exentas y deducciones, que bajarían de 5.040 UVT (120 millones) a 1.210 50 (millones), con lo cual queda cumplida la promesa de que se eliminarían muchas exenciones tributarias, con miras a llegar a las personas de mayores ingresos.

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo que con esta reforma se reducirán los beneficios tributarios a los segmentos con mayores ingresos, para redistribuir la riqueza y llegar a los sectores más vulnerables de la sociedad.

“Con este proyecto se suman todas las rentas líquidas gravables y se aplica una única tabla de tarifas marginales, los beneficios tributarios se mantienen, pero se limitan y no se modifica el umbral del ingreso a partir del cual se tributa, que fue uno de los temas que más golpeó en la pasada propuesta”, explicó.

Con esta nueva reforma también se eliminan los tratamientos tributarios preferenciales para los precios de los combustibles en las zonas de frontera y se mantienen los 3 puntos porcentuales adicionales al impuesto de renta de las actividades financieras. Otro punto que llama la atención es el impuesto que se quiere poner al carbón, al petróleo y al oro.

“Otras medidas tributarias son las que dirigimos a las zonas francas, donde los beneficios deben ser para las empresas que quieren exportar, no para las que no quieran, aquellas empresas que están allí y no exportan, sencillamente están compitiendo de forma injusta con aquellas que están por fuera, ya que tributan un 15 % menos, buscaremos ponerles un mínimo de exportación”, dijo Ocampo.

La reforma tributaria también propone una revisión de las tarifas de ganancias ocasionales de empresas al 30 %, en consistencia con la tarifa aplicada a personas naturales. si bien ya se dijo lo de los días sin IVA, este texto también busca la exclusión del IVA para algunos bienes importados cuyo valor no exceda los 200 dólares.

Si bien la meta de esta reforma es de 25,9 billones de pesos, desde el Ministerio de Hacienda se advirtió que la idea es llegar a los 50 billones de pesos para 2026, enfocándose principalmente en la reducción de la evasión. La renta y patrimonio a personas naturales, junto con la renta a personas jurídicas explican más del 50 % de la meta del gobierno para este año.