En medio del huracán que desató la llamada ‘sneyderpolítica’, el futuro de las reformas de Gustavo Petro se ve enredado. En el Congreso hay miedo de apoyar estas iniciativas, pues se anticipa que se abrirán investigaciones en la Corte Suprema contra decenas de parlamentarios cuando Sneyder Pinilla y Olmedo López prendan su ventilador. Se sabe que entre 15 y 30 congresistas estarían involucrados.
Pero al lado de ese escándalo, otras reformas tienen problemas en el contenido de lo que se tramita. Por ejemplo, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, aseguró que uno de los ejes de la pensional no cuenta con el respaldo de ese organismo. La reforma propone que sean ellos quienes administren una bolsa enorme de dinero de esas mesadas, pero jurídicamente la entidad no tiene la competencia para hacerlo.
Villar se refirió a esa propuesta que se aprobó en el segundo debate de la reforma pensional y que pondría a que sea el Banco de la República el que administre el fondo de ahorro del pilar contributivo, en el cual se guardaría una parte del aporte mensual de los actuales cotizantes, para así poder pagar la mesada de los pensionados del futuro.
“El proyecto plantea que se conforme con un ahorro nacional, que se contabilice separadamente, y da la posibilidad de que se entregue al Banco de la República para que lo administre y eso se tendría que realizar con mucho cuidado, en concordancia con las funciones constitucionales del Banco, sirviendo como agente fiscal del Gobierno”, le dijo a SEMANA.
Villar dijo que la entidad prepara una comunicación con respecto a su posición frente al manejo de los recursos del nuevo fondo de ahorro pensional, el cual requerirá un aval explícito del Congreso y que definitivamente debe pasar por el principio de que la responsabilidad del Emisor es solo como administrador, no sobre las pensiones futuras, ni sobre las cotizaciones.
El gerente volvió a tocar el tema en una entrevista en el diario El Tiempo. “Lo que podría adelantar es que para que sea viable que el banco administre un fondo de ahorro como el que se genera en la reforma pensional, se necesita que ello se haga en el marco de su función constitucional como agente fiscal del Gobierno. Ello, a su vez, requiere que la propuesta sea avalada explícitamente por el Gobierno”, le dijo al periódico.
“El Banco no puede tener responsabilidad alguna sobre las mesadas de pensiones futuras, como se insinúa en algunos apartes del proyecto de ley aprobado por el Senado. En un sistema pensional de prima media como el que maneja Colpensiones, la responsabilidad de las pensiones futuras es íntegramente de esa entidad y del Gobierno nacional. Habría que aclarar también que una entidad como el Banco de la República tendría que delegar esa administración en agentes especializados, tal como lo ha hecho tradicionalmente en fondos como el FAE. Los detalles sobre las inquietudes que estamos analizando en el Banco de la República los expresaremos en una comunicación al Congreso tras la discusión que ya hemos iniciado con los miembros de la junta directiva del Banco”, agregó.
Y reveló un dato clave: el Gobierno propuso esa función al banco, sin hablar con ellos. “El texto, tal como se aprobó hasta el momento, no había sido discutido con el banco. El Gobierno tenía una propuesta diferente y no nos ha manifestado que se haya dado un aval al texto aprobado por la plenaria del Senado”.
Varias voces de expertos habían alertado que esa función no podía dársele al Banco de la República. Una de ellas es el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo
“El hecho de que el Banco de la República administre el fondo de pensiones, no significa que se va a administrar de una manera más eficiente. Todos hemos señalado que la administración de ese fondo debiese recaer en alguien que tuviera profesionalismo, que estuviera preparado, entre otras, además para administrarlo de manera exitosa y eficiente. Y por eso, claramente la opción nunca ha sido Colpensiones, donde hay burocratización, donde hay politiquería y problemas de integridad, entre otros temas, pero por lo que esta declaración sugiere nos devuelve sobre lo que señalaba yo: no necesariamente el Banco de la República es la mejor opción, sobre todo porque como se declara aquí públicamente se hace una administración basada en el principio de agente fiscal en donde, como lo dice el gerente del banco, es una obligación de medio y no de resultado”, agrega.
Restrepo explica que lo que hay que lograr es una obligación también de resultado, que ese ha sido el éxito de los fondos privados de pensiones que se han administrado también con la intención de generar altísimos niveles de rentabilidad. “Entonces, si el propósito y la vocación no es generar una buena rentabilidad, también además de una buena administración, pues en mi opinión no se está cumpliendo con el propósito de la administración eficiente de esos recursos tan significativos que hay que multiplicar para que sean fuente de crédito y de ahorro de largo plazo de nuestro país”.
El exministro asegura que hoy el 70 % del ahorro del país viene de rendimientos. Y si la rentabilidad no es la prioridad, no se hará una buena gestión de los recursos, pues al final la idea es que en el largo plazo haya una mayor cantidad de ahorro.
En una reciente entrevista con SEMANA, Restrepo había hecho un análisis profundo sobre la pensional. “Creo que Colombia necesita esa reforma porque hay que corregir temas como, por ejemplo, la competencia malsana entre el régimen de ahorro individual y el de prima media. Se necesita un esfuerzo para atender más adultos mayores. Hay que avanzar en que la reforma pensional pueda enfrentar ese modelo que existe en donde los pobres terminan subsidiando a los ricos. Pero mi punto es que la forma, como está hoy diseñada, tiene unas preocupaciones de fondo”.
Otra de las preocupaciones que había expresado es el enorme impacto que esta tendría sobre los colombianos más jóvenes, a quien él llamó los “paganinis”. Agregó que, como está diseñada, no es sostenible a largo plazo. Y explicó que se requeriría otra reforma modificando parámetros.
“Significaría que los jóvenes terminan aportando una proporción mayor de su ingreso a las pensiones y el cálculo sería que ese aporte sube del 16 % al 37 %. Eso lo pagarían ellos o el Gobierno nacional, que tendría que asumir un déficit del orden de casi cuatro reformas tributarias. Esa desfinanciación se deriva de que, en la propuesta de reforma, no nos atrevimos a tocar lo que debemos tocar: la edad, el ingreso base de liquidación, entre otros”, dijo.