El reconocido periodista caleño Wilson Morales, quien hasta hace un mes integraba el equipo periodístico del medio local Radio Reloj, informó en sus redes sociales que, debido a una serie de amenazas e intimidaciones, tuvo que huir del país y solicitar asilo en Europa.

“Un mes después de haber salido de mi país rompo mi silencio. Tuve que salir de Colombia, en medio de amenazas, intimidaciones y persecuciones que fueron subiendo de tono con mensajes por Messenger y WhatsApp, hasta lo último que fue una interceptación de dos hombres en motocicleta, quienes me apuntaron con un arma de fuego y me dijeron que, para la próxima, la iban a accionar. Eso me llevó a tomar la decisión”, cuenta Morales.

Afirma que dichas intimidaciones iniciaron justo después del cubrimiento del paro nacional en Cali, ciudad que se convirtió en el epicentro de las protestas y donde ocurrieron asesinatos, así como actos de vandalismo en medio de los bloqueos.

“Tomé la decisión, una decisión bastante difícil de dejarlo todo: mi vida, mi trabajo, mi familia y mis padres. Acá estamos, vamos a arrancar de cero y seguro que de la mano de Dios todo saldrá bien. Pido que en Colombia se investigue, porque invitan a la gente a denunciar, pero cuando lo hacen pareciera que no pasa nada. Tengo que decir que estas intimidaciones se dieron días después del cubrimiento de las protestas. Me decían: ‘Periodista sapo, periodista de izquierda’, ‘ya sabemos por dónde te movés’”, agregó el comunicador.

También denunció que en varias ocasiones acudió a la Fiscalía para alertar sobre lo ocurrido. “Se pusieron las respectivas denuncias, tengo pruebas: pantallazos, audios, videos de algunos seguimientos de los cuales me di cuenta por las cámaras de seguridad de donde trabajaba, así como del lugar donde vivía. La Fiscalía me dijo que, a lo largo de la investigación, las iba ir aportando, pero nunca me las pidieron. Nunca las entregué, y un mes después me llega un correo donde me argumentaban que el caso se cerraba, prácticamente me dieron a entender que era una situación propia del ejercicio de la profesión de periodista. Palabras más, palabras menos que los periodistas estamos expuestos a este tipo de situaciones y no vieron un agravante para continuar con la situación”, señaló Morales.

Durante las protestas en Cali, los periodistas fueron objetos de varios hechos violentos como intimidaciones y robos de sus equipos de trabajo en varios puntos de la ciudad, principalmente donde había bloqueos permanentes.