Luego de que se conociera que un adulto mayor murió en Cali, porque un agente de tránsito impidió el paso del vehículo que lo llevaba a un centro asistencial, argumentando que habrían pasado un semáforo en rojo, la Personería de esa ciudad abrió una investigación preliminar contra el funcionario.

La Personería reveló, además, su “profunda preocupación” frente a los hechos, en los cuales se vio comprometida la vida de una persona de la tercera edad. ”Lamentamos profundamente lo sucedido y tomaremos las acciones pertinentes con respecto al actuar de estos funcionarios públicos; no podemos permitir que casos como estos se repitan en la ciudad”, indicó el personero de la ciudad, Harold Andrés Cortés Laverde.

Cortés Laverde agregó que “si bien es cierto que nuestra tarea como funcionarios públicos es velar por el cumplimiento de la ley, debemos tener la capacidad de dilucidar y ponderar las acciones a tomar para, a la par, garantizar los derechos humanos en cada situación, y sobre todo cuando el derecho involucrado es el de la vida, que debe primar por encima de los demás”.

La denuncia pública

La denuncia fue hecha por Jesica Portillo, quien en su cuenta de TikTok subió un video en el que expone que un uniformado perteneciente al Tránsito en Cali no permitió que la mujer y un abuelo que se encontraba en delicado estado de salud se movilizaran por la ciudad.

De acuerdo con las declaraciones de Portillo, el policía prefirió detener el vehículo por pasarse un semáforo en rojo, que dar vía libre a la mujer para que ella pudiera llevar a su acompañante a un hospital.

“Estoy aquí con este agente de tránsito, mírenlo, tengo un abuelo enfermo en el carro y él se atreve a pararme porque me pasé un semáforo en rojo; me dice que me va a pedir una ambulancia; me dice que me va a inmovilizar el carro, y llevo aquí más de diez minutos con el abuelo allí enfermo; lo ve moribundo y así y todo es inhumano. ¡Inhumano, oyó, se lo digo de frente! Se lo digo como ser humano, no como tránsito”, dijo la mujer, que tiene una fundación de abuelos en el barrio Ciudad Jardín, de la capital vallecaucana.

Portillo aseguraba, notablemente ofuscada por la situación, que el policía le exigía esperar hasta que llegara una ambulancia, y la amenazaba con no solo colocarle el comparendo, sino también llevarse el vehículo si ella no se calmaba.

“Ojalá su familia nunca se enferme y usted nunca pase por la situación que yo estoy pasando, oyó, señor tránsito”, añadió.

“El abuelo se murió”

Sin embargo, en otro video que unió al primero, Portillo comunicó que, infortunadamente, el abuelo perdió la vida. Al parecer, los minutos en los que el policía la tuvo retenida fueron esenciales para que el adulto mayor falleciera.

“Ese video que hice, ojalá el Tránsito lo vea. Porque quiero decirle que el abuelo se murió. Tal vez no sea culpa suya, señor agente; no es culpa suya que el señor se haya muerto. Pero minutos son esenciales a veces para salvarle la vida a alguien. Por eso no se llamó la ambulancia, sino que apenas yo llegué a la casa me llevé al abuelo. Por eso era la urgencia. Si tal vez usted no nos hubiera retenido, yo no sé si el señor se hubiera salvado, no lo sé, pero queda la duda”, dijo la encargada de la fundación, con los ojos aguados y total indignación por esta situación.

Recalcó que, aunque entiende que la obligación del policía era detenerla tras pasarse el semáforo en rojo, también hubiese sido un gesto de humanidad que él, al ver la escena, le hubiera permitido marcharse o incluso acompañarla al centro médico más cercano.

“Si alguien te dice las razones, hay que creerlas. Porque no nos vemos como delincuentes. Te mostramos carné de enfermeros; te mostramos un abuelo moribundo; y aun así decidiste pedirnos papeles, decirnos y amenazarnos que ibas a llamar a una ambulancia para poder inmovilizarnos el carro si yo seguía en la actitud en la que estaba, la cual es comprensible porque yo te estaba explicando que me devolvieras mis papeles para poder llevar al abuelo a un centro hospitalario”, concluyó la mujer.