Mientras hacía la eterna fila en la entrada del Consulado en Orlando, Florida, en los Estados Unidos, un hombre mayor de edad fue tomado por la fuerza, tirado al piso y esposado por hombres de la policía de ese país. Su falta, si así se puede llamar, fue tratar infructuosamente de ser atendido en esta sede diplomática de la que los colombianos están cansados. No reciben atención para lograr citas y hacer los trámites, mientras hay personas que cobran por el turno. Los famosos tramitadores, a la colombiana.

Lo que se ve en el video le ocurrió al coronel (r) Michel Plazas Vega, hermano del también coronel (r) Alfonso Plazas Vega, mientras trataba de hacer un simple trámite para demostrar su supervivencia y poder cobrar su mesada pensional.

Sin embargo, todo se salió de las manos y ahora está enfrentando tres cargos por supuestamente resistirse al arresto, atacar a la policía y entrar a un predio sin autorización. De acuerdo con los videos en poder de SEMANA, esto nunca ocurrió, por el contrario, la policía inmovilizó a este hombre de edad adulta, todo en la cara del cónsul Rafael Orozco, quien abrió la puerta y se hizo el loco.

En la imagen del video se puede ver cómo en el corredor de ingreso a la oficina del consulado, de un momento a otro, dos policías toman a Michael Plazas Vega, lo inmovilizan y lo tiran al piso, mientras una mujer, también uniformada, retira de forma amenazante a las demás personas para que nadie intervenga ante semejante arbitrariedad.

La mujer es protagonista en esta historia y en muchas, se llama Virginia Olmo, es de origen puertorriqueño y presta seguridad en el Consulado de Orlando, aunque pareciera que su trabajo fuera maltratar, gritar y “tirarles” la policía a los colombianos que se acercan a la sede diplomática en busca de ayuda.

En el video se ve cómo Michel Plazas Vega queda boca abajo y, aunque es evidente que no opone resistencia, lo agarran, le ponen las manos en la espalda y lo esposan; su hermano, José Ricardo Plazas Vega, apenas pide que cesen los abusos y no interviene por no aumentar el problema; tiene claro que cualquier reclamo a un uniformado en los Estados Unidos puede llevar a un lío de marca mayor.

Michel Plazas Vega, por lo pronto, entabló medidas judiciales contra los policías que lo atacaron por abuso de autoridad, pero ese es un proceso largo y costoso, que hasta ahora empieza.

Virginia Olmo, una mujer de origen puertorriqueño, es la vigilante del consulado. Los colombianos se quejan de su maltrato. | Foto: Pantallazo.

La señora Claudia Herrera, esposa de Plazas Vega, se cansó de esa arbitrariedad y no está dispuesta a guardar silencio, y es quien está al frente de la demanda. En diálogo con SEMANA señaló: “Todo fue un abuso, a mi esposo se lo llevaron preso, le pusieron tres cargos que le pueden dar 11 años de cárcel a un hombre con un récord limpio. Nos tocó pagar 3.000 dólares de fianza y estaba vuelto nada. Para completar, tuvimos que contratar una abogada, porque no estamos dispuestos a dejar esto así”.

Herrera, quien también tiene ciudadanía americana, ejerce liderazgo entre los colombianos que viven en La Florida, incluso fue candidata al Congreso y emprendió por su cuenta una campaña para destapar el maltrato al que son sometidos en la sede diplomática. Con claridad, señala al cónsul Rafael Orozco.

¿Qué pasó en el Consulado?

El asunto era un simple trámite, así lo contó Claudia Herrera. “Michel y José Ricardo Plazas Vega se acercaron al Consulado para realizar los trámites de supervivencia, los dos son pensionados. Sin embargo, José Ricardo había extraviado su cédula colombiana, por lo cual no lo iban a atender; su hermano Michel sí tenía el documento y se acercó a la puerta principal con la identificación en mano, ahí es cuando se da el ataque”.

Nada de esto habría pasado si la atención del Consulado fuera la adecuada, pero incluso es evidente en el video que el cónsul, Rafael Orozco, se hace el que no pasa nada aun cuando es evidente el maltrato al colombiano.

Pero no se trata sólo de la actitud del cónsul Orozco, las quejas de los ciudadanos que acuden a esta sede diplomática para hacer los trámites son constantes, nunca tienen respuestas, pasan semanas sin lograr la atención y, lo peor, al mejor estilo de la Cancillería en Colombia con los trámites del pasaporte, ahora toca pagar tramitadores para lograr la anhelada cita, de lo contrario, no pasa nada.

Incluso los colombianos saben que es el único camino. Las citas las dan el viernes después de las 4:00 p. m. en una plataforma digital y, por más que se conecten a tiempo, nunca aparece la cita. Contrario a lo que ocurre si deciden pagar unos dólares: como por arte de magia aparece el agendamiento.

Denuncia

SEMANA recibió las denuncias de varios colombianos, todos se quejan por la atención y hasta mostraron cómo en grupos de Facebook y de WhatsApp los tramitadores, con descaro, ofrecen sus servicios, con garantía de éxito.

Algunos de ellos incluso estuvieron el día que se presentó el maltrato a Michel Plazas Vega y todas las versiones coinciden. Nunca hubo alteración ni grosería, simplemente la solicitud de que le permitieran concluir el trámite. Todos señalaron sin ambages a la “altanera” puertorriqueña que cuida la entrada del Consulado.

Un audio en poder de este medio deja en evidencia cómo un hombre llamado Hoover, de acento paisa, ofrece su servicio para el trámite, citas y documentos. Cobra entre 50 y 100 dólares y, con descaro, da garantía de éxito. Lo que resulta más desconcertante es que el trámite lo hace desde Colombia, es más fácil sacar la cita para él que para los colombianos que viven en Orlando.

Y maneja su propio tarifario, 50 dólares sólo por la cita si es sólo para pasaporte; si es cédula y pasaporte, el valor es 70 dólares. El “cliente” debe pasar los datos principales, documentos, dirección; con la consignación la cita está asegurada y únicamente tarda de una semana a la otra. Por el contrario, hay personas que le han manifestado a SEMANA que pasan meses y no logran la atención.

El hombre incluso dice que la vuelta que se necesite, cualquier tipo de trámite, la puede hacer sin ningún problema.

Más casos

Las arbitrariedades se cuentan por decenas e incluso hay pruebas. En el siguiente video se ve cómo otra colombiana tramitó sus citas, no la quisieron atender, temblorosa hace el reclamo por la nula colaboración y por la dificultad para acceder a las famosas citas que dan los viernes.

La respuesta, igual que la que reciben los colombianos una y otra vez: los ignoran y, de nuevo, aparece en escena la altanera portera que le manda a la policía. En este caso, no pasó a mayores porque el agente dejó claro que dentro del Consulado no era su jurisdicción. Sin embargo, la mujer no pudo hacer su trámite.

La respuesta

Con testimonios, pruebas y denuncias de casi una decena de colombianos, a lo que se suma la imagen del video del maltrato a Michel Plazas Vega, en medio del cual el cónsul Rafael Orozco abrió la puerta e ignoró la situación, SEMANA se comunicó con el representante diplomático.

Le fueron enviados varios mensajes para conocer su versión, por qué no hizo nada para proteger a Michel Plazas Vega y sobre la pésima atención que denuncian, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.

Sin embargo, para el canal Univisión, uno de los más vistos por la comunidad en Orlando, emitieron un comunicado que indignó mucho más a los ya maltratados colombianos. “En caso de alteración del orden público al exterior de la oficina, como ocurrió en este caso, el estar el señor Michel Plazas Vega intencionalmente bloqueando la puerta para el ingreso de los demás connacionales al Consulado, el vigilante puede dirigirse a las autoridades de policía”, así justificaron el ataque.

Habla la víctima

Michel Plazas Vega, al momento de ser inmovilizado por los policías. | Foto: Pantallazo.

Ante la respuesta de la sede diplomática, que más que respuesta era una justificación del ataque al militar retirado, SEMANA buscó la versión del hombre de casi 70 años que fue tirado al piso y esposado como si se tratara de un criminal.

SEMANA: Por favor, cuéntenos qué fue lo que pasó el día que fue golpeado por las autoridades.

Michel Plazas Vega (M. P. V.): El 15 de septiembre de 2023, con el fin de completar la supervivencia, iba acompañado de mi hermano, que iba a realizar el mismo trámite.

Al llegar, fuimos enfrentados agresivamente por una guardia de seguridad, Virginia Olmos, empleada de Eagle Security and International Protection de Kissimmee. No permitió que mi hermano entrara porque había perdido su documento de identidad colombiano, que sólo se puede obtener solicitándolo dentro del Consulado.

Solicité hablar con el cónsul y esperé a ser atendido por un funcionario consular. Sin embargo, en lugar de ser atendido, Olmos buscó a los agentes Craig Adler y Robert Andrews, del Departamento de Policía de Orlando, para agravar la situación.

Una vez informado de que mi hermano no podía entrar, le expliqué que yo poseía mi cédula colombiana y que podía hablar con el cónsul sobre la situación de mi hermano. Al intentar levantar la mano para entregar el documento a Olmos, los agentes de la OPD me golpearon repentinamente y sin previo aviso; me tiraron contra la pared por la camisa y me derribaron, utilizando sus rodillas y su peso para inmovilizarme y golpearme. Fui esposado, arrastrado por el suelo por el estómago, fichado e interrogado por los correccionales del condado de Orange sin que en ningún momento se me informara de mi detención, de los cargos que me imputaban ni se me leyeran mis derechos Miranda.

SEMANA: ¿Se trata de un caso de abuso policial?

M. P. V.: Pienso que sí, porque los policías jamás me dijeron nada. De un momento a otro, uno de los policías me empujó hacia la pared y me tiró al piso, su compañero se le unió y me propinaron muchos golpes con los puños y con las rodillas. Sufrí golpes en diferentes partes de mi cuerpo, por lo que necesité ir a la sala de emergencias después de pagar una fianza de 3.000 dólares. La policía hizo un uso excesivo y desproporcionado de la fuerza contra mí sin provocación previa, e independientemente del hecho de que yo nunca toqué a ningún agente, la OPD me ha acusado de golpear a un agente, resistencia violenta a la autoridad y allanamiento de morada.

SEMANA: ¿Qué medidas va a tomar?

M. P. V.: Contraté los servicios de una abogada muy competente para que me defienda de los cargos criminales que se me están imputado, como el de afirmar de manera mentirosa que ataqué y le propiné golpes al policía. No solamente me defenderé, sino que exigiré justicia por este atropello.

SEMANA: ¿Lo que le ocurrió es la consecuencia del pésimo servicio en el Consulado de Orlando?

M. P. V.: Sí, el principal problema del Consulado es que el servicio es pésimo, jamás hay citas, nunca responden el teléfono, los e-mails. Lo que me sucedió a mí ha sido lo más grave, pero hay muchas quejas, reclamos, videos de muchos compatriotas que han tenido y tienen problemas.

Segundo, se ha llegado a los intermediarios y que la gente pague para conseguir una cita, muchos han durado hasta un año para conseguir cita y, si no es con derecho de petición o pagando, no se consigue.

Tercero, tienen una vigilante que permanece en la puerta; esa puerta está cerrada y sólo entra quien ella autorice, revisa los documentos que los colombianos llevan para cualquier trámite y toma decisiones sin consultar con los funcionarios consulares. No es parte del cuerpo diplomático, no es colombiana, pero nada se puede realizar sin su consentimiento.

SEMANA: ¿Qué está pasando en el Consulado?

M. P. V.: Se puede evidenciar, por tantas quejas que se leen en redes sociales y derechos de petición impuestos por los colombianos, que algo no está funcionando. En cuanto al funcionamiento de la parte interna del Consulado, me dejó un sinsabor muy grande el hecho que el cónsul Rafael Orozco, un diplomático de carrera con mucha experiencia, no hubiera hecho nada para evitar que me dieran semejante golpiza a pesar de mi llamado insistente. Se limitó a abrir la puerta, mirar y volverla a cerrar.