Gustavo Petro llegó hasta el llanto con el triunfo de Gabriel Boric en Chile.
Estaba en una celebración navideña familiar cuando conoció la noticia sobre el nuevo presidente de Chile y dijo que estalló en llanto de emoción.
Para Petro no hay duda de que la elección de Gabriel Boric en Chile y de Xiomara Castro, en Honduras, es manifestación clara de una “nueva oleada latinoamericana”.
Gustavo Petro cree estar seguro de que la próxima elección de esa “nueva oleada” de mandatarios “progresistas” –no admite ser de izquierda– será la suya.
“Estamos caminando por senderos que confluyen en una nueva historia latinoamericana”, dijo, todavía emocionado.
Cuando SEMANA le preguntó si acaso entendía el triunfo de los mandatarios de izquierda en Chile y Honduras como un presagio de la suya, fue categórico: “Sí”.
Claro, Petro le mete poesía al cuento y entonces asocia al Chile de hoy con el de Salvador Allende, Pablo Neruda y Víctor Jara, todos símbolos de la revolución en Chile, en los años setenta.
“Es como si Pablo Neruda o Salvador Allende volvieran a revivir. O García Márquez, en Colombia”, afirma apretando sus manos.
“Boric representa la juventud latinoamericana. Él era uno de los dirigentes estudiantiles en una enorme movilización que buscaba la educación pública gratuita en Chile. Y en 10 años se transformó en presidente. Si estuviera en Colombia sería vándalo, criminal, terrorista, por luchar por la educación pública”, aseguró.
De hecho, dijo: “Boric tiene la misma propuesta al sistema pensional chileno –que es el mismo sistema de Colombia– que la que yo he propuesto”.
El líder del Pacto Histórico se siente muy identificado con el nuevo mandatario del país austral y ya sueña con unir voluntades para avanzar juntos en el cambio latinoamericano.
“No es que seamos iguales, pero tenemos la misma percepción en el sentido de que hay que superar el neoliberalismo para abrirle paso real a la garantía del derecho de la gente. Y, sobre todo, de las personas más humildes que no tienen nada. Que no tienen acceso a una vida digna”, añadió Petro, emocionado.
Y explicó su llanto, que además reportó en las redes sociales.
“Lo de Boric no es solo una nostalgia que me hizo llorar, sino una apuesta por una contemporaneidad latinoamericana, diferente a la que se constituía en los años setenta”, agregó.
El significado del triunfo de la izquierda en Chile y Honduras es, según Petro, una antesala de lo que va a ocurrir en Colombia el próximo año.
“El progresismo está surgiendo, acaba de vencer en Honduras y en Chile, lo hizo en el Perú de otra manera. Ahí empieza a aparecer una generación juvenil de nuevos liderazgos que son los que van a llevar a América Latina, realmente, al cambio social, al cambio de la historia”.