Desde la semana anterior, el senador electo Gustavo Bolívar le reconoció a SEMANA que el candidato presidencial Rodolfo Hernández significaría, eventualmente, una amenaza electoral contra Gustavo Petro, en caso de que el exalcalde de Bucaramanga pasara a Federico Gutiérrez en la primera vuelta y compitiera contra el candidato de la izquierda en una segunda.
El pronóstico de Bolívar parece que se está dando porque Gustavo Petro, el candidato mejor ranqueado en las encuestas, dejó atrás la pasividad y solidaridad que tuvo durante la campaña contra Hernández y, actualmente, observa al ingeniero como una verdadera amenaza en las urnas.
Este lunes, Petro recordó cómo Hernández le propinó una cachetada al exconcejal de Bucaramanga John Claro, cuando él fue alcalde de la capital de Santander, episodio que los colombianos no olvidan.
“No golpeó a un corrupto, golpeó a un líder social y cultural”, escribió Petro en su red social Twitter, un mensaje con el que, sin duda, le ‘mostró' los dientes y confirmó el nivel de distanciamiento entre ambos candidatos.
Lo contradictorio es que hasta la semana anterior, el Pacto Histórico adoptó una estrategia de empatía con Rodolfo Hernández, un aspirante al que poco atacaban desde las redes sociales y al que preferían manejar con guantes de seda, cultivando, a futuro, una posible opción de alianza en favor de la izquierda en una eventual segunda vuelta.
Sin embargo, con el resultado del más reciente sondeo del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA, en que Hernández, con 19,1 % en la intención de voto, se acercó a Federico Gutiérrez, con 20,8 %, las cosas cambiaron.
La reacción de Petro podría leerse como consecuencia de los resultados de las más recientes encuestas, pero también porque Rodolfo Hernández marcó distancia con el candidato de la izquierda este fin de semana. Al menos, así quedó evidenciado en un desplante al jefe de la Colombia Humana de parte del santandereano.
Petro convocó con urgencia, este martes, una reunión con Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, para hablar de un supuesto aplazamiento de las elecciones presidenciales del 29 de mayo, pero el exalcalde de Bucaramanga añadió que no iba a participar de este juego.
“Gustavo: 1). El fuego no se apaga con gasolina. 2). Es irresponsable asumir hechos inexistentes como ciertos. 3). Soy víctima de gavillas y no me presto para hacerlas”, respondió.
Hernández reaccionó de esa forma porque el ministro del Interior, Daniel Palacios, descartó tajantemente un supuesto aplazamiento de las elecciones del próximo domingo, un tema que ventiló la izquierda el fin de semana y que puso a todos los sectores políticos del país con los nervios de punta.
Otro episodio en el que Petro mostró su distanciamiento con Hernández ocurrió en el cierre de campaña del líder de izquierda este domingo en la Plaza de Bolívar en Bogotá. En medio de 65.000 espectadores aproximadamente, el candidato del Pacto Histórico lo llamó “millonario corrupto y uribista”.
“Hasta el millonario que dice lucha contra la corrupción es millonario porque es corrupto. Entendámoslo bien. Hasta el que se dice que no es uribista es uribista. Se toma los whiskeys y hace negocios con sus hijos”, dijo Petro.
Estas afirmaciones de un lado y del otro confirman que tanto Gustavo Petro como Rodolfo Hernández creen que serán quienes compitan en la recta final de la carrera presidencial por la Casa de Nariño.