Luego de una marcha de camiones en 30 ciudades del país, con la cual los transportadores enviaban señales de humo a los colombianos, previendo lo que finalmente ocurrió: el alza en el precio del diésel o ACPM, a partir de este 31 de agosto, el presidente Gustavo Petro se refirió al tema.
Como es costumbre, a través de sus redes sociales, justificó la medida, pero no perdió la oportunidad para señalar al uribismo. En ese sentido, dijo que sabía de la “enorme influencia uribista en las directivas de las grandes empresas de camioneros”, de su deseo de agitar para que paren en las carreteras y, de esa manera, “buscar lo que hicieron con Allende (Salvador-en Chile)”. Pero “los pobres no pueden ser sacrificados, como hizo Duque con la gasolina”, manifestó Petro.
El precio del diésel subirá a partir de este 31 de agosto, en $ 1.904, la primera de al menos tres alzas seguidas, hasta completar $ 6.000, lo que llevaría el precio del combustible que utiliza el transporte de carga a una paridad internacional.
Así lo hizo el gobierno también con la gasolina, solo que en ese caso los incrementos fueron graduales, para no afectar de tajo la inflación, que tanto trabajo ha costado que baje.
Se va contra los grandes
En el pronunciamiento del presidente Petro sobre el incremento del diésel se despacha contra las grandes empresas de transporte de carga. Señala que esa actividad económica “pasó a grandes corporaciones que importan masivamente tractomulas e imponen el valor de los fletes. Han convertido al transportador en obrero a sueldo”, enfatizó.
Dentro de las justificaciones para aplicar un alza en el precio del diésel, en medio de una economía que mantiene su debilidad, luego de un largo periodo con inflación alta, el mandatario de los colombianos argumentó: “No podemos mantener el diésel congelado porque la deuda que se genera afecta es a los más pobres que dejan de tener recursos presupuestales para calmar el hambre y educarse”.
Mensajes que preocupan a transportadores
Dos mensajes finales en el pronunciamiento del presidente Gustavo Petro, alrededor del incremento en el precio del diésel, que, según el Ministerio de Hacienda, solo aportará un 0,3 % a la inflación, preocupan a los transportadores.
El primero de ellos señala una alta concentración de la propiedad de los camiones, en los grandes empresarios, a lo que Henry Cárdenas, presidente de Fedetransporte, dijo: “En Colombia sucede lo contrario que en otros países. Acá el 80 % de los que viven de un camión son pequeños”.
Pero además, el mensaje que más preocupó a los voceros de la actividad del transporte de carga, fue el que envió Petro, al decir: “Las superintendencias deben estar listas a investigar a empresas que decidan cortar derechos a la ciudadanía o que no traten bien a sus trabajadores y les impongan condiciones leoninas de trabajo”. En respuesta, señalan que ese sector, en general, trabaja en la formalidad.