Por estos días los taurinos y antitaurinos del país tienen algo en común. Comparten la misma expectativa frente a una nueva decisión de la Corte Constitucional sobre las corridas de toros. Se trata del fallo de una acción de tutela instaurada por la Corporación Taurina de Bogotá, empresa que desde 1999 organizaba las corridas en la plaza de toros de Santamaría, contra la decisión del alcalde Gustavo Petro de haber terminado el contrato de arrendamiento, con el argumento de que no volvería a prestar la plaza para espectáculos “alrededor de la muerte”. El alcalde dio por terminado el contrato en junio del 2012, y desde entonces prohibió las corridas de toros, pese a que la ley las permite. Todo apunta a que la decisión será conocida este miércoles, y según reveló el diario El Tiempo la semana pasada, sería favorable para los intereses de los taurinos. La ponencia del magistrado Mauricio González se basa en la sentencia C-889 del 2012 que declaró exequible la ley 916 de 2004 (reglamento taurino) en la que el alto tribunal dice que los alcaldes y los concejos municipales no pueden prohibir las corridas de toros en los municipios donde exista esa tradición. Esta sería respaldada por unanimidad por los magistrados Gabriel Mendoza y Luis Guillermo Guerrero, informó el diario capitalino. De producirse el fallo, lo que en teoría debería proceder es que el alcalde Gustavo Petro estaría obligado a abrir un proceso licitatorio y entregar en arriendo a La Santamaría. Sin embargo, Petro ya jugó sus cartas. Y anunció que no acataría la sentencia de la Corte.El pasado jueves, Petro se reunió en su despacho con los ocho novilleros que desde el pasado 2 de agosto adelantan una huelga de hambre que ya supera los 15 días. Los mandó recoger en una camioneta del Distrito y se sentó a dialogar por más de dos horas con ellos. El alcalde estuvo acompañado de la secretaria general, Marta Lucía Zamora, y de la secretaria de Cultura, Clarisa Ruíz Correal. En la reunión, muy tensa, en la que el alcalde se vio tan nervioso que hasta rompió un vaso de agua. Les dijo a los novilleros que si el fallo de la Corte Constitucional sale a favor de los toros él no lo va a acatar. “Sería traicionar mis principios”, dijo. “Prefiero renunciar antes de reabrir la plaza de toros”, agregó. Para el abogado Abelardo de la Espriella, quien decidió representar a los toreros en huelga, el alcalde Petro está violando la ley al prohibir los espectáculos taurinos en la capital y está desacatando tres sentencias de la Corte Constitucional. “Gustavo Petro es un dictadorzuelo y cree que es el único que está por encima de la ley”. De la Espriella también le advirtió a Petro que entablará en su contra acciones penales y disciplinarias. “El alcalde está comprometido en un prevaricato por acción por prohibir las corridas de toros, el único que lo puede hacer es el legislador”. También responsabilizó a Petro de la suerte de los ocho novilleros en huelga. “El alcalde a través de su cuenta en twitter está incitando a la ciudadanía a agredir a los huelguistas”. El abogado hace referencia al trino que público el alcalde el 12 de agosto: “Invito a la ciudadanía bogotana a movilizarse por una ciudad sin espectáculos de la muerte”. Esta semana parece decisiva para taurinos y antitaurinos. Y también para el alcalde Petro que por las corridas de toros puso en juego hasta su permanencia en el cargo.