SEMANA: ¿Alfredo Saade les quitará muchos cristianos a ustedes para llevárselos al Pacto Histórico?
John Milton Rodríguez (J. R.): No, porque él no representa un ejercicio serio desde el punto de vista de la representación política. No se ha contado nunca en su ejercicio democrático. Nosotros tenemos una coalición muy sólida. En ese sentido no tenemos cómo sentir preocupación. De hecho, la incoherencia es absoluta. Alfredo Saade habla de una defensa de la vida y Petro, como todos saben, se declara abiertamente proaborto. Empezando por esos principios, ya hay una incoherencia y el pueblo creyente de Colombia, no solo el cristiano, sino el católico, defiende la vida. No hay manera de que la incoherencia que maneja Alfredo en este momento pueda generar algún tipo de simpatía en el pueblo cristiano y creyente del país.
SEMANA: Usted conoce a Alfredo Saade. ¿Él por qué no está en Colombia Justa Libres o en el partido MIRA?
J. R.: Lo que él ha expresado es un deseo de protagonismo político. Pidió un aval para la Alcaldía de Valledupar, el partido evaluó su solicitud frente a otros precandidatos y no se lo concedió. Otros partidos tampoco se lo concedieron. En esa búsqueda de protagonismo, sin vivir un proceso de partido, de bases, pues trata de hacer eso. Y, obviamente, hay un desespero de Gustavo Petro, que ya no crece más en las encuestas –no pasa del 23 y 25 %–, lo que no le genera una garantía real de ser el presidente de los colombianos. Eso lo lleva a tratar de realizar ese tipo de mezclas. Es una promiscuidad política que a la larga no genera confianza.
SEMANA: ¿Es decir, se equivoca quien crea que Petro se llevó para el Pacto Histórico un trofeo cristiano?
J. R.: Totalmente. Recorriendo las regiones nos hemos dado cuenta del cansancio y la fatiga que hay en el país de esa política de conveniencias, promiscua, que no genera una identidad clara.
Nosotros estamos ofreciendo una identidad clara, un liderazgo con soluciones para defender el empleo con tres banderas fundamentales: el desarrollo, la seguridad y la justicia. Ese tipo de propuestas serias y sólidas nacidas de escuchar las regiones son las que Colombia necesita, no ese tipo de acuerdos politiqueros que nacen de la conveniencia sin escuchar a la gente. Yo me puedo poner en una tarima a hablarle a la gente, pero si la ciudadanía no se siente escuchada... al final el pueblo colombiano va a poder diferenciar entre aquel que vive de ese mesianismo y los que realmente estamos trabajando constructiva y colectivamente desde las regiones.
SEMANA: ¿Conclusión: Alfredo Saade no tiene el liderazgo del grueso de cristianos en el país?
J. R.: No, para nada. No lo digo yo. Lo pueden mirar históricamente. Evalúe en el Consejo Nacional Electoral, en la región, qué tipo de verdadero liderazgo político ha tenido, ese liderazgo político no se construye en dos meses o tres y mucho menos en una promiscua relación política con Gustavo Petro.
SEMANA: ¿Los cristianos con quién están para las elecciones de 2022?
J. R.: Inicio por generar un gran respeto por el pueblo cristiano de Colombia. Son 10 millones, de los cuales participan entre tres y cuatro millones en diferentes expresiones. Ni siquiera me siento facultado para decir que represento a todas las iglesias cristianas del país, sería una falta de respeto porque hay una diversidad ideológica que tiene que ser respetada y valorada. Nosotros partimos de un principio en Colombia Justa Libres: no es tanto pedir, sino merecer la confianza del pueblo colombiano, así hemos ido ganando.
SEMANA: ¿A qué juega Petro? ¿Por qué busca llevarse el voto cristiano a su lado, pese a que piensa distinto?
J. R.: Está muy desesperado. Un candidato que ya tenga un conocimiento del 96 % del pueblo colombiano, que tuvo 8 millones de votos en 2018, presencia en el Senado, líder de la oposición y, sin embargo, a pesar de eso, tiene un 25 % de favorabilidad, eso genera una angustia muy grande y el deseo de que el espectro se amplíe para poder generar votos.
SEMANA: Por último, ¿usted qué le diría a Petro frente al apoyo de Alfredo Saade?
J. R.: Es difícil darle consejos a quien no escucha. Más bien les diría a los colombianos que tenemos toda la posibilidad para transformar a nuestra Nación a partir de la integridad y la coherencia, valores y principios de vida que le han permitido a personas como yo, que salió de una invasión muy pobre de Cali y poder formar familia, con un matrimonio de 32 años, poder levantar empresa, generar oportunidades para la gente, fundar una universidad, generar emprendimiento y poder llegar al Congreso sin alianza alguna.