El presidente Gustavo Petro enfrenta por estos días una nueva polémica en su Gobierno, por cuenta de las declaraciones del exsubdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Sneyder Pinilla, quien reveló en una entrevista con SEMANA, una conducta turbia con la que el Gobierno habría buscado sobornar a congresistas y así garantizar el paso de sus reformas en el Legislativo.
Lo más impactante del caso es que los congresistas mencionados por Pinilla habrían recibido pagos, cuyo dinero provenía del contrato para comprar 40 carrotanques que transportaran agua hacia las zonas más remotas de La Guajira. Se estima que cerca de $4.000 millones de ese contrato fueron utilizados para pagar coimas al presidente del Senado, Iván Name y el presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle.
Tras la información conocida esta semana, el jefe de Estado decidió ordenar que se suspendieran a los funcionarios del Gobierno implicados y que se suspendieran los giros de UNGRD a Corpourabá, Corantioquia y al municipio de Girón.
Este sábado, el presidente Petro intervino en el evento de entrega de una planta potabilizadora de agua en el proyecto ‘Misión Guajira’. Durante sus palabras, el mandatario se refirió al caso de corrupción revelado por SEMANA, asegurando que, adicional al problema que enfrenta el departamento por la poca infraestructura con la que cuenta para transportar agua, también se suman los intereses particulares de políticos que desean quedarse con el dinero para los acueductos y los distintos planes de abastecimiento.
En uno de los apartes de la intervención del mandatario, este se refirió a los protagonistas del escándalo de corrupción, tildándolos de “cachacos” y asegurando que estos buscaron robar el dinero en lugar de aportarlo a la comunidad para solucionar sus problemáticas con el agua.
“Cuando lo intentamos, nos surgió el segundo problema. Los cachacos que mandamos aquí, al parecer –no soy juez–, buscaron fue robarse la plata en vez de dar las soluciones a la comunidad”, comentó el presidente.
Es preciso recordar que, por ahora, ninguno de los implicados en el escándalo es ‘cachaco’, término con el que se mencionan a los habitantes de Bogotá. El presidente del Senado, Iván Name, es oriundo de Barranquilla y el presidente de la Cámara, Andrés Calle, es de Montelíbano, Córdoba.
Además de ello, Olmedo López, uno de los salpicados, es proveniente del departamento antioqueño. Sneyder Pinilla, quien confesó todo el escándalo, nació en Santander. Es por ello, que aún no se entiende para quién van dirigidas las declaraciones del mandatario.
Esta no ha sido la única reacción del mandatario, pues es preciso recordar que la noche del pasado 3 de mayo, Petro publicó un post en su cuenta de X, que es su tribuna favorita para dar anuncios y referirse a los problemas que enfrenta su gobierno, asegurando que su administración no tiene ninguna clase de vínculo con Name, pues este no ha apoyado los proyectos de ley en el Legislativo.
“Ni el Gobierno ayudó a elegir al senador Name como presidente del Congreso, lo hizo la oposición; ni el senador Name ha apoyado nuestros proyectos de ley; ni en la época de las transferencias del dinero de las que habla Sneyder, estaban los carrotanques; pero lo que sí estaba eran las elecciones”, comentó el mandatario en la red social.
Pese a ello, Petro reconoció en su trino que su único paso en falso dentro del escándalo fue haber depositado su confianza en Olmedo López, el principal salpicado con el contrato de más de 40.000 millones para llevar cerca de 40 carrotanques, hecho que jamás sucedió debido a que los vehículos resultaron inadecuados para el terreno arenoso del lugar. Algunos se quedaron enterrados y eso no permitió que el preciado líquido llegara a las comunidades menos favorecidas.