Gustavo Petro les ganó a sus competidores en las urnas este domingo, pero no es un ganador absoluto. En su carrera por la Presidencia, tuvo menos votos este domingo que hace cuatro años.
En la primera vuelta de 2018 Petro superó ligeramente los 4.8 millones votos y ayer domingo retrocedió a 4.4 millones de votos. Eso es un indicador muy determinante en una competencia por la Presidencia tan apretada como la que están viviendo los colombianos.
En una competencia tan reñida como la planteada para este domingo, cuando había que dar el primer golpe de opinión para la Presidencia, Petro retrocedió.
El triunfo de Petro para el Congreso es indiscutible, pues se puso en el mismo nivel de los conservadores en el Senado: 16 curules. Pero no logró las 30 bancas que vaticinaban.
Petro, y su cabeza de lista para Senado, Gustavo Bolívar, tenían como meta ganar la mayoría absoluta del Congreso, y tampoco lo consiguieron.
Federico Gutiérrez y Equipo por Colombia -su coalición- son ganadores indiscutibles de la jornada electoral de este domingo.
Gutiérrez venía de ser concejal y alcalde de Medellín, y en su primera presentación nacional ante las urnas sacó 2.160.329 votos.
A primera vista las posibilidades de crecer de Fico de cara a la primera vuelta son muchas, mientras que Petro, a la luz de los resultados, parecería haber llegado a su techo.
Claramente en las elecciones de este 13 de marzo Fico fue de menos a más y Petro de más a menos. Fico apareció y desbordó todos los cálculos, y Petro retrocedió en su votación de hace cuatro años.
Mientras el reconocimiento de Petro en todas las encuestas supera el 80 %, el de Fico no pasa del 40 %. Eso demuestra el espacio de crecimiento potencial de Fico y el reducido para Petro.
La imagen negativa de Petro ha sido mayor que la favorable históricamente. Apenas recientemente en algunas mediciones pudo comenzar a cambiar ligeramente esa tendencia.
Al tener menor reconocimiento Fico que Petro, también implica de manera automática que tenga menos opinión negativa.
La opinión negativa refleja el sentimiento de quienes probablemente jamás votarían por esa persona.
En conclusión, Fico puede crecer más porque tiene menos reconocimiento, y porque la opinión negativa es menor que la de Petro.
Otro aspecto a favor de Fico es que todos los precandidatos que compitieron con él por la candidatura son grandes contribuyentes de votos. Y la coalición está cohesionada. Hay unidad plena, lo que genera una gran capacidad de convocatoria.
Fico tiene en su camino la posibilidad de buscar alianzas con los candidatos presidenciales Óscar Iván Zuluaga (del uribismo) y con Rodolfo Hernández, quienes han dicho que irán cada uno por su cuenta, en solitario, a la primera vuelta.
Los resultados de las urnas de este domingo podrían hacer pensar a Zuluaga y a Hernández, en todo caso, porque sus posibilidades no son tan promisorias si siguen a primera vuelta solos.
A donde Finco llegarán seguramente también los votos de los partidos Conservador y La U, que lograron gran representación en el Congreso.
Sobre todo el conservatismo, que logró la mayor votación de los partidos de derecha en el Capitolio con más de 2,2 millones de votos. Y La U, con más de 1,5 millones de votos.
Está por conocerse la decisión de Cambio Radical, pero ese partido también podría ser uno de los grandes apoyos de Fico por su afinidad ideológica.
Y llegarán también los grupos religiosos que en su totalidad pueden tener más de medio millón de votos.
Petro espera la llegada de unos sectores verdes y sigue en contactos con los liberales para llevarse el grueso de esa votación. Lo que ocurre es que ya muchos liberales elegidos se comprometieron con otros candidatos y no podrá tener la totalidad del partido.
Sergio Fajardo ganó la consulta de Centro Esperanza y se convirtió en el candidato presidencial de esa coalición, pero perdió.
Como Petro, Fajardo retrocedió en su votación de hace cuatro años.
Fajardo pasó de más de 4,5 millones de votos en la primera vuelta de 2018, a solo 723.000 votos este domingo en la consulta, lo cual le quita fuerza para ir victorioso a primera vuelta.
La coalición misma de Fajardo terminó muy debilitada electoral y políticamente. Tiene poca capacidad de convocatoria para ampliar su votación en primera vuelta.
Tal como quedaron las cosas el domingo en las urnas, la primera y segunda vuelta van a ser lideradas por la izquierda de Petro y su Pacto Histórico y una gran alianza de centroderecha.
A partir de esta semana lo que se inicia es una gran búsqueda de aliados para cada uno de esos dos sectores (izquierda y derecha) en disputa por el poder, frente a un centro muy disminuido y sin posibilidades reales de competir por la Presidencia.