El candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, inició la semana con varias propuestas de cara a su aspiración para llegar a la Casa de Nariño. Una de ellas tiene que ver con procesos de paz que se puedan materializar en un eventual gobierno suyo.

En ese sentido, y en el marco de una reunión con representantes de las comunidades indígenas en Bogotá que se llevó a cabo este lunes, Petro propuso que la Iglesia y los indígenas sean mediadores de paz con “todos los actores” de Colombia.

Petro señaló que esa figura podría configurarse en una misión histórica para avanzar a una paz total en el país por medio de una tarea política y social, iniciativa que podría ser incluida en el plan de desarrollo de la administración Petro de llegar a la Presidencia de la República.

“Como mediador, primero creo que separamos de la afectación que la violencia misma trae, segundo lo volvemos un actor activo, constructivo, positivo de acabar la violencia en Colombia”, sostuvo Petro.

Y agregó: “El movimiento indígena y la Iglesia católica como grandes mediadores de la paz con todos los actores con su diferenciación territorial que podrían llevar al cumplimiento de una misión histórica; esta es una tarea política social histórica”.

Cabe recordar que el candidato presidencial Gustavo Petro no termina de salir de una polémica y ya está metido en otra. En las últimas semanas ha sido blanco de varias críticas por sus declaraciones, y este domingo surgió una nueva molestia, incluso entre sus seguidores, por unas palabras que pronunció en Ciénaga, Magdalena.

En ese sentido, el aspirante del Pacto Histórico estuvo recorriendo varios municipios de ese departamento y en cada uno de ellos presentó las propuestas de gobierno que aplicaría, en caso de llegar a la Casa de Nariño el 7 de agosto.

En ese sentido, el recorrido quedó opacado por unas declaraciones en las que ofreció un perdón a los paramilitares, al invitarlos a su campaña a cambio de una segunda oportunidad. “Los paracos, que vengan aquí, porque tendrán una segunda oportunidad; como [en] todas las sociedades, deben tener una segunda oportunidad”.

Las palabras de Petro revivieron la polémica por el llamado ‘perdón social’ del que se discutió cuando su hermano, Juan Fernando, estuvo reunido en la cárcel La Picota de Bogotá con varios condenados por diversos delitos, supuestamente, para ofrecerles rebajas de pena a cambio de apoyar la campaña del Pacto Histórico.

Las reacciones no se hicieron esperar y el senador del Centro Democrático, Honorio Henríquez, calificó el discurso del candidato presidencial como guerrerista y señaló que eso es lo que le espera a Colombia si él es elegido presidente. “El típico delincuente indultado, que se cree con autoridad moral para calumniar e injuriar a los demás. ¡Cínico!”, aseveró.

Por ahora, el aspirante presidencial no ha dado explicaciones sobre sus declaraciones, pero ha quedado la sensación de que está ofreciendo a los paramilitares una segunda oportunidad a cambio de que se apoye su candidatura presidencial, y eso ha molestado a los propios miembros del Pacto Histórico.

Varios integrantes de la campaña han señalado que verán el video completo para poder pronunciarse a fondo, pero, sin duda, aceptan que las palabras del candidato son bastante polémicas.

Por último, el senador Luis Fernando Velasco, quien apoya abiertamente a Gustavo Petro y Francia Márquez, aclaró el tema y señaló que “el frente amplio ciudadano, que es la coalición entre el Pacto Histórico y quienes pensamos liberal, venimos hablando transparentemente de la necesidad de desactivar las bandas criminales y grupos paramilitares que permanecen a pesar de la desmovilización de hace algunos años (...) El Estado tiene la posibilidad de someter a la justicia para acabar con las organizaciones y de eso es lo que está hablando nuestro candidato Gustavo Petro, de manera transparente. Una organización tan fuerte como el Clan del Golfo se desarma en la medida en que se busque la salida en un sometimiento a la justicia”.