Aunque el oscuro 2012 de Gustavo Petro terminará en los próximos días, los episodios incómodos para el alcalde de Bogotá no paran, y esta vez, por cuenta de la crisis de las basuras. El nuevo episodio fue abierto este miércoles por el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, quien afirmó que el ente acusador adelanta un "examen muy minucioso" sobre la contratación y el impacto ambiental del polémico modelo de aseo. Esto, con el fin de determinar si el mandatario incurrió en una falta penal. Varias son las motivaciones que tiene el organismo fiscalizador para realizar las diligencias preliminares. En primer lugar, se analizará "la contratación de la medidas que se tomaron". "Hay que hacer un examen muy minucioso sobre la contratación de las medidas que se tomaron, si fueron medidas prudentes", explicó Montealegre. En segundo plano se revisará si el esquema de recolección de basuras tuvo efectos negativos en el medio ambiente. "Como un hecho conexo se tendrá que determinar si la situación que se presentó con las basuras en Bogotá tiene o no impacto en el medio ambiente, y si eso tiene relevancia penal", agregó el jefe del ente acusador. Como tercer punto, el fiscal Montealegre dijo que la investigación estudiará algunos "temas contractuales" en referencia a un posible análisis sobre el alquiler de los camiones compactadores de basura. "He designado un funcionario de muy alto nivel para que valore la denuncia presentada en contra del alcalde y determine si esas conductas que se le están atribuyendo al alcalde mayor de Bogotá tienen o no relevancia penal. En este momento la denuncia está siendo estudiada”, precisó. El anuncio del fiscal se conoció luego de que el gerente de Aguas Bogotá, Mario Álvarez, negó en diálogo con radio Santa Fe que los camiones compactadores de basura alquilados en Estados Unidos sean "chatarras". El funcionario calificó los  daños que presentan los automotores de "mínimos y superables". Álvarez aclaró a ese mismo medio que continúa al frente de Aguas Bogotá y no ha sido notificado por el alcalde Petro de una posible salida del cargo. El pasado viernes, en una entrevista con la agencia EFE, Petro admitió la incapacidad del nuevo operador público de recoger a tiempo todas las bolsas de basura. "Hubo personas que se dedicaron en la Administración a aletargar que el operador público tuviera flota en el momento indicado (...) y esa actividad fue la que determinó que no pudiéramos tener la suficiente capacidad para soportar el momento crítico nosotros solos", argumentó. Superada esta fase, que calificó de "napolización", y "ya estabilizada la situación", la Alcaldía planea a partir de enero del 2013 "volver realidad el programa de basuras", según Petro. El plan 'Basura cero' busca hacer público en su totalidad el servicio de recolección de basuras. Además, se asegura que con el dinero público resultante del ahorro de pagar a los grupos privados, se costearán las toneladas de basura que recolecten para su reutilización los llamados "recicladores" de los sectores populares. Además, los bogotanos ayudarán a los "recuperadores" en esta labor si separan los residuos en sus casas en bolsas diferentes, para lo que es necesario crear "una pedagogía" que a la larga dejará de saturar los vertederos. Bogotá tiene una extensión total de 1.775,98 kilómetros cuadrados y más de nueve millones de habitantes que generan diariamente un promedio de 7.000 toneladas de basura.