En el escándalo del Petrovideo hay un personaje tan enigmático como trascendental en ese episodio: Juan Carlos Montes. El hombre de confianza de Gustavo Petro no solo es quien le entrega en ese video un paquete lleno de billetes, sino que también es quien decide que esa escena debe estar grabada.
En entrevista con SEMANA; el líder de la Colombia Humana aseguró que él no le veía nada de raro a que un amigo decidiera dejar registro gráfico, a escondidas, de sus encuentros con él. “Él grababa todas sus transacciones financieras. Bueno o malo, es lo que hacen los contadores. Es lo lógico: no grabar, pero registrar los movimientos”, le dijo a Vicky Dávila en una reciente conversación.
Para Petro, la mala intención no fue de Montes que lo grabó sino del exfiscal Néstor Humberto Martínez y la senadora Paloma Valencia que obtuvieron el video y lo utilizaron en un debate político. “Sí, pero su intención (la de Montes) no fue dañina. Dañino fue robarle el celular a sus espaldas y que terminara en manos de una senadora uribista”, comentó al respecto.
SEMANA conoció la declaración de Montes ante la Fiscalía. Allí, la justicia le hizo la misma pregunta: cuáles fueron las razones que lo llevaron a grabar a Petro a escondidas, teniendo en cuenta su amistad e, incluso, la militancia de ambos en el M-19.
Montes contestó: “Hay dos razones, yo soy una persona que me gusta llevar como secuencias, me gusta llevar digamos como actas en la vida. Entonces me pareció como para la historia tenerlo. Y dos, porque había notado en el senador Petro, pues cierta displicencia en algunos momentos con algunas personas, pero sin ningún pensamiento, sin ningún objetivo de hacer nada con él (...) ni de venderlo ni de extorsionarlo ni nada de eso”.
Montes le había mostrado a Petro el video anteriormente y el fiscal le pregunta si tenía la intención de chantajearlo. “El video no se graba ni se lleva para extorsionarlo ni para nada de eso, yo le dije en un momento determinado que había sido displicente con algunas cosas, entonces le mostré a Petro el video después de que yo salgo de la Unidad de Mantenimiento Vial, pero no más... y ya se lo mostré, pero él no le dio trascendencia muy grande”, dijo.
Los fiscales, durante varios minutos, indagaron a Montes con la idea de si el video había sido un mecanismo de presión para que fuera nombrado nuevamente en la Administración distrital, donde ya había tenido algunos cargos. También lo interrogaron sobre si tenía más videos, ya que Montes aseguraba que era una práctica rutinaria para llevar registros de su vida. Para sorpresa de los investigadores, dijo que no tenía más.
Al fiscal del caso le llamó la atención la particular explicación de Montes para haber grabado a Petro recibiendo fajos de billetes.
Montes también contó sobre el supuesto origen del dinero: “Esos son recursos que Simón Vélez gestiona con sus amigos oligarcas (...) Simón da la instrucción que se le entregue a la persona que trabaje con él y esa persona me la entrega a mí por allá en la Séptima, en donde venden las loterías”. Y agregó: “La plata no es que sea de Simón, que digan que él sacó de su plata, pensaría yo. Sino que uno de los aportantes o varios recogieron ese recurso y ya”.
Ante la insistencia del fiscal, Montes da detalles de la entrega. Dice que no recuerda la persona ni el nombre de quién se la dio. Solo afirma que fue un empleado de Vélez que lo contactó y se citaron en el centro de Bogotá; allí recibió la bolsa en efectivo. No la contó y, tal como se la dieron, se la entregó a Petro, en un apartamento en el que vivía en la urbanización Nueva Santafé, también en el centro. Pero desconoce quienes finalmente le suministraron la plata a Simón. Los fiscales, incluso, le preguntaron si estaba seguro de que Simón Vélez no había recibido plata del Loco Barrera.
Montes contó detalles de cómo realizó la grabación en su apartamento. “La cámara estaba visible, una cámara análoga (...) esas cámaras que prácticamente quedan automáticas de cassette pequeño, se colocó sobre una mesa, se puso ahí y se grabó”. Cuando los fiscales le pidieron la cámara original, dijo que ya no la tenía, y, aunque habló de que supuestamente su computador fue hackeado, tampoco pudo explicar con claridad sobre los dispositivos que habrían sido intervenidos por terceros.
Montes aprovechó para afirmar que él no tuvo nada que ver en la revelación del video. También dijo que pensaría que el video habría podido ser manipulado, “porque en las imágenes se ven como cortes”. Asegura que el video original se dañó y negó que existan copias en Europa o en Estados Unidos. La única existente, señaló, fue la que causó el escándalo.
En medio de la diligencia, la Fiscalía le preguntó por el estado de sus relaciones con Petro. “Tengo buenas relaciones con él”, se limitó a decir. Los fiscales lo interrogaron por la reacción que tuvo Petro cuando él le mostró el video:
Fiscal: “¿Usted le exhibió el video al senador Petro y qué pasó?”. Montes: “Él se extrañó de eso”. Fiscal: “¿Y qué es extrañarse?”. Montes: “Se sorprende”. Fiscal: “¿Y qué más?”. Montes: “Se sorprendió y dijo qué pasó, cuéntame, pues fueron unos recursos que donó Simón hace tiempo”. Fiscal: “En declaraciones públicas, el senador dice que él entró en un periodo de depresión, pero más aún, en diligencia en este despacho, Simón Vélez dice que él (Petro) le había dicho a usted, que usted le había dañado la carrera política, dice: ‘Tú me dañaste la carrera política con eso’”. Montes: “¿Cuándo le dijo?”. Fiscal: “Le estoy preguntando”. Montes: “¿Que yo le dañé la carrera política a Petro?”. Fiscal: “Sí, que él le contesta eso cuando ve el video”.
Una de las preguntas que rondan este caso es por qué Petro recibe fajos de billetes. La respuesta de Montes al fiscal fue: “Se entregan unos recursos, 20 millones de pesos para la campaña, eso es lo que sencillamente pasa”. Montes dijo que la plata que le llegó a Petro no fue en calidad de préstamo.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema se declaró inhibida para seguir adelantando esa investigación y la cerró. El argumento de la Corte es “que el video fue grabado en octubre de 2005. Por ello, prescribió la acción penal por los eventuales delitos contra los mecanismos de participación democrática, lavado de activos, cohecho, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir”.
Durante la diligencia, el fiscal lo recriminó en varias ocasiones “por darle vueltas en las respuestas” y le pidió “que fuera más explícito”. Al final, le dice: “Juan Carlos, debo decir que me quedan baches, seguramente lo vea en el futuro, tal vez no en estas condiciones, pero si así lo desea el despacho yo creo que lo notificaremos en su tiempo”. Esa segunda diligencia nunca ocurrió. Montes es hoy un prófugo de la justicia.