La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que los niveles de los ríos Bogotá y Suárez permanecen estables y sin riesgo de desbordamiento pese a las lluvias que han caído sobre gran parte de ambas cuencas.

No obstante, la entidad reiteró el llamado a las comunidades ribereñas a mantenerse alerta en caso de crecientes y avisar a las autoridades locales de sus municipios ante cualquier signo de alarma.

La entidad explicó que mantiene la vigilancia permanente a través de su Centro de Monitoreo Hidrológico y del Clima, que en lo que va corrido del mes ha reportado mediciones dentro de los rangos normales e incluso muy por debajo de los niveles de riesgo.

“En este momento, teniendo en cuenta el monitoreo que hacemos las 24 horas de los siete días de la semana a las cuencas del río Bogotá y del río Suárez, reportamos normalidad, tanto en niveles como en caudales”, dijo Richard Giovanny Villamil, director de recursos Naturales de la CAR.

De acuerdo con las mediciones de la Red de Monitoreo de la CAR, para el caso del río Bogotá en la estación Tocancipá (cuenca alta), los niveles han fluctuado entre 2.43 y 2.50 metros, cuando el nivel de alerta es de 4.50 metros.

En la estación Saucío (cuenca media) los niveles han fluctuado entre 0.38 y 0.40 metros, cuando el nivel de alerta es de 2.30 metros, mientras que en la estación Portillo, a la altura del municipio de Tocaima (cuenca baja), el nivel ha fluctuado entre 1.50 y 1.21 metros cuando el nivel de alerta es de 3.40 metros, explicó la entidad.

Para el caso del río Suárez, la Corporación señaló que el volumen de agua en el embalse El Hato registra un nivel ascendente con 10,125 millones de metros cúbicos (Mm3), pero se mantiene en el 80 % de su capacidad total y se encuentra moderadamente por encima del promedio (8,430 Mm3).

“Ambas cuencas (Bogotá y Suárez) son reguladas y dependen en gran medida de su estabilidad y soporte de las descargas que se hacen en los embalses Sisga, Tominé y Neusa, en el caso del río Bogotá, y en el embalse El Hato, en el caso del río Suárez”, dijo el funcionario.

En la tarde del sábado 15 de octubre, de acuerdo con el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), para cuando salió el reporte, llovía en casi toda la ciudad; sin embargo, al momento no hay afectaciones por lluvias, ni reportes a la línea 123.

Las localidades en donde más se están presentando fuertes lluvias en la capital del país son: Fontibón, Engativá, Puente Aranda y Antonio Nariño.

“Las precipitaciones que se han presentado en la tarde de este sábado en Bogotá han sido desde moderadas a fuertes, en las localidades de Fontibón y Engativá se presentaron lluvias fuertes sin afectaciones al momento”, comunicó el Idiger.

Según el reporte del Ideam, las precipitaciones se extenderán el resto de la tarde de manera intermitente.

“La temporada de lluvias será muy larga”

De acuerdo con lo dicho recientemente por la alcaldesa Claudia López, esta temporada de lluvias va a ser muy larga, por lo que le pidió a la ciudadanía acatar las recomendaciones para evitar algún tipo de emergencia.

“Tendremos hasta noviembre de este año un fenómeno de temporada invernal difícil para Colombia y con riesgo para la ciudad. Es un riesgo en seguridad, porque tenemos riesgos de inundaciones, de corrientes torrenciales, de eventuales deslizamientos; también es un riesgo en salud pública, porque vienen bajas temperaturas, lo que genera enfermedades respiratorias en la ciudad”, especificó López en un principio.

La alcaldesa dejó claro el panorama:“Tendremos lluvias intensas y bajas temperaturas, por lo menos, tres meses seguidos, ya lo veníamos evidenciando en los últimos días de septiembre y, a medida que avance el mes de octubre, se irán incrementando hasta noviembre”.

Asimismo, López añadió: “En el caso de Bogotá, va a ser una temporada de lluvias larga, pero no especialmente intensa”; sin embargo, la Administración Distrital está preparada para cualquier eventualidad y todos los fondos disponibles del sistema de emergencia están atentos a responder, incluso, a la peor situación.

“Si nos ocurriera la peor situación al tiempo de inundaciones, corrientes torrenciales y deslizamientos, tenemos los recursos para atender a las familias que pudiesen verse afectadas, para darles asistencia hasta por tres meses si fuera necesario”, agregó López.

En esta materia, el director del Idiger, Guillermo Escobar, reveló que toda la ciudad está bajo constante monitoreo, aunque el foco de vigilancia estará más presente en las localidades en donde hay varias zonas de ladera, en las que eventualmente se pueda presentar algún tipo de deslizamiento.