Diez meses después de ser extraditado a los Estados Unidos, reapareció Álvaro Córdoba Ruiz, hermano de la senadora del Pacto Histórico. Piedad Córdoba Ruiz. Tras rechazar los cargos por narcotráfico ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, su defensa planteó una serie de interrogantes sobre la forma en cómo se adelantó la investigación y los seguimientos que terminaron con su detención el 4 de febrero de 2022.
Entre las preguntas se destacan el hecho de si la DEA, agencia antidrogas de los Estados Unidos, de los Estados Unidos, estaba principalmente tras la pista de la congresista y si la dirigente política era, en realidad, “el objetivo general” de la investigación que se adelantó entre las autoridades colombianas y estadounidenses.
“Antes de cualquier contacto con nuestro cliente, el señor Córdoba Ruiz, de cualquier instrucción (saber) si la senadora Córdoba era, de hecho, el objetivo principal (...) y si se estaba tratando de construir un caso contra ella”. En la solicitud se hace expresa mención a que este es uno de los puntos principales.
Igualmente, se pidió información sobre las “instrucciones específicas” que le fueron entregadas a los informantes sobre cómo debían acercarse a Álvaro Córdoba en medio de la investigación que se hizo en su contra y que se extendió durante varios meses.
De acuerdo con el indictment (escrito de acusación), Córdoba Ruiz sería el encargado de conseguir la droga con el jefe de las disidencias de las Farc en el sur de Colombia, Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, con quien había establecido los contactos desde hace más de un año. Él habría asistido a reuniones para pactar negocios en Bogotá y Medellín.
Una vez se concretaba la compra de la cocaína por medio de Córdoba, las disidencias de las Farc se comprometían a llevar la mercancía hasta el Pacífico, en tres puntos clave: Tumaco (Nariño), Cauca y Buenaventura (Valle). No fue fácil para las autoridades dar con este eslabón porque manejaba un perfil distinto al habitual de los narcotraficantes, que acostumbran a estar rodeados de lujos. Por el contrario, Córdoba pasaba desapercibido y prefería hacer los contactos en lugares discretos y personalmente. Por obvias razones, evitaba hablar de estos temas por teléfono y solo lo hacía para concretar algunos encuentros.
Por medio de mensajes de texto, llamadas, audios y demás, el encubierto puso en evidencia cómo Córdoba hacía parte de una red que negociaba y traficaba droga y armas hacia Venezuela, México y Estados Unidos, con el respaldo de Gentil Duarte, excomandante de las disidencias de las Farc, fallecido en Venezuela.
Según el expediente que lleva la justicia norteamericana, Córdoba asistía a las reuniones con disidencias de las Farc en varias regiones del país y él, al parecer, concretaba la salida de mercancía desde Tumaco, Nariño, Valle del Cauca y Cauca.
Tras su extradición, Córdoba Ruiz se declaró inocente de los cargos y aseguró por medio de su defensa que todo se trató de un montaje para afectar a toda su familia, principalmente a su hermana.
En el video de un minuto grabado desde su celda en la cárcel La Picota, de Bogotá, antes de su extradición, Álvaro Córdoba agradeció a su mamá, su esposa y hermanos por el acompañamiento “en estos duros momentos”. En esta grabación hizo una mención especial a su hermana Piedad.
“A mi hermana Piedad Córdoba, senadora electa del Pacto Histórico y quien ha tenido que sufrir la traición de sus supuestos compañeros de bancada, quienes solamente por luchas de poder y ambiciones han olvidado las luchas de la izquierda”.
Considera que todo lo que ha pasado la ha afectado notablemente, puesto que ha sido utilizado para atacarla. “Me entristece mucho la situación por la que ella pasa, porque la exposición mediática en la que me han puesto a mí es producto de este entrampamiento”.