En los próximos días, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia definirá la recusación que presentó la senadora electa Piedad Córdoba Ruiz, en contra de la magistrada Cristina Lombana, que adelanta la investigación en su contra por presuntos vínculos con la guerrilla de las Farc.

El recurso fue presentado el pasado jueves por la abogada Ximena Castilla, argumentando que el despacho no le otorga las garantías jurídicas.

Hasta que no se resuelva la recusación presentada por la defensa de Córdoba, no se podrá continuar con la recolección de elementos materiales probatorios. En este caso se pueden presentar dos escenarios, que la Sala avale la acción judicial presentada por la abogada y la magistrada Lombana tendrá que abandonar la investigación y designársela a otro togado; o que la Sala en efecto rechace los argumentos y la magistrada Lombana, siga presidiendo la indagación.

A mediados del 2021, la magistrada ordenó la práctica de varias pruebas testimoniales con el fin de establecer si en efecto, la entonces senadora, abusó de su condición como mediadora para la liberación de secuestrados que estaban en poder de ese grupo guerrillero desde varios años.

Allí, se encontraban dirigentes políticos e integrantes de la Fuerza Pública y, en el desarrollo de las investigaciones, se recibieron las declaraciones de varias personas que trabajaron con Córdoba y tenían conocimiento de sus actividades.

La candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien estuvo cerca de siete años secuestrada por las Farc, le aseguró a la Corte que tenía conocimiento que Piedad Córdoba había aplazado su liberación, puesto que estaba esperando un momento justo para dar un golpe de opinión y así beneficiar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Betancourt fue un poco más allá y aseguró que dentro de la estructura guerrillera la senadora era conocida con el alias de Teodora de Bolívar, haciendo énfasis en que siempre tuvo frente al control de las liberaciones.

“Cuando ‘Teodora’ -Piedad Córdoba- escribe que ‘no suelten a Íngrid porque ella siempre ha sido flaca’, ignora que yo en ese momento me estoy muriendo, es decir, estaba en una situación de salud muy complicada”, añadió en su momento, confirmando así, en parte, lo reseñado en el computador del abatido comandante guerrillero, Luis Édgar Devia Silva, alias Raúl Reyes.

En varios correos electrónicos se manifiesta la relación con el secretariado de las Farc. Sin embargo, estas pruebas no fueron tenidas en cuenta, puesto que en 2011, la Corte Suprema de Justicia consideró que se había vulnerado la cadena de custodia tras el operativo en el que fue abatido Reyes, en marzo de 2008, en una zona fronteriza con Ecuador.

Por su parte, Andrés Vásquez Moreno, quien fue asesor de Córdoba, aseguró que la dirigente política sí era conocida con los sobrenombres de Teodora y Gaitán. Igualmente, mencionó que ella tenía una comunicación constante y directa con los integrantes del secretariado de las Farc, ‘Raúl Reyes’ y el ‘Mono Jojoy’.

La actualidad

Desde que se reactivó la investigación, Piedad Córdoba se ha negado a dar declaraciones ante la Corte Suprema de Justicia, -pese a las constantes citaciones-, al considerar que todo este proceso hace parte de una persecución política y jurídica en su contra. Debido a esto, ha señalado que actualmente no cuenta con las garantías para ejercer su defensa.