Desde el año pasado debieron ser entregadas las obras en el emblemático cerro de La Popa, en Cartagena de Indias, pero nada, lo que llevó a la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, a pasar revista y lanzar una alerta, porque aunque la ejecución financiera va en el 45 %, la obra solo está en el 12 %.
El riesgo está latente para los barrios de la periferia, sostuvo la funcionaria de la entidad del Ministerio Público, teniendo en cuenta que en el cerro se producen deslizamientos constantes, por lo que las inversiones se previeron para recuperar algunas zonas degradadas del sitio.
También la plata debe ir a la construcción de muros de contención para evitar deslizamientos que pongan en riesgo a la comunidad.
En consecuencia, la amenaza es constante, pero se aviva aún más ahora, que solo queda la cuaresma, temporada previa a la llegada de la Semana Santa, época de alto flujo de visitantes, toda vez que el cerro de La Popa era un antiguo convento, por lo que motiva a muchos peregrinos a subir hasta allá.
Ultimátum
Desde tiempo atrás, la comunidad ha venido ejerciendo presión para que se ejecuten de manera rápida las obras de mejora en la subida al cerro de La Popa, por lo que a Cabello no le pareció un tema menor.
La procuradora aseguró que estos retrasos ponen en riesgo a las comunidades que se encuentran en la falda del cerro, que podrían verse afectadas por la erosión y demora en la construcción de los refuerzos para evitar eventuales deslizamientos y derrumbes.
Para la funcionaria, no hay derecho a que esté el contrato, la plata y todo listo, y la obra no avance.
Por esa razón, anunció que continuará con el seguimiento de esta y demás obras financiadas con dineros de regalías, advirtiendo de investigaciones disciplinarias por incumplimientos a que haya lugar. “Estamos aquí para exigir que se cumpla con el contrato. Si no avanzan, hay que hacerlo disciplinario”, sostuvo.
De acuerdo con las cuentas presentadas, se trataría de un contrato por un valor cercano a los 8.000 millones de pesos. Pero, más allá de los recursos involucrados, está el peligro constante para las comunidades, por lo que Cabello enfatizó en que “aquí no nos pueden decir lo que no es, estamos viéndolo directamente y tomando imágenes para hacer que se cumpla el contrato”.
Cabello manifestó que es perfectamente posible que se genere un riesgo para los habitantes de los barrios que están en la periferia, por lo que concluyó: “es mejor a tiempo y no después lamentar lo que pueda ocurrir”.
En Colombia, las entidades de control revisan las obras inconclusas, para tratar de evitar que se pierdan los recursos públicos cuando se retrasan los proyectos. La situación, principalmente se presenta con plata de las regalías, pero no falta también la demora en obras que se financian con el Presupuesto General de la Nación.