El actual secretario de Cultura de Santa Marta, Darío Linero Mejía, visitó las instalaciones de la Megabibilioteca entregada por la anterior administración de Virna Johnson. El funcionario precisó que luego de siete años y tras una inversión de 37 mil millones de pesos, el recinto fue entregado en condiciones “deplorables”.

Resulta que la megabibilioteca fue un proyecto anunciado con bombos y platillo, cuya adjudicación se realizó en el 2014. En aquel entonces, se preveía que las obras tendrían una duración de ocho meses con una inversión que superaba los 10 mil millones de pesos. Pero las cosas no resultaron así. La construcción duró siete años. La megabiblioteca fue entregada en el 2022 y tuvo una inversión total de 37 mil millones de pesos.

Por órdenes del alcalde distrital, Carlos Pinedo Cuello, la primera misión de la gerencia de Infraestructura es revisar el estado actual de las obras en la ciudad. Respecto a la infraestructura, esta dependencia encontró que la Megabiblioteca carece de servicio de agua y red de alcantarillado, por el contrario, la fosa séptica empleada para tal fin afecta el bienestar de los estudiantes de la Institución Educativa San Pedro Alejandrino, ubicada a dos pasos del sitio.

La red contra incendios, los aires acondicionados, los paneles solares y el sistema de cámaras de vigilancia no se encuentran en funcionamiento, tampoco existe un circuito de manejo de desechos digno para este escenario, según denunció la administración actual. El auditorio, uno de los espacios más usados para los eventos culturales de colegios y escuelas de teatro y danza de la ciudad, posee problemas con el desagüe reflejados en una evidente humedad y filtraciones en las paredes, lo que demuestra un inadecuado o nulo mantenimiento de este inmueble.

Denuncian mal estado de biblioteca en Santa Marta. | Foto: A.P.I

En cuanto a las colecciones, los archivos y equipos de consulta de los distintos formatos (audiolibros, filmografía, e-books, banco de imágenes), solo se encontraron las cajas de las 24 tablets que habrían sido entregadas; y de los 72 computadores solo aparecen 12, de los cuales solo funcionan siete.

Además de carecer de una considerable colección de fondo antiguo, obras del pensamiento, literatura, revistas y monografías dignas de una biblioteca municipal, la Alcaldía aseguró que los libros no están categorizados, ni archivados correctamente.

Según el secretario de Cultura, Darío Linero Mejía, el techo de la Megabiblioteca, así como una de sus paredes, está en riesgo de caerse en cualquier momento.

“Ustedes se han dado cuenta el estado en que se encuentra la biblioteca. No se puede operar, no puede estar abierta al público. A más tardar mañana el doctor Luis Felipe puede tomar la decisión de cerrarla. (…). Además de los riesgos, no hay nada que ofrecer en esta Megabiblioteca. No cuenta con la implementación de la Inteligencia Artificial. Santa Marta esperó siete años a que funcionara una Megabiblioteca que costó 37 mil millones de pesos, hoy los samarios se dieron cuenta qué hay detrás esta fachada”, afirmó.

¿Qué dice la anterior administración de Virna Johnson?

Luego de los hallazgos realizados por la Alcaldía de Carlos Pinedo, desde la administración anterior catalogaron las declaraciones como “señalamientos y críticas sin sentido” y cuestionaron la veracidad de las mismas.

“En primer lugar, Linero utiliza la contundente palabra desvalijar para referirse a la supuesta sustracción parcial o total de los recursos de la Megabiblioteca. Esta expresión arroja preguntas pertinentes. ¿Coinciden los inventarios que entregó en su momento la administración de Virna Johnson? ¿Qué acciones concretas se llevaron a cabo durante este crucial periodo de transición?”.

La biblioteca se entregó durante el mandato de Virna Johnson | Foto: Juan Carlos Sierra

“En medio del afán por investigar posibles delitos, se pasó por alto la necesidad de recibir un inventario. Esta omisión plantea interrogantes sobre la eficacia del gobierno ilegítimo de Pinedo sobre el proceso de empalme y la atención debida a los detalles administrativos que son esenciales para la continuidad de proyectos culturales de tal envergadura”, señalan desde la administración anterior.

Y agregan: “La afirmación de que la Megabiblioteca funciona solo al 25% genera escepticismo y abre la puerta a un análisis más profundo. Linero dice esta baja eficiencia argumentando que, al inicio de enero, ya se habían contratado los servicios necesarios. Este señalamiento plantea la pregunta crucial: ¿Por qué, a mediados de enero, aún no se han implementado adecuadamente estos servicios? ¿Es una muestra de incapacidad? La administración actual debe asumir esta responsabilidad… ¿o esperaba que se la dejara contratada la administración de Virna Johnson?”.