El Ministerio de Defensa avaló el cambio de la estrategia de las Fuerzas Militares que, en síntesis, consiste en suprimir las unidades territoriales que fueron creadas para que el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea operaran bajo un solo mando en las regiones. La reestructuración ha generado una ola de críticas en Colombia.
Las fuerzas de tarea conjuntas y los comandos específicos se diluyeron para que sus integrantes sean liderados por los comandantes de cada una de las instituciones. Lo mismo pasará con los comandos conjuntos, que ya no tendrán entre sus funciones la ejecución de operaciones sino el planeamiento de ellas.
Por ejemplo, la fuerza de tarea conjunta Titán estaba compuesta por miembros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea con la misión de brindar seguridad en Chocó y todos estaban sujetados al liderazgo de un comandante. Con la reestructuración, cada fuerza adquirió independencia, pero prometen trabajar juntas.
“Los comandantes de fuerza –Ejército, Armada y Fuerza Aérea– retoman el mando de las tropas. No se afectará la sinergia de las operaciones conjuntas. No se afectará la inteligencia conjunta, se fortalece. Las Fuerzas Militares no se debilitan. Se llevará mayor poder de combate donde se necesita”, indicó la institución a SEMANA.
Así las cosas, se suprimieron las fuerzas de tarea conjuntas Omega, Titán, Hércules, Marte y Quirón, también los comandos específicos Caguán, Oriente y Cauca. Los más de 26 mil uniformados que estaban enfilados en estas unidades se mantendrán en las zonas donde operaban, pero ya responderán a cada una de sus fuerzas.
“El Comando General de las Fuerzas Militares reitera que los comandos conjuntos y fuerzas de tarea seguirán siendo una parte vital de la institución y mantendrá la ofensiva con miras a contrarrestar la injerencia delictiva de los grupos armados organizados”, destacó en un comunicado de prensa.
Las críticas
El general (r) Eduardo Zapateiro, quien estuvo al frente del Ejército Nacional, indicó que reemplazar las fuerzas de tarea conjuntas por fuerzas de tarea adscritas a cada una de las fuerzas debilitaría las capacidades y haría más lenta la respuesta operacional.
“El daño causado a la seguridad nacional es muy alto. Así lo quieran explicar favorablemente para buscarle una salida al tema coyuntural de la decisión, es un cambio en reversa, es retroceder en la doctrina conjunta. Finalmente, el que pierde es el país”, afirmó el excomandante en una columna de opinión publicada en SEMANA.
El mayor (r) Jorge Castillo, experto en inteligencia, también advirtió que Colombia enfrentaría un retroceso con la reestructuración en las Fuerzas Militares. Bajo su interpretación, cada vez se complicaría la coordinación de operaciones, entre otras cosas, porque no habría un liderazgo fuerte en las filas.
“Es devolvernos diez años atrás. El dominio terrestre lo tenía el Ejército, la Armada estaba con los océanos y ríos, y la Fuerza Aérea con todo el espacio aéreo. Los comandos conjuntos y las fuerzas de tarea conjunta lo que hacían era tener una mayor articulación de las fuerzas”, dijo el oficial en retiro este lunes.
A las críticas también se unió el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón Bueno, quien indicó que esta decisión dejaría la sensación de que se están desprotegiendo los territorios que hoy, nuevamente, están bajo el control de la criminalidad. A su juicio, con esta determinación estarían ganando los delincuentes y perdiendo los habitantes.
“Desactivar el trabajo conjunto de las FF. AA. es una señal de incapacidad del Estado y señala que las FF. MM. y la Policía hoy no tienen los equipos ni los hombres suficientes y ni la capacidad operativa adecuada para proteger a los colombianos y garantizar el Estado de derecho”, afirmó el exfuncionario en su cuenta de X.
“Se necesitaba un cambio”
El general (r) Guillermo León León, excomandante de la Fuerza Aérea, indicó que las Fuerzas Militares necesitaban un replanteamiento estratégico por cuatro razones: “La pérdida de control territorial, el fortalecimiento de los grupos armados, la incidencia de las economías ilegales y el debilitamiento de la Fuerza Pública”.
Es decir, la institución requería actualizar su plan contra los delincuentes con base en el comportamiento del orden público y las herramientas que posee: “Ha habido una reducción de personal desde 2016, hoy los medios están limitados y no tenemos helicópteros suficientes. Es reorganizarse con lo que hay disponible”.
Con base en su interpretación, vuelven a tener relevancia en los territorios las divisiones y las brigadas: “Lo que busca el comando general con este cambio es darle un esfuerzo directo al comandante del Ejército Nacional para que asuma el control territorial en las regiones a través de las divisiones y las brigadas”.
El general (r) cree que el éxito de esta reestructuración dependerá de la continuidad de las operaciones conjuntas, el esfuerzo por la inteligencia en conjunto y el mejoramiento de las capacidades de las fuerzas para enfrentar al enemigo. Las Fuerzas Militares anticiparon que no desaparecerá el trabajo conjunto.