El 22 de septiembre de 2010, el Ejército colombiano dio de baja a Jorge Briceño Suárez, alias Mono Jojoy, el temido comandante militar de las Farc e integrante del secretariado. Fue considerado uno de los máximos líderes de esa guerrilla. Comandó el Bloque Oriental, uno de los más grandes en número de guerrilleros.
Hoy, luego del acuerdo de paz de La Habana, el partido Comunes, surgido de esa guerrilla, ha anunciado que hará un homenaje a Jojoy tras 11 años de su muerte. Esto por supuesto ha generado reacciones en contra por tratarse de una figura que cometió diferentes crímenes.
Según la colectividad, se rendirá un homenaje este miércoles a las seis de la tarde en la sede del partido. “Tendremos un emotivo homenaje a la vida y memoria del gran Jorge Briceño (Víctor Julio Suárez Rojas), vivir y contar nuestra historia también es un aporte a la paz de Colombia”, dicen.
El presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, criticó el homenaje. “La falsa paz e impunidad que les dio (Juan Manuel) Santos a los criminales de las Farc les da libertad para homenajear al asesino, extorsionista y creador de campos de concentración para secuestrados más infame en toda la historia de Colombia: alias Mono Jojoy. ¡Increíble! Ojo Colombia”, dijo Lafaurie.
Pero, ¿quién era el Mono Jojoy y por qué genera tanta indignación? Fue responsable de secuestros, entre ellos, los de Ingrid Betancourt y Clara Rojas, así como del general retirado Luis Mendieta y tres ciudadanos estadounidenses. Además de cientos de militares y civiles que pasaron por sus celdas que parecían campos de concentración y en los que estaban los retenidos en condiciones infrahumanas.
“Recuerdo las jaulas, por supuesto. Algunas con un poquito más de comodidad, otras más difíciles. En los videos que filmaban las mismas Farc el país se daba cuenta de que él (el Mono Jojoy) estaba encaramado en una garita. Eso es un ejemplo de lo que allí pasó. En otras ocasiones pasaba de largo. Alguna vez nos sacaron de una jaula, en la que estábamos con dirigentes políticos, y nos llevaron a lo que ellos llamaban el aula, nos sentaron y filmaron unas pruebas de supervivencia”, relató el general Mendieta, quien estuvo allí durante 11 años y 6 meses.
Fue tal el nivel de tortura y dejación que producían estos espacios donde estaban los secuestrados que actualmente el Ejército convirtió el campamento guerrillero conocido como El Borugo, en La Macarena, Meta, en un espacio de memoria para nunca olvidar los crímenes y las vejaciones que se cometieron allí. Actualmente se realizan puestas en escena en donde se ve al Mono Jojoy dando sus discursos e imponiendo autoridad sobre los secuestrados.
Pero además de los secuestros, el Mono Jojoy es recordado por ser uno de los reclutadores de menores de edad. Se señala que incluso llegó a ordenar a jóvenes “ajusticiar” a sus compañeros cuando consideraba que habían cometido un error.
Esta era una práctica recurrente no solo en menores de edad sino entre sus mismas tropas, según relata un informe de inteligencia del Ejército recuperado cuando fue abatido. Allí se registran 180 guerrilleros abatidos por ese tipo de órdenes. Contaba con un gran poder en toda esta región en donde tenía varias propiedades y contaba con un gran arsenal de guerrilleros.
Otro factor por el que era buscado por las autoridades no solo en Colombia sino en Estados Unidos fue por liderar el negocio del narcotráfico en las Farc, una de sus principales fuentes de financiamiento. De hecho fue el primer integrante del secretariado en ser solicitado en extradición por estos delitos. Desde el 2002 lo buscaba la Interpol.
En su prontuario era buscado por las autoridades por los delitos de homicidio múltiple, lesiones personales, terrorismo, secuestro extorsivo, concierto para delinquir y homicidio con fines terroristas. También fue uno de los implicados en el atentado al Club el Nogal en Bogotá, en 2003, donde fallecieron 36 personas y 100 más resultaron heridas.