La Policía Nacional informó que más de 354 órdenes de captura se efectuaron de enero correspondieron a delitos relacionados con afectaciones a los derechos de la niñez y adolescencia. En especial, se han intensificado por el regreso a clases en los colegios.
En el ‘Plan Cazador’ desarrollado por las autoridades, se efectuaron en enero 354 órdenes judiciales de captura y 77 más capturas en flagrancia, por delitos que afectan los derechos de los niños, niñas y adolescentes, sobre todo aquellos que vulneran la libertad, integridad y formación sexual.
1.330 mujeres y hombres de la Policía de Protección a la Infancia y Adolescencia han estado presentes en el regreso a clases en 330 municipios, donde aproximadamente 9 millones de niños ingresaron a las aulas.
El esquema de seguridad contó con la creación de 54 frentes de seguridad escolar, los cuales trabajaron conjunto con las instituciones educativas para mitigar cualquier violencia a la niñez y adolescencia con acciones enfocadas a la prevención, disuasión e investigación criminal.
También se desplegó el plan ‘Rescatando vidas, salvando sueños’, el cual hizo parte de los programas Abre Tus Ojos y el Plan Cazador. Este plan buscó disminuir las situaciones negativas contra los derechos de la niñez y la adolescencia.
Sumado a ello y concretamente en el caso de la capital de Antioquia, en el informe mensual de la Fiscalía Seccional de Medellín, se informó que se judicializaron a 22 personas por los delitos de abuso y explotación sexual a partir de las acciones de los grupos especializados de la dependencia, en el marco de la Estrategia Articulada contra el Delito, integrada también por la Policía Metropolitana y la Alcaldía de Medellín.
Según lo indicado en el reporte, se recibieron 178 denuncias relacionadas con este delito; 80 de ellas corresponden a 2023 y 98 a años anteriores. En enero se realizaron 69 imputaciones por conductas en las que las víctimas son menores de edad.
El coronel Omar Rodríguez Aranda, subsecretario operativo de la Secretaría de Seguridad afirmó que “Así como tenemos una estrategia contra delitos de alto impacto y contra el homicidio, tenemos una articulación contra los delitos que afectan a nuestros niños y niñas. Esto es para protegerlos, para brindar todo un acompañamiento para que logremos investigar, realizar denuncias efectivas. Recordemos que tenemos un plan de recompensas de hasta $100 millones para que nos ayuden a identificar proxenetismo, explotación y abuso sexual con menores y niños”.
Por su parte, el director seccional de Fiscalías de Medellín, Ricardo Romero, manifestó su preocupación por los casos, muchos de ellos contra niños y niñas menores de 8 años. La mayoría de los judicializados son familiares o personas cercanas a las víctimas.
“Es muy importante mostrarle a la comunidad cómo estamos trabajando. De acuerdo a ese trabajo articulado, informamos que hemos realizado 22 capturas, en compañía de la Policía Nacional. Para el mismo periodo de 2022 se recibieron 202 denuncias. Es muy importante señalar que la mayoría son víctimas menores de 8 años y hay que decir que en la casa es donde se corre mayor riesgo”, afirmó.
En 2023 se han recibido ocho denuncias por casos de pornografía, dos por utilización de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales ilícitas con menores de 18 años, un caso de inducción a la prostitución, uno más por proxenetismo y dos por trata de personas.
En todo el proceso, las autoridades han informado los resultados a los padres de familia, para que reconozcan las señales de alerta cuando un menor de edad es víctima de violencia sexual.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) describe que las formas en la que se representan las señales de alerta se presentan de forma emocional y físicas.
Con respecto a los comportamientos emocionales, son los siguientes: Conductas agresivas; ansiedad, apatía o llanto repentino, miedo constante, estar alejado del círculo del hogar o del colegio, disminución repentina del rendimiento académico, comportamientos sexuales inapropiados y trastornos del sueño.
Ahora, las señales físicas son: Dolor, inflamación o molestias en el área genital, anal o bucal; perturbaciones del sueño (cansancio, insomnio, pesadillas), infecciones urinarias o de transmisión sexual, orinarse frecuentemente en la cama y trastornos de la alimentación.
Por otro lado, la Policía indica que dependiendo de la edad estos signos pueden responder a otras situaciones, por lo que es necesario tener en cuenta que si se presentan se debe consultar a un experto. El paso a seguir según las autoridades es denunciar cualquier comportamiento o conducta que pueda afectar los derechos de los niños y niñas en la línea 141 del ICBF o al 123 atención de emergencias.