Esta semana la comunidad del municipio de El Plateado, en el departamento de Cauca, fue víctima de un ataque terrorista por cuenta de las disidencias de las Farc, principalmente de la estructura Carlos Patiño y uno de sus cabecillas, alias Giovanny, apareció al otro día en el mismo municipio, con camuflado para reunir a la comunidad y pedir un minuto de silencio por el niño que falleció tras el ataque.
Justamente, por este delincuente, alias Giovanny, el propio director de la Policía, el general William Salamanca, ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por su ubicación y captura, tras advertir que es un cínico excusado ante la comunidad que acababa de atacar.
“¡Recompensa de hasta $ 100 millones! Es de máxima prioridad ubicar al cabecilla de comisión de la estructura Carlos Patiño, alias Giovanny, quien, cínicamente, pidió un minuto de silencio tras la muerte de un niño en El Plateado (Cauca), víctima de un artefacto explosivo”, dijo el director de la Policía.
El ataque terrorista, al que hace mención el director de la Policía, ocurrió el pasado 23 de junio cuando disidentes de las Farc lanzaron artefactos explosivos a una cancha donde se encontraban reunía la comunidad, entre ellos varios niños. Seis personas resultaron heridas y un menor falleció tras el ataque cobarde de las disidencias.
El general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, explicó que el ataque contra la comunidad tiene origen en la negativa de los pobladores de expulsar a las tropas del Ejército, como habrían obligado a hacer las disidencias Carlos Patiño de las Farc.
“A raíz de las confrontaciones armadas ilegales que se han presentado en los últimos días entre las estructuras de Carlos Patiño y la Segunda Marquetalia, aquí en el Cañón del Micay, en los corregimientos de Sinaí y El Mango, muchas familias se han desplazado hacia otras zonas. Para restablecer la tranquilidad en nuestras comunidades, se ha lanzado una operación importante en estas áreas”, indicó el general Mejía.
Horas después del ataque, aparecen los cabecillas de este mismo grupo criminal, invitando a la comunidad a una reunión en la que, bien lo dice el director de la Policía, de manera cínica piden un minuto de silencio por el niño que fue asesinado, justamente por los artefactos explosivos que ellos mismos lanzaron.
“Bueno, compañeros, gracias por brindar ese minuto de silencio por un niño inocente de esa guerra absurda que tiene el Estado colombiano, que no ha querido entender las circunstancias de esta guerra”, dijo el terrorista, mientras la comunidad estaba reunida en este sitio.
Con la recompensa, la Policía espera obtener información que permita a la captura de este cabecilla criminal, que los propios disidentes que se encuentran a su lado, piensen en la posibilidad de delatar su ubicación y de paso ganarse la millonaria retribución.