A más de 1.000 personas, entre niños y ancianos, la delincuencia en Bogotá les arrebató la ilusión y la esperanza, pues el pasado martes primero de marzo, en horas de la noche, la camioneta ‘Misionera’ –de la Fundación Amigos Misión Colombia– fue robada. Este lunes, se informó que fue recuperada en Chía (Cundinamarca).
El vehículo es utilizado para repartir alimentos en barrios de escasos recursos en Bogotá, y a su vez empleado para otro tipo de labores sociales en otras regiones cercanas a la capital del país. La camioneta de color rojo, de placas MLP 566 y modelo 94, fue hurtada por al menos dos delincuentes en el barrio Colina Campestre de la localidad de Suba, puntualmente frente a la portería del apartamento donde vive Camilo Devia Neira, director de la Fundación Amigos Misión Colombia.
Su director, bastante apesadumbrado por el robo, narró a SEMANA que la ‘misionera’ era el único activo que tenía la fundación. Fue adquirida por un bajo costo en medio de la pandemia por el coronavirus, para que voluntarios de Amigos Misión Colombia pudieran llegar a varias zonas de la ciudad con mercados a familias desfavorecidas.
“Todo lo que les sobra a las personas del norte de Bogotá, nosotros se lo llevamos a la gente del sur. Con esta camioneta se reparten más de 1.000 desayunos a los habitantes de calle, entre abuelitos y niños. Con esta camioneta también vamos y hacemos talleres de formación de valores con los niños de Ciudad Bolívar, San Cristóbal, El Triángulo, en San Pedro Usme”, contó Camilo a SEMANA.
De acuerdo con Camilo, desde hace más de dos años con esa camioneta se encargaban de repartir amor a los más desprotegidos, razón por la que dijo no entender cómo le hacen daño a tantas personas con el robo del automotor. “En Navidad entregamos 8.000 regalos. Estuvimos por todo Boyacá con los niños campesinos y ahora nos quedamos sin la herramienta de trabajo y no tenemos con qué recuperarla”, manifestó el director de la fundación.
“Devuelvan la camioneta, esa camioneta lo único que hace es traerle bien a la gente; no es lo material, es el símbolo de lo que la ‘misionera’ representa. Este carro es un símbolo de esperanza para la gente. Cada vez que este carro llega a cualquier barrio es trayendo bendiciones, cosas buenas para la gente. Con esa camioneta hemos construido parques en escuelas en Boyacá; es una camioneta que se usa para cosas buenas”, recordó.
Por último, contó que, sumado al dolor por el robo de la camioneta, a la fundación llamaron personas inescrupulosas, estafadores, asegurando tener o saber dónde estaba la ‘misionera’ y exigiendo dinero a cambio. Al margen de la recuperación de la camioneta, las autoridades investigan y no se informó de hurtos. SEMANA se comunicó con los dueños de la camioneta antes y después del hurto, pero en esta última llamada no obtuvo respuesta.
Pues bien, este lunes la fundación Amigos Misión Colombia informó que la camioneta fue recuperada:
“Con profunda alegría y con el corazón lleno de emoción, queremos contarles que el carro de todos, la ‘misionera’, fue recuperada por nuestra amada Policía Nacional, en el municipio de Chía. Gracias a cada persona que se sumó a esta causa, gracias porque sus gestos de solidaridad, ayuda y sus oraciones, contribuyeron para la recuperación de nuestra herramienta de trabajo.
“Esta fue una causa país. La unión, el respaldo y la difusión de los comunicados fueron definitivos para lograr tener hoy esta gran noticia; sentimos el apoyo de todos y así mismo reafirmamos nuestro compromiso con nuestra gente. La ‘misionera’ se encuentra bien maltratada, ya que le robaron todos los accesorios, pero eso es secundario. Nos llena el corazón saber que regresó a nosotros y lentamente la iremos levantando, poco a poco y paso a paso.
“Por ahora, estamos felices, llenos de alegría y de gratitud con Dios, con la Policía Nacional, la Sijín, los medios de comunicación que nos apoyaron (SEMANA, RCN, Citytv y LaKalle), Dios los bendiga. La recuperación de la ‘misionera’, el carro de los colombianos, es un símbolo de fe, de esperanza y una muestra de que los milagros sí existen, que para Dios no hay nada imposible y que, si nos mantenemos fieles, tarde que temprano llega la recompensa.
“Estamos seguros que detrás de cada tribulación Dios tiene un propósito para nosotros. Seguiremos con fe trabajando por nuestro país. Gracias a todos”.