El 10 de junio del 2014, en plena recta final de la campaña presidencial, Juan Manuel Santos se comprometió públicamente a revivir el pago de horas extras a los trabajadores colombianos. Lo hizo durante un debate en el que aprovechó para señalar a su contendor, Óscar Iván Zuluaga, como el responsable de que a los colombianos se les haya quitado este derecho. Han pasado 17 meses desde aquella promesa y hasta la fecha, el presidente Santos ha dado muy pocas señales que indiquen que cumplirá su compromiso. Por eso el senador Alexánder López, del Polo Democrático, decidió no esperar a que el Gobierno cumpla su palabra y radicó en el Senado un proyecto de ley para revivir las horas extras. “De manera hábil y politiquera el presidente Santos se comprometió a devolverles a los trabajadores este derecho, pero ya vamos a cumplir dos años del segundo gobierno Santos y nada que cumple. Una cosa decía para ganar votos, y ganó las elecciones y se olvidó de sus compromisos”, dice López. Su proyecto pretende eliminar las disposiciones de la reforma laboral del 2002, una ley que impulsó el gobierno de Álvaro Uribe y que tuvo como ponente al entonces senador Óscar Iván Zuluaga, que eliminó la remuneración de las horas extras y el pago de recargos nocturnos, dominicales y festivos a los trabajadores. Aquella ley modificó la jornada laboral diurna, que hasta ese momento era de 12 horas -entre las 6:00 a. m. y las 6:00 p. m.-. La fijó en 16 horas, entre las 6:00 a. m. y 10 p. m. Además, recortó los recargos sobre la remuneración de los dominicales y festivos, al pasar de una remuneración del 100 % a un recargo sobre la remuneración ordinaria del 75 %. El objetivo era generar entre 650.000 y 700.000 nuevas plazas de trabajo, pero según el congresista del Polo, nada de eso se cumplió. Por el contrario, con esa ley, dice López, los trabajadores son los que se han visto afectados porque han dejado de percibir hasta el 30 % del salario que en teoría les debería corresponder, y los beneficiados terminaron siendo los empleadores.   López además recuerda que el gobierno Santos ya tuvo la oportunidad de devolver las horas extras, pero que por cálculo político se abstuvo de hacerlo. En el año 2012, el Polo radicó este mismo proyecto y aunque fue aprobado en primer debate, en abril del 2014, dos meses antes de la promesa, el Gobierno le pidió al Congreso archivar la iniciativa con el argumento de que la ley de Uribe sí ha sido efectiva para generar nuevos empleos. El Senado cumplió la instrucción y hundió el proyecto. Después, la historia es conocida. Santos, a pocos días de la segunda vuelta, prometió que una de las primeras decisiones, en caso de salir reelegido, sería precisamente la de presentar un proyecto al Congreso para revivir las horas extras. Pasaron los primeros 17 meses de su segundo gobierno y el proyecto nada que llega. El Polo Democrático, por su cuenta y riesgo, decidió hacerle cumplir esta promesa al presidente.