Roger Waters tendrá una presentación en Bogotá el próximo 5 de diciembre y desde ya genera controversia. La estrella de rock ha sido protagonista de una polémica mundial por cuenta de sus declaraciones antisemitas, que han venido creciendo tras el sangriento ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.
El desprecio y la violencia de sus declaraciones contra la comunidad judía han producido un enorme rechazo que ya tiene consecuencias. Este miércoles fue denunciado judicialmente por “antisemitismo” en Argentina, mientras que hoteles en Buenos Aires y Montevideo se niegan a hospedarlo.
Lo mismo sucedió en Bogotá. El periodista Gustavo Gómez, director de 6 am 9 am, aseguró que “la noticia a esta hora, confirmada por la emisora, es que la cadena Four Seasons tomó la decisión de cancelarle su reservación en los hoteles de Bogotá, para su próximo concierto, precisamente por su abierto antisemitismo”.
En Argentina, el caso ha llegado a los tribunales por cuenta de una denuncia que lo señala de “incitación al odio racial y apología del delito”. Allí se cita la “posición” del músico y “su posibilidad cierta e innegable de difundir su mensaje de odio e incitar a agravar el antisemitismo” durante su visita a Argentina.
“Queremos que las autoridades argentinas evalúen la conducta de Waters. La Dirección de Migraciones puede evaluar si prohíbe su ingreso al país”, dijo el abogado denunciante, Carlos Broitman, a la AFP.
Broitman recordó que en Alemania se abrieron investigaciones por el uso por Waters en conciertos recientes de “vestimenta similar o alegórica a la utilizada por los nazis, transmitiendo un mensaje de odio hacia un grupo de personas”.
El artista de 80 años, quien presentó esta semana en Brasil su gira de despedida como músico, tiene previsto actuar el viernes en Montevideo y los días 21 y 22 en Buenos Aires, como parte de su gira This is not a Drill (Esto no es un simulacro).
Pero, según declaró Waters al diario argentino Página 12, deberá seguir alojándose en São Paulo porque no tiene dónde hospedarse en Buenos Aires ni en Montevideo. “Estos idiotas del ‘lobby’ israelí consiguieron cooptar a todos los hoteles en Buenos Aires y Montevideo y organizaron este boicot extraordinario basado en mentiras maliciosas que vienen contando sobre mí”, dijo Waters al diario.
“Me han cerrado la ciudad de Montevideo, no tengo ningún lugar donde parar. Tengo que volar allí directamente el día del show”, afirmó, “furioso” con esta situación que, según dijo, le impedirá cenar el jueves con su “amigo”, el expresidente uruguayo José Mujica, como tenía planificado.
El presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Roby Schindler, y de la ONG judía B’Nai B’Rith en ese país, Franklin Rosenfeld, señalaron esta semana en cartas dirigidas al Sofitel Montevideo y divulgadas en la red social X que el artista era un “propagador” de odio antijudío. Schindler tildó a Waters de “misógino, xenófobo y antisemita”, mientras Rosenfeld amenazó con llamar a todo el mundo a evitar la cadena Sofitel si decidía alojar al “artista antisemita”.
“No he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el Gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal”, dijo Waters a Página 12.
Días atrás, en una entrevista con el periodista estadounidense Glenn Greenwald, Waters acusó a Israel de exagerar la magnitud del ataque del grupo islamista palestino Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre.
Pese a que el mundo entero conoce y ha visto los videos y testimonios de cómo Hamás masacró a 1.400 personas y más de 240 personas, incluidos niños pequeños y ancianos, siguen secuestrados, Roger Waters ha dicho que Israel “inventa historias”.
La estrella del rock es reconocida por su desprecio hacia la comunidad judía. Hace un tiempo fue protagonista de una enorme polémica cuando utilizó en uno de sus conciertos un uniforme negro, similar a los utilizados por la SS nazi, y la imagen de Ana Frank. El artista ha promovido por años un boicot contra Israel. En Alemania, por esa razón, han cancelado sus presentaciones.