El padre Francisco de Roux, quien se ha presentado ante el país como un promotor de la paz y fue el presidente de la Comisión de la Verdad, irónicamente se habría quedado con el secreto que destruyó a una familia: habría conocido de abusos sexuales al interior de la Iglesia contra los hermanos Sofía, María Inés y Luis Fernando Llano Narváez, y nunca dijo nada a las autoridades. Para los denunciantes, fue cómplice de uno de los altos jerarcas de la Iglesia.
La investigación en el caso De Roux se sumaría a un proceso que ya está siendo explorado bajo la Ley 600 contra otro sacerdote del que no se conoce el nombre, y en el caso de quien fuera el presidente de la Comisión de la Verdad, sería investigado ahora por incurrir en los delitos de favorecimiento y omisión de denuncia particular.
El asunto, que décadas atrás se había mantenido en silencio, fue recordado en un evento en la Universidad Javeriana el pasado 18 de octubre, en medio del panel ‘La Iglesia ante los abusos: ¿fiel y verdadera?’, cuando uno de los asistentes tomó el micrófono y le preguntó al padre jesuita Hans Zollner sobre su silencio frente a las graves denuncias por abuso sexual que salpicaban a uno de los nombres más conocidos de esa congregación en Colombia: Darío Chavarriaga.
“Han pasado 50 años de los hechos, diez de la denuncia al padre De Roux y siete desde que me encontré al padre Zollner para que se lo comunicara al papa Francisco. De allá para acá no ha pasado nada hacia nosotros y usted ahora viene a censurarnos”, aseguró Luis Fernando Llano Narváez, quien aseguró que él, junto a sus seis hermanas, fueron abusados sexualmente por el padre Chavarriaga en la década de los setenta.
Los hermanos aseguraron que el padre Chavarriaga, quien era uno de los directivos del Colegio San Bartolomé, ubicado en el centro de Bogotá, se aprovechó de la vulnerabilidad y la difícil situación que atravesaba la familia Llano para ir continuamente hasta su hogar y abusar sexualmente de los menores de edad.
En este caso, el padre De Roux aseguró que él asumió la investigación contra Chavarriaga y le emitió la más grave sentencia dentro del derecho canónico: el aislamiento y la prohibición de ejercer labores del sacerdocio. El padre falleció en 2015.
Sin embargo, pese a esta sanción, los denunciantes aseguran que el padre De Roux no siguió los conductos naturales y nunca presentó este caso ante la Fiscalía General. Como si fuera poco, el padre Chavarriaga recibió todo tipo de homenajes en la Universidad Javeriana, como quedó registrado en varios videos y fotografías.
“Si yo falté a un deber legal, serán los abogados quienes lo decidan”, aseguró el pasado 24 de octubre el padre De Roux en declaraciones a medios de comunicación. En ese momento, manifestó que si era citado por la Fiscalía General se presentaría para dar las explicaciones frente a este caso.
Los denunciantes exigen justicia y reparación por estos hechos. Reclaman que el padre De Roux intentó varias veces ocultar este caso de abuso, protegiendo así al padre Chavarriaga.