El crimen de una niña de tan solo diez años de edad que caminaba junto a su padre en Cartagena fue la gota que rebosó el vaso sentó un precedente sobre la grave situación de inseguridad y delincuencia que vive Cartagena.
En una carta enviada al presidente Gustavo Petro, la Red de Veedurías Ciudadanas le solicitó que tome las medidas necesarias y declare el SOS por la seguridad de seguridad que se está presentando en la capital del Bolívar.
En la misiva se indica que este caso “no es otra cosa que la punta del iceberg de una ola delincuencial que precisa ser contenida desde, con y bajo la égida del Gobierno Central”. Esto teniendo en cuenta que el tema de materia de seguridad se le salió de las manos tanto a la Alcaldía como a la Gobernación.
“Dada las falencias acusadas en lo territorial y local, donde un SOS por Cartagena constituya el ejercicio primigenio para contener la delincuencia en el país y devolverle a la comunidad como toda la seguridad ciudadana crecientemente perdida”. En la petición enviada al jefe de Estado se advierte la necesidad de montar políticas para la protección de derechos humanos, a la vida e integridad personal e incluso a la libertad y honor sexuales.
La Red cita que en lo corrido del presente año se han presentado 30 muertes violentas, entre estas se encuentran 35 asesinatos. A esto se le suman otras graves problemáticas que crecen sin ningún tipo de control.
“Parece hacerse sitio común que Cartagena se toma día a día más un destino turístico con propósitos de consumo de droga y de caos urbano por cuenta de la inseguridad, mientras que, por otro lado, se aplican grandes inversiones en turismo, infraestructura hotelera y esfuerzos para atraer el sano visitante que ve en sus gentes como en su prístina belleza natural un atractivo que precisa completarse con unas emblemáticas condiciones de seguridad, como modelo para el país, y mensaje contra la criminalidad”, indica la petición.
Frente a toda esta situación se advierte que existe una incapacidad “tanto operativa” y la “ausencia de una férrea capacidad política de las autoridades locales de la ciudad de Cartagena –distraídas, en la pugnacidad política o en sus excesos personales– han terminado siendo parte de la letanía en que se sume el Corralito de Piedra, en los mares subyugantes de la delincuencia común y organizada, a la par con el tráfico de personas y el rampante ejercicio del trabajo sexual en zonas prohibidas”.
Tras la pista de los asesinos
La Policía Metropolitana de Cartagena ofreció una recompensa de hasta $50 millones por información que permita la captura de los alias Johncito y El Menor. De acuerdo con las autoridades, estas dos personas son los presuntos responsables del asesinato de un padre y su hija de 10 años, perpetrado en la tarde este jueves en la capital de Bolívar.
“La Policía en Cartagena dispuso de toda la capacidad investigativa, tecnológica y de policía judicial para dar con los victimarios, autores y determinadores de este hecho que enluta la ciudad. Al momento como avance se está reconstruyendo la ruta de los victimarios a partir del análisis de las cámaras de videovigilancia privadas y del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad, así como elementos técnicos”, informó la institución a través de un comunicado de prensa.
“Gracias a la información de la ciudadanía y material recolectado se logra establecer la participación de alias Johncito y alias El Menor”, señaló la Policía, quien por medio de una fotografía busca dar con el paradero de los autores.
El atentado
Trascendió que un hombre, identificado como Jaime Antonio Llorente Arcia, recogió a sus tres hijas en el colegio Biffi, ubicado en el suroriente de la ciudad.
A pocos metros de la institución, mientras esperaba el cambio de un semáforo, sujetos en moto se acercaron a su camioneta de placas JHU 754 y dispararon.
En el vehículo se transportaban las tres niñas de 9, 10 y 11 años. Según la Policía Metropolitana, dos de ellas resultaron heridas y fueron trasladadas al centro asistencial más cercano. Desafortunadamente, el padre de las menores no resistió la gravedad de los impactos y murió en el lugar del atentado.
Las dos niñas fueron remitidas a la clínica Madre Bernarda, donde recibieron atención médica. No obstante, sobre las 5:00 de la tarde, el centro médico confirmó que una de ellas, la menor de 10 años, murió luego de sufrir dos paros cardiorrespiratorios mientras era intervenida quirúrgicamente.
Se pudo establecer que Jaime Antonio Llorente era oriundo del municipio de Sahagún, Córdoba.
La institución educativa rechazó lo sucedido y envió un mensaje de solidaridad para la familia de las víctimas. “Nos unimos al dolor de la familia Llorente Salazar. Mañana nos uniremos de corazón y en oración en la eucaristía que celebraremos con los estudiantes”, informaron desde la dirección del colegio.
De igual forma, anunciaron que todos los actos novembrinos que estaban programados para realizarse en el colegio, quedaron suspendidos.
Los residentes del barrio Providencia, donde se presentaron estos actos de sangre, propusieron la realización de una velatón este viernes, 4 de noviembre.