En la Fiscalía avanza una investigación, hace más de un año, por presuntos actos de corrupción en la Fuerza Aérea, hechos que dibujan un escenario turbio donde uniformados estarían alquilando los equipos y elementos de la liga taekwondo de las Fuerzas Militares a particulares a cambio de presuntos pagos. El asunto fue denunciado por otros militares que dejaron a un suboficial como el responsable; el caso ahora llegó a la Justicia Penal Militar.
En las últimas horas se conoció que un juez de instrucción penal citó a diligencia de declaración a un técnico jefe de la Fuerza Aérea para que explique su participación y responsabilidad en los hechos denunciados por sus propios compañeros e ignorados, al parecer, por sus superiores.
Se trata de Giovanny Salcedo Gómez un técnico jefe de la Fuerza Aérea que según las denuncias fue presidente de la Liga de Taekwondo de las Fuerzas Militares y como tal, responsable del manejo de los equipos que adquirió el Ministerio de Defensa para apoyar las competencias de los integrantes de esta liga, que incluye a policías y militares.
Salcedo Gómez fue citado por la Justicia Penal Militar para el próximo 6 de julio y en el marco de las denuncias que en la Fiscalía y la Fuerza Aérea se quedaron en solo averiguaciones, pero que la jurisdicción castrense arrancó con las diligencias tendientes a establecer si efectivamente incurrieron en el delito de peculado por uso.
Las denuncias que fueron advertidas de manera amplia en SEMANA indican que los equipos para la práctica y campeonatos de taekwondo que adquirió la Liga de las Fuerzas Militares terminaron alquilados a otras ligas, particulares, situación a todas luces ilegal, según los denunciantes, más cuando los pagos para ese alquiler quedaron en manos y bolsillos de algunos uniformados.
Además de alquilar los equipos a particulares y cobrar por ese servicio, de acuerdo con las denuncias, también usaban a los miembros de la liga, otros uniformados, para trabajar en la logística de los eventos que promovían fuera de las instalaciones de la Fuerza Aérea. “Al personal militar que estamos bajo su mando nos daba la orden de trabajar en mencionados eventos no se avisaba con anticipación si uno quería laborar o no, ni que esto sería remunerado o no, a la final era el personal que cargaba armaba y desarmaba el evento en el caso del campeonato”, señala un testimonio de la denuncia.
Los propios militares advirtieron que incluso cuando el Ministerio de Defensa entregó la dotación de sudaderas y otros elementos, los hicieron firmar un recibido, pero se quedaron esperando la entrega de las sudaderas que después de un tiempo, las vieron en los integrantes de otras ligas, diferentes a las Fuerzas Militares.
Adicionalmente, en las denuncias se advierte cómo padres de familia de niños que están en diferentes ligas de taekwondo en Bogotá aseguraron que la persona citada a diligencia de declaración en la Justicia Penal Militar, esto es el técnico Salcedo Gómez, les cobró una supuesta inscripción a la liga de la Fuerzas Militares y hasta les entregó diplomas con logos oficiales, que al parecer no eran autorizados.
“Los padres y profesores pagaron, el problema es que cuando participaban de los eventos, aseguraba que no giraban los recursos desde la Fuerza Aérea y entonces los padres debían pagar por los viajes o inscripciones a los campeonatos”, dijo un profesor de taekwondo.
Otros uniformados denunciaron que pagaron a Salcedo Gómez por certificados de ascenso en los grados de taekwondo, que un año después, siguen esperando. “Pagué una suma de 1.100.000 pesos por concepto de toda la documentación, un valor excesivo en comparación con otras ligas reconocidas del país. Solicité varias veces de manera personal y de forma verbal algún tipo de comprobante de pago por el dinero entregado, el cual hasta la fecha nunca ha llegado”, se lee en las denuncias.
Lo que esperan los denunciantes, padres, policías y militares, es que la Justicia Penal Militar avance con la investigación, quizá con mayor efectividad que la Fiscalía y la propia Fuerza Aérea, que se remitió a decir que no podrían entregar detalles, pero sí advirtieron sobre el riesgo que corre esta revista con una posible demanda de quien aparece relacionado.