La recta final del fast track en el Congreso dejó como resultado la muerte definitiva del agonizante proyecto que pretendía darles vida a 16 curules para circunscripciones especiales de paz, cuyo objetivo era darles representatividad en el Legislativo a las víctimas del conflicto armado. No obstante, la tesis que más fuerza tomó es que esos espacios también serían para las Farc.En contexto: "No queremos entregarles otras 16 curules a las Farc": conservadoresMientras la Secretaría del Congreso dejó en el acta final del debate que ese proyecto no logró los requisitos necesarios de ley para ser aprobado, pues se quedó a tan solo un voto para pasar, en el Gobierno se resisten a admitir esa tesis y aseguran que el quórum era diferente, porque hay tres sillas vacías, y así las cosas esta iniciativa sí habría logrado la mayoría requerida para ser aprobada. La Casa de Nariño la da por abrobada.La forma en que se hundió este proyecto, el último que intentaba sobrevivir del desarrollo legal de los acuerdos de La Habana, fue por cuenta de la falta de votos positivos. Este proyecto estaba en conciliación y requería por lo menos 51 por el sí para sobrevivir, mas no los logró.
Fue una votación con alta tensión. El registro de votación estuvo abierto por un poco más de 20 minutos en los que el ministro del Interior, Guillermo Rivera, y sus aliados en el capitolio buscaron infructuosamente que apoyaran el proyecto. El recinto de la plenaria fue un escenario de llamadas de último minuto y de movimientos de estrés buscando los apoyos que requerían para salvar el proyecto. Y eso no se logró.
La votación definitiva fue de 50 por el sí y 7 por el no, lo que se tradujo en que el proyecto de 16 circunscripciones especiales para las víctimas del conflicto murió en un agónico intento de sobrevivir por tan solo 1 voto faltó.Este hundimiento estaba cantado, aunque el Gobierno se negaba a que así fuera. Cuando varios de los senadores de Cambio Radical y del Partido Conservador se unieron para conformar el bloque que pedía imponerle los ‘santos óleos’ a esta iniciativa su futuro se oscureció.Consulte: "Reforma política fue un intento oportunista de resolver las afugias electorales de la izquierda": Rodrigo LaraDe hecho, lograron respaldo de varios sectores liberales y de la U que asumieron la tesis de que a esas 16 curules no llegarían las víctimas, sino las mismas Farc o personas posiblemente influenciadas por sectores criminales que actúan en esas zonas.
Y es que ni el presidente Juan Manuel Santos logró que el sector mayoritario del voto negativo cambiara de postura. Muy temprano, en la casa de Nariño, se reunió con la bancada conservadora de Senado para intentar convencerlos de que cambiaran de opinión y apoyaran este proyecto. Pero el intento fue infructuoso.Esa situación es el reflejo del desgaste de un gobierno que está de salida y que, en pleno año electoral, ve cómo se hacen aguas sus mayorías y pierde gobernabilidad. El vocero ‘azul’, Juan Diego Gómez, se lo confirmó a Semana momentos antes de la reunión en Palacio y ratificó la negativa de su partido a apoyar este proyecto.“Nunca tuvo como intención dar representación a las víctimas en el Congreso”, reafirmó el senador uribista José Obdulio Gaviria. Y un planteamiento similar expresó el senador de Cambio Radical Germán Varón Cotrino: “Lo que estamos buscando, contrario al proyecto, es que fueran verdaderamente las víctimas que tuvieran esa representación”.En esta plenaria también se vio la particularidad de que varios congresistas se ausentaron de la sesión para evitar votar negativamente el proyecto, con el fin de que no tuvieran que cargar con el estigma de que no respaldan a las víctimas del conflicto.Esta votación negativa de las circunscripciones especiales de paz también es un reflejo del camino electoral que está tomando el país, en el que sectores que se identifican con el espectro político de centro derecha se están uniendo silenciosamente para intentar gobernar en el 2018 y, por supuesto, sumar mayorías en el Congreso que también se elige el próximo año.