Luego de advertir que el coronel Benjamín Núñez Jaramillo, excomandante operativo de la Policía en Sucre, implicado en el homicidio de tres jóvenes en ese mismo departamento, salió del país, SEMANA conoció un revelador documento firmado por el oficial, ahora suspendido en el marco de la investigación de estos hechos. El coronel dijo que su trabajo puso en riesgo su vida.

A través de un documento enviado a la dirección de la Policía, a la Fiscalía y a la Unidad Nacional de Protección, el coronel Núñez advierte que su cabeza en el departamento de Sucre tiene precio. Dice el oficial que la información en su poder indica cómo los delincuentes ofrecieron hasta 50 millones de pesos, en un momento complicado para la seguridad para los policías en esta zona del país.

“He sido estigmatizado por mi trabajo, por una parte de estas bandas, siendo informado que en el seno de la sociedad y redes sociales se ofrecen 50 millones de pesos por mi cabeza; se escucha en la ciudad que se dará 50 millones de pesos al que se baje a ese calvo hijueputa y entregue su cabeza”, dijo el coronel Núñez en el documento.

El oficial reconoce que se adelanta una investigación por los confusos hechos que dejaron muertos a los tres jóvenes capturados por la Policía, en el marco de los operativos para dar con los responsables del asesinato de un patrullero en el municipio de Sampués, como parte del llamado ‘plan pistola’.

Aseguró el coronel que luego de los hechos que motivaron la investigación en tres instancias –Justicia Penal Militar, disciplinaria en la misma Policía y la Fiscalía– empezaron a recibir amenazas y una serie de ataques que advirtieron un riesgo para su seguridad y la de su familia, al punto de que tuvo que sacar a su esposa e hijos del departamento de Sucre.

“El cargo que ocupaba antes de la notificación de la resolución mencionada era de comandante operativo del departamento de Sucre, situación que he afrontado con las responsabilidades que exige mi cargo, de la mejor manera, acogido por la Constitución política y la ley, logrando mantener una mejoría en los temas de seguridad del departamento y afectar las bandas criminales y grupos de delincuencia que se asientan en esa zona”, dijo el oficial.

El coronel Benjamín Núñez Jaramillo salió de Colombia el pasado 4 de agosto con destino a Panamá. En las últimas horas se supo que se encontraba en México, para algunas partes del proceso en un intento por huir de su responsabilidad en la investigación, para la familia del oficial, una forma de garantizar su seguridad, lo dicen mientras advierten que estará atento a los llamados de la justicia.

“La situación en esta zona del país es de extrema gravedad en temas de orden público y mi seguridad corre alto riesgo de muerte por lo descrito ante ustedes en este oficio o documento que relata de forma expresa las situaciones vividas por mí y mi familia, y más ahora que me encuentro desprotegido por la situación administrativa actual de mi profesión”, explicó el coronel Núñez en su documento.

El oficial asegura en el oficio, fechado el pasado 5 de agosto, que es necesario revisar la situación de seguridad para él y su familia, de cara a enfrentar los procesos que se adelanten por los hechos de Sucre, que hasta el momento no lo tienen como vinculado, de manera formal o judicial.

Las confesiones

Los subalternos del oficial en el departamento de Sucre, los mismos que estuvieron en los operativos ese 25 de julio, entregaron una demoledora versión de los hechos y dejaron al coronel Núñez como el responsable de disparar en contra de los jóvenes que minutos antes fueron capturados en el afán por responder, de forma violenta, al asesinato del patrullero de la Policía.

Los uniformados narraron a la misma institución cómo ocurrieron los hechos y de qué forma los jóvenes fueron cruelmente asesinados mientras el coronel los condenó y señaló de ser los asesinos del llamado Clan del Golfo, responsables de liderar el ‘plan pistola’ en esa zona del país.

Esas versiones se convirtieron en una prueba contundente contra el oficial, tanto que para la Justicia Penal Militar el nombre del coronel Núñez se vinculó como el primer responsable de manera formal, en esa jurisdicción, antes de remitir el expediente a la Fiscalía por considerar que los hechos no ocurrieron en función de las competencias como policías.