La Fiscalía imputó a Jhon Jaime Ramírez, alias Jota, señalado cabecilla de la estructura Adán Izquierdo de las disidencias de las Farc, como presunto responsable de una ola de homicidios registrados en el Valle del Cauca, zona en donde la organización hace presencia.

Una fiscal adscrita a la dirección especializada contra las organizaciones criminales le imputó cargos al cabecilla por varios homicidios ocurridos en la región, pues de acuerdo con el material de prueba recogido, alias Jota habría dado instrucciones directas para asesinar miembros del común.

En ese sentido, se le han acreditado al menos tres hechos, de los cuales quedaron cuatro víctimas. El primero se registró en la vereda de Monterrey en el municipio de Guarí, en donde fueron asesinados dos adultos mayores, de 65 y 68 años. Esto, en julio de 2021.

Los otros hechos se registraron en la zona rural de Tuluá, uno registrado el 17 de septiembre de 2020, en donde fue asesinado un hombre de 27 años. En otro hecho, fue asesinada una mujer tildada por presuntamente colaborar con las autoridades. En esa ocasión, se le imputó homicidio agravado.

También se le habrían imputado cargos por concierto para delinquir y tráfico de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares. El procesado permanece privado de la libertad en la cárcel de Popayán, Cauca, luego de ser judicializado en mayo del año en curso.

El hijo de alias Don Mario sería el narco más joven en ser extraditado a los Estados Unidos

Un relicario de oro con la foto de cuatro personas, entre ellas la de su papá, el temido exjefe paramilitar y capo del narcotráfico Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, delató a Sebastián Meneses, su hijo, quien era buscado en todo el mundo por la justicia de Estados Unidos. Resultó siendo el heredero del imperio del tráfico de drogas.

Meneses entró en el radar de las autoridades norteamericanas hace más de un año, cuando enviaron a Colombia una alerta en la que indicaban que el hijo de Don Mario debía ser capturado con suma urgencia.

La información que tenían los investigadores antinarcóticos era que Meneses, como su papá ―pero sin el patrocinio de este―, había conformado una organización independiente dedicada al narcotráfico, que lograba ‘exportar’ en promedio unas cinco toneladas de cocaína al mes.

Pese a su juventud y a que había logrado pasar desapercibido ante las autoridades en Colombia, alias Sebas había buscado la manera de consolidar su propio negocio criminal. Contaba con laboratorios para el procesamiento del alcaloide, según reveló la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), que estaban ubicados en Montería, Córdoba, y en Necoclí, Antioquia.

Según el expediente conocido por SEMANA, Meneses comenzó a hacer tratos con capos de la droga que conocían a su papá y a su tío, a quienes les decía que él había asumido el control del negocio familiar.

Confiados en la palabra de Sebastián, y pensando que contaban con el respaldo de los hermanos Rendón Herrera, los mafiosos accedían a hacer negocios con el joven, lo que no sabían es que ni Don Mario ni el Alemán le habían dado la autorización para que los sustituyera en las actividades criminales que en el pasado los convirtieron en temidos hombres, a quienes sus enemigos respetaban por las graves consecuencias que podrían sufrir si los traicionaban

Sebastián Meneses se encuentra en la actualidad en poder de las autoridades colombianas, a la espera de ser enviado a los Estados Unidos para responder por delitos relacionados con tráfico de estupefacientes. A sus 24 años de edad, se podría convertir en el colombiano más joven en ser extraditado.