Cuando era gobernador de Antioquia (2012-2015), una firma de ropa llegó a su despacho a ofrecerle que podía vestirlo, él agradeció el gesto pero dijo que por qué no mejor usaba ese dinero para unas becas que necesitaba para unos estudiantes. La marca de ropa no volvió a aparecer. Ese es el talante de Sergio Fajardo en cuanto a su imagen.

Si hay algo en lo que Fajardo no cede un milímetro es en modificar su manera de vestir. Su look no se toca.

En el reciente cara a cara de precandidatos presidenciales, propiciado por la gran alianza digital de SEMANA y El Tiempo, la mayoría de los aspirantes a llegar a la Casa de Nariño arribaron en traje, excepto el exgobernador de Antioquia, quien se hizo presente con jean y blazer y sin cinturón, un elemento al que le tiene fobia.

“Yo tengo un montón de blue jeans, camisas casi todas son azules o blancas y cada vez me cuesta más trabajo porque siempre que voy a comprar compro igualitas, pero yo no ando vistiéndome de formas estrafalarias o así”, confesó Fajardo en diálogo con SEMANA.

El jean es su prenda predilecta, según explica, debido a que en su época de profesor usaba tiza y tablero y se sacudía las manos contra el jean.

“Yo le paso muchos de mis jeans viejos a mi hijo, que le gustan así, más viejos. Yo calculo que tengo por ahí unos 10″.

Además de los cinturones, hay otro elemento al que Fajardo le tiene aversión: a pesar de su experiencia como gobernador de Antioquia y sus candidaturas presidenciales, le tiene fobia a subirse a una tarima. Es una experiencia que le resulta “incómoda”.

“Yo nunca me he sentido cómodo en las tarimas, aprendí en política (…) Con ese hecho de subirse a una tarima con un montón de gente enfrente y empezar a hablarle a esa multitud no me siento cómodo”, confesó.

Sin embargo, asegura que le ha sacado provecho a esta fobia, pues esto le ha permitido hacer política de otra manera: a pie, caminando.

“Es una gran riqueza que hemos construido a pie, yo aprendí a dar la mano, aprendí a mirar a los ojos, aprendí a escuchar, aprendí muchas cosas que no sabía y aprendí en la calle, uno por uno”, expresó Fajardo.

El precandidato presidencial de la Coalición Centro Esperanza criticó a quienes prefieren no ir a reuniones políticas en las que hay pocas personas, pues para él es clave el contacto uno por uno.

“Yo aprecio una persona. Hay muchas veces en política que le dicen a usted ‘¿y cuantas personas van a ir a la reunión?’, X [refiriéndose a poca gente] y dicen ‘no, para que se va a gastar el tiempo yendo reuniones tan chiquitas’ y a mí —como le digo—, que aprendí de a una persona, eso me marcó en la vida en términos políticos y me sigue marcando”, apuntó.

El exgobernador señaló también que está jubilado desde hace unos años y contó que el dinero que recibe de su pensión es suficiente para vivir porque tiene una vida “austera” y piensa en las cosas básicas, sin interés de enriquecerse.

Aseguró que tiene una pensión de alrededor de diez millones de pesos. “Vivo bien, esa es mi mesada, sigo siendo privilegiado porque en Colombia no todos tienen acceso a una pensión, solo una de cada cuatro personas se pensionan y necesitamos que todos pronto lo hagan, por eso soy un afortunado y vivo con todo lo que necesito”, dijo.