La candidata a la Alcaldía de Bogotá Claudia López publicó un video en el que algunos militantes del partido Verde le decían “no” al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del alcalde Enrique Peñalosa. López también le dijo a SEMANA que “todo el partido, toda la lista de Concejo y toda la bancada actual del Concejo rechaza el POT. La única excepción, desafortunadamente, es Lucía Bastidas”.
Esta norma es importante pues establece cómo se va a construir la ciudad en los próximos 12 años: qué lugares serán reserva ambiental, cuál será el trazado del metro, en qué zonas se podrá construir vivienda, entre otras cosas, quedan definidas en este documento. Es cierto que la base del partido Verde tiene reparos con el POT, pero en el Cabildo, que es donde se aprueba ese plan, la bancada Verde siempre ha apoyado al alcalde a excepción de María Fernanda Rojas. Y todos los que tienen ese poder de decisión están haciendo campaña por el partido Verde, salvo Hosman Martínez, que sigue siendo de la Alianza Verde, pero para las próximas elecciones haría parte del Centro Democrático. Lucía Bastidas, hizo una ponencia positiva sobre el POT y ha sido clara frente a su posición con el tema. Pero en otras oportunidades Jorge Torres, María Clara Name, Edward Arias y Hosman También han manifestado su apoyo al alcalde en este sentido. Esta situación ha generado molestias entre las toldas verdes pero también entre la coalición con el Polo. Varios polistas se sienten incómodos con que en el Concejo la bancada Verde sea peñalosista y que sólo María Fernanda Rojas haga parte de la oposición. Por eso Navarro Wolf está tratando de mediar para que la bancada vote No al POT. Mientras tanto, la situación está siendo aprovechada políticamente por otros personajes de la vida pública, como Gustavo Petro, quien le echó leña al fuego con este trino: “El Polo decidió expulsar a Venus y hoy no está en sus listas por apoyar el Plan de desarrollo de Peñalosa, pero el Partido Verde no expulsó a Lucía Bastidas y sigue en sus listas al Concejo al apoyar el POT de Peñalosa”.
Recomendamos: 10 cambios para Bogotá con el nuevo POT ¿Qué está detrás de “la pelea”? Lucía Bastidas fue una de las cabildantes elegida por sorteo para estudiar el POT y después de haber analizado y estudiado todo el documento dijo que se podía concluir que “la estructura ecológica no se afecta” y que el tema del espacio público, ligado a la estructura ecológica principal “va a beneficiar a los ciudadanos para que nos apropiemos de los referentes ambientales que tenemos en la ciudad”. Agregó que no había que dejar de lado que el POT se hizo en concertación con la Corporación Autónoma Regional y con la Secretaría Distrital de Ambiente. “Es decir que nada de lo que se presentó en el proyecto lo podemos modificar porque es el producto de estudios técnicos, ambientales que hicieron estas dos entidades”, dijo la cabildante. Pero de otro lado están los verdes inconformes con el POT. María Fernanda Rojas le explicó a SEMANA que una de las razone para rechazar este Plan de Ordenamiento Territorial es que el número de viviendas que se planean construir (816.000) no son necesarias, pues la estimación de vivienda se hace sobre “proyecciones poblacionales que no son reales y que son distintas a las que el Dane ya certificó de manera oficial”. El segundo reparo es por cómo está planteada la expansión de la ciudad y la redensificación con altura. El nuevo POT permite que se hagan nuevas edificaciones y también que se construya sobre viviendas para hacer edificios más altos. La idea es que en un mismo espacio quepan más casas y así no se utilice más la superficie. Pero para los verdes esto no tiene sentido porque si no son necesarias las viviendas propuestas por el Distrito, tampoco habría razón para “demoler barrios donde la gente está feliz, como Pablo Sexto, por ejemplo”. Está disponible: En el Polo hay inconformes con la candidatura de Claudia López En ese mismo sentido, también critican que no hay un modelo de renovación y las personas de barrios bien ubicados como La Esmeralda, Federmán, cercanos a la NQS, al Parque de los Novios, al Simón Bolívar serán expulsados a través de la figura de expropiación para esos planes de renovación urbana. “Te exigen solamente que el 80 por ciento del 50 por ciento de los residentes del lugar estén a favor de la obra y los que no están de acuerdo se tienen que acoger”. Para Rojas y muchos del partido verde es fundamental que esos proyectos incluyan a la comunidad. Otro lunar que el verde le ve al POT, según explica Rojas, es que le bajaría la importancia a la estructura ambiental principal (los cerros y los humedales, el río Bogotá, las reserva): “este POT junta la estructura ambiental con los elementos del espacio público como plazoletas, andenes, antejardines, parques de barrio y crea un nuevo concepto que es la estructura ambiental y de espacio público. Esos elementos estarán en una sola categoría y con esto se les quita su carácter de protección”. La concejal dijo que se permitirían, entre otras cosas, oficinas administrativas, parqueaderos, ferias y con esto se podrían endurecer hasta en un 25 por ciento. La última objeción del partido verde con el POT radica en que no están de acuerdo con la construcción de 15 nuevas troncales de TransMilenio. Para ellos toca enfocarse en hacer más metro. Recomendamos: ¿Cómo se construirá Bogotá en los próximos 12 años? ¿Qué dice el Distrito? Los reparos que tiene el partido Verde también recogen muchas de las inconformidades de la oposición. Andrés Ortíz, el secretario de Planeación respondió a SEMANA cada una de las críticas. Sobre las 15 líneas del TransMilenio defendió que todas son necesarias y dijo que este plan de Ordenamiento Territorial es ambicioso con la línea del metro, pero sobre todo realista. “No es serio proponer 6 líneas de metro cuando en 12 años, que es la vigencia del POT, no se van a poder construir porque no hay dinero suficiente. Lo que proponemos es una segunda línea que va desde los héroes hasta la 80 y desde la 80 hasta el Portal de Suba. Pero además también está planteado que la primera línea vaya desde la 72 hasta la calle 170 y luego hasta la 200. También planeamos 8 metrocables adicionales”. Con respecto al ambiente, Ortíz defiende que “en este POT 33.000 hectáreas más quedan protegidas, para llegar a un total de 125.000 hectáreas protegidas de las 164.000 de superficie que tiene todo Bogotá”. El secretario agrega que en este el POT incluyen plan de manejo del río Bogotá y la sentencia del Plan de Manejos de Cerros Orientales. Así mismo, asegura que la ONU ha establecido que las áreas protegidas deben estar al servicio de la comunidad y deben poder ser disfrutados por los ciudadanos. Por eso harían intervenciones como senderos, alamedas, entre otros en las reservas. Recomendamos: El destino de la carrera Séptima En cuanto al número de viviendas aclaró que el POT sí tenía en cuenta las cifras del Dane actualizadas y que reconoce que el crecimiento poblacional se ha reducido y, por eso, no construirán 1 millón de viviendas sino 816.000. Explicó que además de eso tenía en cuenta otros elementos: la reducción del tamaño de los hogares, que implica que cada vez hay más viviendas en las que viven una o dos personas; el déficit habitacional, que hoy es de 54.000 viviendas; la construcción de las viviendas informales y el desplazamiento de la gente a municipios vecinos porque comprar en Bogotá es muy caro. “Tenemos que construir más Vivienda de Interés Social (VIS) y Viviendas de Interés Prioritario (VIP) porque hoy muchos bogotanos se van de la ciudad por el precio de la vivienda. La idea es que puedan acceder a estas casas”. Frente a la renovación urbana explicó que la norma de Bogotá será más exigente que la nacional. “La ley de expropiación dice que media manzana se puede expropiar con el 51 por ciento, nosotros vamos a exigir el 81 por ciento”. El viernes pasado no hubo quórum suficiente para votar el POT. Al inicio de la sesión solo estaban presentes cinco de los quince concejales de la comisión: Olga Victoria Rubio, del partido Mira; Lucía Bastidas, de Alianza Verde; María Victoria Vargas, liberal; Juan Carlos Flórez, del movimiento ASI y Celio Nieves, del Polo. El debate continuará con la presentación de la ponencia de este último en una próxima sesión.