Una de las grandes preocupaciones de la campaña del Pacto Histórico tiene que ver con la distante relación de Gustavo Petro con Estados Unidos. La prevención es tal que algunos de sus integrantes, como el senador Roy Barreras, plantean incluso que ese país se puede llegar a convertir en un obstáculo para que el candidato llegue a la presidencia.

Barreras revela esta tensionante situación durante una reunión estratégica, antes de la primera vuelta, a la que también asisten, entre otros, Alfonso Prada, Clara López, Luis Fernando Velasco y Temístocles Ortega. “Estoy muy preocupado por la preocupación que tienen ellos”, dice Barreras, quien cuenta que tuvo una reunión con Terry Steers-Gonzalez, consejero de Asuntos Políticos del Gobierno de Estados Unidos en Colombia.“Él ha hablado con Petro varias veces”, cuenta Barreras.

El senador muestra su preocupación por que la “Embajada americana” o “la DEA” tengan “como agenda impedir que Petro sea presidente” y enumera las razones de la tensa relación. Entre ellas, está la oposición del candidato del Pacto Histórico al uso del glifosato contra los cultivos de coca.“No es fácil reaccionar a este tipo de presiones, primero no comprobadas, pero tampoco negadas.

Sepamos que hay una animadversión clara”, dice Barreras en la reunión.“Yo les dije: no los entiendo. La preocupación fundamental de la embajada es el narcotráfico. Ustedes saben que el Gobierno Duque está penetrado por el narcotráfico”, señala Barreras, quien cuenta además que le dijo al funcionario de la Embajada de Estados Unidos que Federico Gutiérrez estaría ligado con la Oficina de Envigado y que estaba relacionado en la empresa Ángel Total Solutions S. A. S., que apareció en los papeles de Panamá.

Barreras habla de “escalar la conversación con el FBI” y señala que es necesario buscar que Petro sea recibido por el embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg. De hecho, cuenta de un intento de comunicación que no fluyó.

En la reunión, Barreras se lamenta de que todos los sectores políticos tengan comunicación con la embajada, menos la izquierda. “Hay una fluida comunicación con la derecha, con la centroderecha, con la centroizquierda, pero ninguna comunicación con la izquierda”, dice Barreras.

En uno de los momentos señala, refiriéndose a Estados Unidos, que “esos tipos tumban presidentes”. “Es muy importante la reunión con el embajador”, dice. “Hay que propiciar ese acercamiento”, reitera Barreras. Clara López, exalcaldesa designada de Bogotá y quien fue fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, destaca que esa cita es prioritaria. “Eso es muy importante, más que las adhesiones”, señala López.

Eduardo Noriega, quien fue secretario general en la Alcaldía de Gustavo Petro, cuenta que había una idea de que Petro fuera a Washington, luego de las elecciones, en caso de ser elegido presidente. Y dice que en la capital de Estados Unidos le recomendaron que, antes de una visita en el Departamento de Estado, era ideal que Petro tuviera una reunión con el embajador de Estados Unidos en Bogotá.

En la reunión, los asistentes dicen que “el problema es el tiempo” y se plantea que haya una cita de Petro con el consejero Terry Steers-Gonzalez. “Es facilísimo cuadrar un desayuno en la casa del embajador”, dice Clara López, quien propone que Eduardo Noriega y Alfonso Prada hablen con el embajador y le pidan la cita. Eso sí, los asistentes señalan que, antes de cualquier cosa, hay que contar con el visto bueno de Petro.“Eso no se puede hacer sin preguntarle a Gustavo”, dice Clara.

Uno de los escándalos más fuertes que sacudió la campaña de Gustavo Petro, y que ha tenido eco en Estados Unidos, fue la visita de su hermano Juan Fernando a la cárcel La Picota, donde habló de “perdón social” con condenados por corrupción, parapolítica, homicidio y otros delitos. También se supo que la senadora electa Piedad Córdoba, del Pacto Histórico, visitó a extraditables en la cárcel La Picota.

Algunos de ellos serían José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, exjefe de la Oficina de Envigado; Francisco Javier Zuluaga, alias Gordo Lindo; Juan José Valencia, alias Andrea, a cargo de las finanzas del Clan del Golfo, y John Freddy Zapata, conocido como alias Messi, integrante del Clan del Golfo.

Las autoridades tratan de confirmar si es cierto que todas las veces que Córdoba ingresó, además de haberse visto con su familiar, se habría encontrado con varios extraditables, a quienes supuestamente les habría ofrecido no ser extraditados si Gustavo Petro era elegido presidente.